¡°Dorribo me difam¨® para salir de prisi¨®n. Sorprende que siga en la calle¡±
El exministro dice que tiene una asignatura pendiente: demostrarse que hay vida tras la pol¨ªtica
Fueron 22 meses de sospechas y acusaciones de esc¨¢ndalo que arrancaron siendo ¨¦l un ministro del Gobierno de Espa?a pertrechado para liderar el socialismo en Galicia y que concluyen cuando ya es un diputado raso en el Congreso. Jos¨¦ Blanco (Palas de Rei, 1962) insiste, sin embargo, en que su decisi¨®n de buscar una nueva vida m¨¢s all¨¢ de la primera l¨ªnea pol¨ªtica es fruto de una ¡°reflexi¨®n¡± iniciada en 2008 y que la investigaci¨®n judicial ahora archivada no le ha forzado a renunciar a nada. ?Tiene su retirada vuelta atr¨¢s? ¡°Decir de ese agua no beber¨¦ ser¨ªa insensato¡±, responde.
Pregunta. ?Por qu¨¦ considera que no fue correcta la investigaci¨®n judicial a la que ha sido sometido?
Respuesta. No he cuestionado la investigaci¨®n judicial nunca. Yo he recurrido actuaciones que me parec¨ªa que no se ajustaban a derecho. Lo que buscaba con los recursos es que la verdad se abriera camino. Y as¨ª ocurri¨®, aunque despu¨¦s de un proceso excesivamente largo, despu¨¦s de mucha pena de telediario y despu¨¦s de ir desmontando paulatinamente las falsas acusaciones que se me imputaron. Es verdad que ¨²ltimamente solo se hablaba del tr¨¢fico de influencias, pero no hemos de olvidar que este proceso se inici¨® por un delito de cohecho que qued¨® descartado hace tiempo por el juez instructor. No hubo ninguna prueba que avalara esa infamia. Por el Supremo han pasado numerosos testigos. Todos a petici¨®n del fiscal, ninguno de la defensa, y todos negaron los hechos sobre los que se les preguntaba.
P. Cree entonces que actu¨® bien la juez de Lugo, la polic¨ªa¡
R. No voy a valorar el proceso. Ya hemos ido opinando en la medida que present¨¢bamos recursos. Me quedo con el final. Hubo primero un auto del instructor descartando el cohecho y la prevaricaci¨®n, y ahora de la sala descartando el tr¨¢fico de influencias. Esa es la verdad y adem¨¢s la verdad judicial.
P. Lo que llama pena de telediario es el da?o por el juicio de la opini¨®n p¨²blica. ?Someterse a ese juicio no les va en el cargo a los pol¨ªticos?
R. Creo que no. Los infundios no deben ser instrumentos para hacer pol¨ªtica. El da?o causado no va a ser reparado. Pero hay que abrir un tiempo nuevo. No guardo rencor hacia nadie. Me parece que es lo mejor. Pas¨¦ p¨¢gina el d¨ªa que conoc¨ª este auto.
P. ?Va a tomar alguna medida?
R. Sinceramente, no. No quiero volver a hablar de ese se?or que me hizo unas falsas imputaciones, no quiero volver a pensar en los que utilizaron esas falsas imputaciones para hacerme da?o personal y pol¨ªtico.
P. ?A qu¨¦ ha renunciado por culpa de esta investigaci¨®n?
R. Realmente no he renunciado a nada. He estado volcado en algo a lo que nunca hubiera imaginado que dedicar¨ªa 22 meses de mi vida. Es verdad que hab¨ªa mucha gente que me planteaba, dentro y fuera del partido, que impulsara el proyecto del PSOE en Galicia y encabezara la candidatura a la Xunta. Y eso me llevaba a una contradicci¨®n permanente: ver c¨®mo Galicia se desangra y la necesidad de aportar un proyecto alternativo al actual Gobierno de Feij¨®o y, por otro lado, el saber que tras 12 a?os en primera l¨ªnea de la pol¨ªtica era el momento de pensar en otras cosas. Tengo una asignatura pendiente conmigo mismo: demostrarme que hay vida m¨¢s all¨¢ de la pol¨ªtica. Llevo desde 2008 reflexionando sobre la necesidad de dar un paso fuera de la pol¨ªtica, sabiendo que estoy comprometido con unas ideas, que tengo un caudal infinito de confianza y agradecimiento hacia el partido y de reconocimiento hacia Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, quien me dio la posibilidad de desempe?ar un papel de relevancia.
P. Que se retire de la primera l¨ªnea satisfar¨¢ a quienes utilizaron los infundios para hacer pol¨ªtica, seg¨²n sus palabras.
R. No lo s¨¦. Pero tengo familia, amigos y proyectos a los que creo que puedo ser ¨²til. Puedo ser ¨²til a la pol¨ªtica y al PSOE estando en la retaguardia. Tengo vitalidad e ideas y en este momento la experiencia acumulada me ha producido una madurez y una visi¨®n de las cosas distinta. Quiero ayudar a frenar esta ola conservadora de contrarreformas que vive nuestro pa¨ªs. Se utiliza el ajuste econ¨®mico como excusa, pero la contrarreforma tiene una carga ideol¨®gica profunda.
P. Usted ha elegido esa opci¨®n. ?Cree que en Espa?a sus compa?eros pol¨ªticos y los ciudadanos est¨¢n preparados para que alguien en su situaci¨®n vuelva a la primera l¨ªnea como si no hubiese ocurrido nada?
R. Este pa¨ªs es muy respetuoso con las normas y el Estado de derecho funciona. A lo largo de este tiempo he encontrado un respeto profundo por parte de los ciudadanos. Hubo mucha gente que se me ha acercado para animarme y decirme que echaba de menos mi opini¨®n porque se me entend¨ªa muy bien.
P. ?Su decisi¨®n de no optar ahora a liderar el socialismo gallego tiene marcha atr¨¢s?
R. Este camino no tiene retorno, pero decir que de esta agua no beber¨¦ hoy ser¨ªa insensato.
P. ?Qu¨¦ diferencia hay en la situaci¨®n de Francisco Camps y la suya tras ser eximidos ambos de culpa por la justicia?
R. No se pueden comparar. A ¨¦l lo juzgaron y estuvo procesado. Yo no he llegado ah¨ª. Yo hab¨ªa anunciado que si se declaraba la apertura de juicio oral iba a dimitir porque creo que ah¨ª ya habr¨ªa una acusaci¨®n formal.
P. ?Sale usted m¨¢s limpio que ¨¦l pol¨ªticamente?
R. ?l sali¨® limpio cuando la justicia habl¨®. Si dijera lo contrario ser¨ªa una contradicci¨®n y hay que tener un respeto profundo por la presunci¨®n de inocencia.
P. ?Qu¨¦ propondr¨ªa cambiar en el sistema judicial espa?ol despu¨¦s de su experiencia?
R. Aunque hay que hacerlo con car¨¢cter general, cuando se trata de investigar a personas con notoriedad p¨²blica y que est¨¢n en el punto de mira de los ciudadanos hay que acelerar los procesos. No pueden eternizarse, porque dan lugar a juicios paralelos.
P. ?Nunca pens¨® que Dorribo era un empresario turbio?
R. Honestamente, no. No le conoc¨ªa. Las pocas veces que me ha coincidido estar con ¨¦l y con otras personas era una persona correcta. El desenga?o y la sorpresa han sido terribles.
P. ?Por qu¨¦ le se?al¨® a usted?
R. No solo a m¨ª. Fue a por el alcalde de Lugo, a por el presidente de la Audiencia lucense¡ Personas que han sido difamadas y que ya la justicia ha archivado la causa. Tambi¨¦n ha hecho declaraciones contra el portavoz del PP en el Senado. Ha hecho un totum revolutum como estrategia para salir de prisi¨®n. Entiendo que una persona en la c¨¢rcel lo puede estar pasando mal, pero de ah¨ª a imputar falsedades a los dem¨¢s hay una gran distancia. En la medida en que la juez o la instancia judicial que le correspondiera han ido averiguando que esas insinuaciones eran falsas o no constitu¨ªan un delito, se han ido archivando los casos.
P. Dorribo sigue en la calle.
R. Sorprendentemente s¨ª.
P. ?Cree que hay alguien detr¨¢s de Dorribo alimentando sus declaraciones judiciales?
R. Esa p¨¢gina ya la he superado. No quiero hablar de este se?or que me ha causado mucho da?o. Quiero que desaparezca de mis pensamientos.
P. ?Cometi¨® alg¨²n error como ministro que le llevara a tener este problema?
R. Ya s¨¦ que para algunos un ministro solo puede quedar con un empresario en el reservado de un buen restaurante a puerta cerrada, les parece vulgar hacerlo en la cafeter¨ªa de un ¨¢rea de servicio a plena luz del d¨ªa. Hay demasiada hipocres¨ªa.
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