El juez imputa a seis ¡®casuals¡¯ por la trifulca con ¡®mossos¡¯ durante su juicio

La trifulca en la Audiencia de Barcelona entre varios de los casuals ¡ªque estaban siendo juzgados por formar una organizaci¨®n criminal que se dedicaba a extorsionar a los locales de ocio nocturno¡ª y los mossos se ha saldado hasta ahora con seis imputados. El titular del juzgado de instrucci¨®n 24 de Barcelona, que investiga el caso, acusa a seis casuals de un delito de des¨®rdenes p¨²blicos, seg¨²n avanz¨® este lunes Europa Press.

El juez ha citado a tres de ellos el 2 de septiembre, y escuchar¨¢ en declaraci¨®n a los tres restantes el d¨ªa 12 del mismo mes. El titular del juzgado se ha basado en las im¨¢genes tomadas en la sala polivalente de la Audiencia de Barcelona, donde durante dos meses se celebr¨® el juicio, y en los partes m¨¦dicos de los dos polic¨ªas y los cuatro acusados que acabaron contusionados ¡ªtodos de car¨¢cter leve¡ª tras la refriega.

La trifulca devino el 27 de mayo, en una de las ¨²ltimas sesiones del juicio, que empez¨® el 2 de abril. Hasta ese d¨ªa, los acusados hab¨ªan gozado de una pl¨¢cida posici¨®n en la sala, donde com¨ªan y hablaban, e incluso abucheaban a los declarantes si no les gustaba lo que o¨ªan. Ante esa situaci¨®n, tras una reuni¨®n para abordar el tema, los Mossos d¡¯Esquadra decidieron incrementar la seguridad. El grupo de ¨¦lite ¡ªGEI¡ª escolt¨® de forma excepcional a los acusados a la Audiencia y dentro de la sala hubo un amplio despliegue policial. Eso despert¨® las quejas de los acusados, que vieron c¨®mo acababa su reinado.

Cuando la presidenta del tribunal, Elena Guindulain, intent¨® referirse al incremento de las medidas de seguridad, uno de los acusados protest¨® de manera reiterada. La magistrada no logr¨® imponer el orden ni con sus avisos, ni con sus llamadas al orden y al silencio, as¨ª que acab¨® expulsando al acusado. Cuando el resto procesados vieron que le sacaban, se levantaron e hicieron amagos de marchar tambi¨¦n. ¡°Si se va ¨¦l, nos vamos todos¡±, amenazaron y se dirigieron a la puerta. En ese momento fue cuando los agentes intervinieron, intentando impedirlo. El incidente degener¨® en empujones, agarrones y golpetazos.

La sesi¨®n tuvo que suspenderse. Pero cinco horas m¨¢s tarde, Guindulain opt¨® por una soluci¨®n poco usual. Recibi¨® uno a uno a los acusados, a los que les pregunt¨® si se ¡°compromet¨ªan a portarse bien¡±. Todos dijeron que s¨ª, y la magistrada les permiti¨® seguir en la sala, en contra de lo que hab¨ªa pedido la fiscal. Ana Gil. La representante del ministerio p¨²blico se ha visto obligada a llevar seguridad durante el juicio, que acab¨® con la condena del principal acusado, Ricardo Mateo, a 12 a?os y nueve meses de prisi¨®n. Gil ped¨ªa para ¨¦l 120 a?os de c¨¢rcel.¡°Me he sentido afrontada y violentada. Mi ¨¢nimo no est¨¢ en las mejores condiciones¡±, aleg¨® la fiscal, que defini¨® la situaci¨®n de ¡°excepcional¡± y ¡°violenta algarada¡±.

En sus conclusiones, el tambi¨¦n fiscal Gerardo Cavero insinu¨® que el altercado no era casual, sino fruto de un ¡°encargo¡± y critic¨® el comportamiento de los acusados. Estos, en su ¨²ltimo turno de palabra, alabaron a la presidenta del tribunal. ¡°Quiero mostrar mi gratitud al tribunal por su honorabilidad y su savoir faire, y en particular a do?a Elena por el equilibrio mostrado al poner orden en la sala con mano izquierda¡±, afirm¨® ante el micr¨®fono C¨¦sar Mu?oz, acusado de amedrentar a testigos y de tr¨¢fico de drogas.