¡®Manifestango¡¯ en Barcelona
El III festival 'Barcelona, Gardel, Buenos Aires' hace aflorar la cultura tanguera de la ciudad
Los personajes de Julio Cort¨¢zar sol¨ªan vagar por la ciudad. Cuando perd¨ªan el ¡°rumbo fijo¡± encontraban pasajes que los llevaban m¨¢gicamente de Buenos Aires hacia les rues de Par¨ªs. Si el escritor pudiera deambular ahora por Barcelona, estar¨ªa afectado por el mismo hechizo surrealista de sus cuentos: los arcos de la Plaza Real no conducir¨ªan a Paris, pero s¨ª de vuelta a la capital bonaerense porque Barcelona acoge hasta el 29 de julio la tercera edici¨®n del festival de tango Barcelona, Gardel, Buenos Aires: una decena de escenarios (desde el castillo de Montjuic hasta diferentes locales en los barrios de Gr¨¤cia, el G¨®tico o el Raval).
Los tacones de agujas se arrastran sensualmente por las milongas, la tradicional pista de baile del tango. ¡°Siempre ha existido un v¨ªnculo entre las dos ciudades, pero faltaba una actividad que las juntara¡±, explica Rafael Veljanovich, director de un festival posible gracias al acuerdo entre el ministerio de Cultura argentino y el consistorio barcelon¨¦s. El presupuesto es de 36.000 euros, la mayor¨ªa aportada por el gobierno argentino. Veljanovich insiste en que Carlos Gardel fue el arquitecto que uni¨® las dos orillas: ¡°Barcelona fue la puerta de entrada a Europa del cantante, donde debut¨® en 1925 en el teatro Goya y grab¨® por primera vez sus discos con el sistema el¨¦ctrico¡±. Unos acordes que quedaron impresos en la cultura catalana que los acogi¨® y los hizo suyos.
Hay 12 milongas en Barcelona que ofrecen la oportunidad de bailar tango todos los d¨ªas. El circuito todav¨ªa es poco conocido; por eso el objetivo del festival es ampliar el horizonte de la cultura tanguera y ¡°mostrar desde los artistas m¨¢s consagrados hasta los artistas locales en sus primeras armas en este g¨¦nero¡±, relata el director. As¨ª, de las 10 actividades, siete son gratuitas para estimular no s¨®lo la m¨²sica sino tambi¨¦n el aprendizaje del baile.
Parejas intergeneracionales y tambi¨¦n queer van haciendo suyo el festival, que arranc¨® el pasado jueves en Casa Am¨¦rica, ha ido siguiendo por Casa Valencia y ha llegado hasta El Corte Ingl¨¦s de Portal del ?ngel, donde se han dado clases gratuitas de tango. La Yumba, reconocida milonga y sede social del Centro Cultural del Tango de Barcelona, es parada obligada. Sus directores argentinos, Graciela y Osvaldo, pareja tanguera premiada internacionalmente, aseguran que el movimiento en la ciudad ¡°es muy potente¡±: su pista de baile acomoda una media de entre 100 y 150 personas cada sesi¨®n.
Veljanovich enfatiza que ha habido un cambio muy grande en el movimiento tanguero de Catalu?a en los ¨²ltimos a?os: ¡°La mayor¨ªa del p¨²blico que bailaba antes eran inmigrantes suramericanos. Hoy, que el tango se ha vuelto a poner de moda, hay ya muchos m¨¢s catalanes o espa?oles que argentinos¡±. Tambi¨¦n la edad de los tangueros ha mudado: el tanguero se ha rejuvenecido.
Los organizadores esperan a m¨¢s de un centenar de parejas en el encuentro previsto para el domingo en la plaza Real: una gran milonga a cielo abierto como aperitivo a la gran noche de clausura del festival el lunes 29 en el teatro Grec, donde las estrellas del tango aterrizar¨¢n en el anfiteatro. Rodolfo Mederos, notable compositor argentino, actuar¨¢ acompa?ado de Martirio. Seg¨²n Veljanoch, ese encuentro es ¡°la historia de dos virtuosos que se estaban buscando mutuamente y que al final se unen a 10.000 km de Buenos Aires. Ser¨¢ una pieza de colecci¨®n para el festival¡±. El repertorio prev¨¦ canciones de Gardel, Canaro, Piazzolla... El a?o pasado participaron m¨¢s de 15.000 personas. Ahora se quiere sumar m¨¢s p¨²blico a un evento bautizado por su creador como ¡°manifestango¡± en aras de conseguir que un d¨ªa, como ocurre en Buenos Aires, las calles de Barcelona se llenen de parejas bailando el tango.
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