Todo fluye (menos ellos)
Ciutadans, que naci¨® para luchar contra los dogmas identitarios, defiende ahora su identidad espa?ola como la ¨²nica buena
Hace 17 a?os se exhibi¨® en el CCCB La ciutat de la difer¨¨ncia.Comisariada por Manuel Delgado, la exposici¨®n mostraba la dificultad de describir cualquier tipo de identidad que no tuviese en cuenta su dinamismo y su capacidad de intercambio. El recuerdo de la exposici¨®n envejece bien y aplic¨¢ndole su propia receta, la tesis principal mantiene su validez. No hay fotos fijas de una cultura ni de un pa¨ªs y eso no quiere decir que todas las fotos sean iguales. Ah¨ª tienen al PSC y al PSOE retratando Catalu?a desde Granada con una c¨¢mara oscura, sac¨¢ndola peque?a y al rev¨¦s.
En fin, a lo que ¨ªbamos. En el patio del CCCB se instal¨® una peque?a torre de Babel. Ni fotos fijas ni interpretaciones sagradas del pasaje b¨ªblico. Las hay que difieren de la oficial: para premiar tanto esfuerzo Dios bendijo a los hombres con la diversidad de lenguas. Historias paralelas, ese mismo a?o el CCCB daba auspicio al Foro Babel. Desconozco si el Foro se inspir¨® en la torre, pero desde luego, prefiri¨® la tradici¨®n de la Iglesia sobre la maldici¨®n de las lenguas para redactar su manifiesto. El castellano estaba discriminado, hab¨ªa que tener est¨®mago.
Ciudadanos estaba sin estar. Por aquel entonces Rivera y Ca?as no lo sab¨ªan, pero se estaban reformulando su nicho electoral y su identidad pol¨ªtica, las esencias de su partido. Los entonces dirigentes del CCCB est¨¢n irreconocibles, pero en Ciudadanos siguen donde se situaba aquella gente de los noventa que no se hab¨ªa movido de los setenta. Inm¨®viles, se han pasado a?os intentando contraponer ciudadan¨ªa a nacionalismo y para acabar siendo m¨¢s nacionalistas que nadie. Dec¨ªan ofrecer un modelo de ciudadan¨ªa que part¨ªa del liberalismo nada menos. Vuelta a los setenta, juntas liberalismo y constituci¨®n en la misma frase y se cuelga el ordenador. Dec¨ªan luchar contra los dogmas identitarios pero ha acabado super¨¢ndolos en el empe?o, tanto que ha arrebatado al PP la bandera espa?ola.
Han atizado tanto el fuego del conflicto ling¨¹¨ªstico que solo les quedan cenizas
Por encima de todo, dec¨ªan, Ciudadanos naci¨® para volver a las ra¨ªces de la democracia, esa donde no cabe el derecho a decidir. Es lo que tiene ser un identitario redomado, la identidad no se puede cambiar, es una y eterna. Y, adem¨¢s, la buena es la suya, su forma de ser espa?oles. Las dem¨¢s son siempre excluyentes.
Han atizado tanto el fuego del conflicto ling¨¹¨ªstico que solo les quedan cenizas. Todo fluye menos ellos, el mes pasado se otorg¨® el Premio Nacional de Cultura a Eduardo Mendoza, uno de los firmantes del manifiesto de apoyo del Foro Babel. Hace meses se me pregunt¨® si escritores catalanes que escriben en castellano deber¨ªan optar a los premios nacionales, mientras lo redacto me parece tan obvio que no contin¨²o.
Algunas cosas han cambiado tanto que hoy el hecho de que Mendoza firmara el manifiesto del Foro Babel es mucho m¨¢s su problema que el m¨ªo. Otras cosas cambian a peor, mi problema consiste en ver c¨®mo casi al mismo tiempo el Partido Aragon¨¦s niega la ciudadan¨ªa aragonesa a Jes¨²s Moncada, reduce el catal¨¢n a una caricatura y resume de esta manera el tratamiento de la diversidad que el Estado ha dado a sus lenguas y naciones, m¨¢s s¨²bditas que ciudadanas.
La evoluci¨®n de los hechos es tan r¨¢pida que el Gobierno de la Generalitat tiene que envainarse la imbecilidad del registro de adhesiones, son los ciudadanos con min¨²sculas de Catalu?a quienes decidir¨¢n de qu¨¦ manera quieren que se les registre, faltar¨ªa m¨¢s. Y ese aval va a depender de la evaluaci¨®n continuada de hechos y palabras. Mientras, los Ciudadanos con may¨²sculas pretenden hacernos creer que el registro de facto que supone un DNI o la supuesta servitud a un libro editado el a?o 1978 es suficiente para mantener viva la identidad y la cohesi¨®n. Muy a su pesar, existen los individuos y los colectivos y ambos se expresan, cambian, avanzan y, sobre todo, se relacionan con otros y entre s¨ª.
Y es que ciudad y ciudadan¨ªa, por s¨ª mismos, son conceptos tan llenos o tan vac¨ªos como naci¨®n y nacionalismo. Como democracia y liberalismo. Otra cosa que se pod¨ªa aprender en La ciutat de la difer¨¨ncia. Nada, que no la vieron, estuvieron sin estar.
Francesc Ser¨¦s es escritor.
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