Fall¨® la coordinaci¨®n durante el rescate

La coordinaci¨®n en las labores de auxilio tras el accidente del tren Alvia fue deficiente, seg¨²n se desprende de los partes oficiales del servicio de Emergencias 112 de la Xunta, a los que ha tenido acceso este peri¨®dico. Se tard¨® m¨¢s de dos horas en decretar el nivel de alerta 2, el requerido para un siniestro as¨ª y durante una hora y 46 minutos no lleg¨® el cami¨®n de las comunicaciones desde donde se deber¨ªa dirigir el dispositivo. Durante 100 minutos, el hombre al frente del operativo lo coordin¨® a trav¨¦s de tel¨¦fonos m¨®viles. Los dos helic¨®pteros movilizados no llegaron a despegar y hubo dificultades para disponer de grupos electr¨®genos para iluminar la zona. La solidaridad de los vecinos y el empe?o de todos los profesionales de emergencias desplazados suplieron los fallos del operativo, seg¨²n varios testigos que participaron en el rescate.

El registro de llamadas revela que no hubo coordinador sanitario

¡°Ya en las im¨¢genes de televisi¨®n se observaba a gente co n pantal¨®n corto y zapatillas deportivas ayudando en el rescate¡±, sostiene uno de los t¨¦cnicos consultados. ¡°Eso, visto por un experto es todo un ejemplo de descoordinaci¨®n. Dos horas despu¨¦s, eso no puede suceder. Todo tiene que estar en manos de los profesionales¡±.

Seg¨²n el informe confidencial en poder de EL PA?S, la primera llamada al 112 se produce a las 20.41 horas del d¨ªa 24 de julio de 2013. Es una vecina que alerta no solo de un accidente de tren. Ya en ese primer momento avisa de la existencia de fallecidos. Esa llamada se tramita y se pone a la testigo en contacto con el 061 (urgencias sanitarias) para que describa la situaci¨®n. Santiago es ese d¨ªa una ciudad blindada por las fiestas del Ap¨®stol, con 500 efectivos entre polic¨ªa nacional, polic¨ªa local y Protecci¨®n Civil, seg¨²n la Delegaci¨®n de Gobierno.

Fall¨® la coordinaci¨®n durante el rescate

Tras recibir esa primera llamada, el 112 moviliza a bomberos, ambulancias, polic¨ªa nacional y polic¨ªa local y vuelve a poner en contacto a los bomberos con la persona que lanza el aviso. Del an¨¢lisis de las llamadas no se desprende qu¨¦ tipo de alerta se est¨¢ aplicando. Seg¨²n los expertos que han repasado el parte oficial de esa fat¨ªdica noche, ¡°se tard¨® mucho en declarar el nivel ¡ªexactamente dos horas¡ª que permite pedir recursos a otras provincias, pero, adem¨¢s, la coordinaci¨®n en los niveles previos al 2 brilla por su ausencia¡±. La Xunta alega que los medios se pidieron mucho antes de decretar esa alerta. Seg¨²n el plan de emergencias de Galicia, en el nivel 0 la coordinaci¨®n compete al alcalde; en el nivel 0E, al alcalde con asesoramiento de la Xunta; en el nivel 1, el responsable es el delegado de la Xunta en la provincia. Un portavoz de la vicepresidencia de la Xunta, responsable de las emergencias, sostiene que ¡°el mando lo ejerci¨® el director general de emergencias¡± y que la coordinaci¨®n ¡°se llev¨® a cabo en el 112 y se desplaz¨® un centro avanzado al lugar¡±. Los partes oficiales constatan que el puesto de mando avanzado lleg¨® a la curva de A Grandeira a las 22.27 horas, una hora y tres cuartos despu¨¦s del accidente y cuando bomberos, polic¨ªa y Protecci¨®n Civil ya llevaban mucho rato rescatando heridos y cubriendo los cad¨¢veres. La Xunta explica que no pudo entrar hasta que salieron camiones de bomberos y ambulancias.

El informe tambi¨¦n destapa que el 061 solicit¨® el env¨ªo del primer helic¨®ptero a la zona de la cat¨¢strofe a las 20.51, diez minutos despu¨¦s del choque del tren. Y 90 segundos m¨¢s tarde, da la orden de despegar al segundo helic¨®ptero. Ninguna de las dos aeronaves llega a hacerlo. El primero alega dificultades por la niebla y avisa de que los m¨¦dicos esperan para ser trasladados en ambulancia. Lo comunica al 112 a las 21.05 horas. A las 21.06, el segundo helic¨®ptero explica que tambi¨¦n se queda en tierra ¡°por una aver¨ªa¡±.

Un profesional curtido en emergencias durante m¨¢s de 30 a?os asegura que ¡°el 112 opera como un centro de atenci¨®n de llamadas, lo cual s¨ª parece hacer durante el accidente. El problema surge cuando no se activa un centro de coordinaci¨®n y eso parece ocurrir, pues si se hubiera activado, las peticiones de los miembros de la polic¨ªa y bomberos se habr¨ªan realizado a trav¨¦s de sus delegados en ese centro de coordinaci¨®n¡±. Un segundo t¨¦cnico lanza esta pregunta: ¡°A las 22.15 horas, el 061 pide al 112 que le ponga en contacto con la polic¨ªa, ?todav¨ªa no hay puesto de mando ni fijo ni avanzado?¡±. El mando avanzado, seg¨²n se desprende de las conversaciones, lleg¨® a la zona diez minutos m¨¢s tarde (22.27).

Seg¨²n los partes del 112, la polic¨ªa local de Santiago pidi¨® generadores de energ¨ªa para alumbrar la zona cero a las 21.41. Los bomberos de Santiago insistieron en esa demanda a las 22.14 horas. Y el 061 reclama lo mismo a las 22.33 horas. La noche se estaba echando encima y empezaba a dificultar las tareas de rescate.

Otro de los datos que sorprenden a los t¨¦cnicos de emergencias consultados es que el 112 tiene que llamar a Adif a las 21.04 para solicitar el modelo de tren accidentado y que la empresa a esa hora no est¨¦ en condiciones de responder. Es a las 21.09, cuando informa del tipo de tren y, lo m¨¢s relevante, de que en su interior hay 224 pasajeros. ¡°Son demasiados 30 minutos \[desde el accidente\] para dar esa informaci¨®n y adem¨¢s se aprecia que Adif comunica informaci¨®n contradictoria sobre su ubicaci¨®n¡±.

Otro veterano bregado en la gesti¨®n de emergencias plantea dudas sobre si Adif activ¨® correctamente su plan director de seguridad y si Renfe hizo lo propio con su plan de comunicaci¨®n y plan de emergencia. Un portavoz de Adif sostiene que su centro de control H24 ¡°tuvo conocimiento del accidente por la conversaci¨®n que el maquinista mantuvo con el H24 justo despu¨¦s de producirse¡±. En ese momento, Adif activ¨® el protocolo de actuaci¨®n en caso de descarrilamiento y, conocedor de que era en un tren de pasajeros, avis¨® al 112 de posibles heridos. Cuando se recibieron m¨¢s datos de las redes instaladas en la zona y de los primeros t¨¦cnicos que llegaron, Adif asegura que fue elevando el grado de gravedad del accidente¡± y a?ade que activ¨® sus dispositivos ¡°pr¨¢cticamente en tiempo real y que en cinco minutos todo el mundo estaba movilizado¡±.

Un portavoz de Renfe explica que ¡°el plan de emergencia y de comunicaci¨®n se activ¨® desde el minuto cero ya que los protocolos de actuaci¨®n est¨¢n ya establecidos y se han practicado simulacros de emergencia¡±. En algunos planes de emergencia, Renfe establece el desplazamiento de trenes hasta el accidente, con m¨¢quinas de tracci¨®n di¨¦sel para el transporte de heridos. ¡°Ese sistema se podr¨ªa haber usado para llevar heridos menos graves a otras ciudades y no colapsar Santiago¡±, se?ala un experto. Ni Renfe ni Adif detallan las horas y niveles de emergencia decretados.

La ausencia de un coordinador efectivo hasta casi dos horas despu¨¦s de que se produjese el siniestro se aprecia en el funcionamiento del dispositivo. Como ejemplo, el sistema sanitario. El detalle de las llamadas constata que a las 21.13 horas, la polic¨ªa pide m¨¢s ambulancias al 112. ¡°?No hab¨ªa llegado ning¨²n coordinador sanitario que pueda definir el tipo de recursos que se necesitan?¡±, se pregunta un experto. Nueve minutos despu¨¦s, es la polic¨ªa local de Santiago la que hace la misma demanda. Y a las 21.46, una hora despu¨¦s del accidente, 061 est¨¢ todav¨ªa preguntando c¨®mo hacer llegar las ambulancias.

Sobre el trabajo de las polic¨ªas, el sentir general es que fue encomiable. El propio jefe superior felicit¨® a sus efectivos glos¨® dos d¨ªas despu¨¦s su rapidez de respuesta. Los expertos van m¨¢s all¨¢: ¡°Se les ve rescatando gente en lugar de llevar a cabo un control de acceso a la zona. No se solicit¨® colaboraci¨®n de la Guardia Civil de Tr¨¢fico, que deber¨ªa haber colaborado en esa regulaci¨®n¡±.

Este peri¨®dico ha recabado testimonios de bomberos que acudieron al accidente desde distintos lugares de Galicia. Los de los parques comarcales est¨¢n contratados por empresas privadas a trav¨¦s de un consorcio provincial pero ni sus comunicaciones ni sus medios est¨¢n homologados a los que usan sus compa?eros de Santiago, que son funcionarios. Uno de ellos describe as¨ª su experiencia: ¡°Llegamos justo despu¨¦s de los bomberos de Santiago. En Galicia, cada parque tiene cascos de diferentes colores. A simple vista es imposible distinguir a los mandos. Nos dirigimos a los compa?eros de Santiago. Estaban extinguiendo el incendio de la locomotora trasera. Necesitaban agua. Acoplamos el cami¨®n al suyo. Se buscaba a personas con vida. Me met¨ª en el primer vag¨®n y ah¨ª perd¨ª al resto de mi gente; buceamos por los vagones y nos lleg¨® el mensaje de que solo quedaba una persona con vida atrapada bajo el tren. No encontramos a nadie, hab¨ªa fallecidos y esos son los que menos prisa corren. All¨ª empezamos a extraer v¨ªctimas, pero no hab¨ªa morgue. Hab¨ªa vecinos, gente dentro sin casco y sin guantes. Lo hacen con buena voluntad pero habr¨ªa que acordonar la zona y no se puede hacer correr esos riesgos. Gente sin protecci¨®n¡±.

¡°Con los bomberos de Santiago no hablamos nunca por radio¡±, prosigue. ¡°No sabemos c¨®mo funcionan sus equipos. No hab¨ªa una coordinaci¨®n de gente descansando para luego volver a entrar. Lo hablamos entre nosotros y fuimos organizando. All¨ª resolv¨ªamos los problemas tirando de solidaridad y voluntarismo. Se nos hizo de noche y no se sab¨ªa d¨®nde iban a poner los focos. Trabajamos al principio con linternas. A¨²n hoy no s¨¦ qu¨¦ nivel de alerta se decret¨®. No hubo un mando de bomberos que asuma la intervenci¨®n: hubo una coordinaci¨®n espont¨¢nea, en principio dirigida por el sargento de Santiago¡±.