¡°No vengo con miedo porque s¨¦ que no va a volver a pasar, pero impone¡±
El primer Alvia 01455 circul¨® ayer por la v¨ªa donde descarril¨® el tren el pasado mi¨¦rcoles
Eran casi las nueve menos veinte y Teresa Quint¨¢s miraba ayer insistentemente hacia la v¨ªa n¨²mero 4 de la estaci¨®n de tren de Santiago. Acababan de anunciar el Alvia 04155, procedente de Madrid: ¡°Mi hermana iba a venir en el tren del mi¨¦rcoles; este a?o no se quer¨ªa perder los fuegos del Ap¨®stol. Menos mal que en el trabajo no le dieron los d¨ªas¡±. La v¨ªa 1, por la que circulaba el tren que descarril¨®, qued¨® inutilizada y no se pudo abrir hasta ayer. El Alvia que sale de Madrid a las tres, que iba completo y lleg¨® casi puntual (20.43), volv¨ªa a circular por ella. Y los pasajeros lo sab¨ªan. ¡°Al acercarnos a la curva, la velocidad se redujo a unos 40 kil¨®metros por hora. Todo el mundo se asom¨® para mirar. Un se?or hasta sac¨® una foto¡±, contaba la hermana de Teresa, Merche, nada m¨¢s pisar el and¨¦n.
¡°No me explico c¨®mo pudo pasar. He hecho tantas veces este viaje... Antes del t¨²nel es cuando avisan de la siguiente estaci¨®n. La gente se levanta, coge la maleta...¡±, dec¨ªa Merche, que lleva 20 a?os haciendo ese recorrido. Not¨® nervios entre los pasajeros. ¡°Yo no vengo con miedo porque s¨¦ que no va a volver a pasar, pero impone¡±, confesaba. M¨¢s de una persona llam¨® al m¨®vil al viajero al que esperaba cuando se form¨® un peque?o atasco en el ascensor y algunos tardaban en salir: ¡°?Llegaste?¡±, preguntaban.
¡°Me imagino lo que tuvo que ser. Los familiares y amigos esperando en la estaci¨®n sin noticias, sin saber a qu¨¦ atenerse¡±, dec¨ªa en la cafeter¨ªa Jos¨¦ Ram¨®n, que con su mujer, Pepita, esperaba a una amiga madrile?a que veranea con ellos en Muros, localidad cercana a Santiago. ¡°Pudimos ser nosotros. Nieves coge este tren, el de las tres, todos los a?os. Hace unos d¨ªas nos llam¨® y nos dijo: ¡®Voy el 24 o el 29. Ya os avisar¨¦¡¯. Lo cambi¨® para hoy porque le sal¨ªa mejor de precio¡±. A su llegada, Nieves cont¨® que los pasajeros de su vag¨®n parec¨ªan tranquilos. Ella, ¡°no tanto¡±.
David P¨¦rez, de Vigo, casi ni se enter¨®: ¡°Unos 15 minutos antes el tren circulaba con normalidad a unos 180 por hora¡±. Aseguraba que no se dio cuenta de cu¨¢ndo pas¨® por la curva. ¡°Fue reduciendo poco a poco hasta 40 o 45 y al poco ya est¨¢bamos en la estaci¨®n¡±.
Con informaci¨®n de David Reinero.
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