El patrimonio desprotegido

Le ocurri¨® no hace mucho a una patrulla de la Guardia Civil cuando detuvo a un vecino de Sevilla que fue sorprendido expoliando un yacimiento arqueol¨®gico de Ciudad Real: ¡°No me denuncien, det¨¦nganme¡±, les dijo el infractor a los agentes. Por sorprendente que parezca, el expoliador sab¨ªa muy bien lo que dec¨ªa. La impunidad penal con la que casi siempre se despachan los ataques al patrimonio hist¨®rico es uno de los factores que ha alentado el resurgir de grupos y bandas especializadas. Y Andaluc¨ªa, con m¨¢s de 3.000 yacimientos arqueol¨®gicos catalogados, es uno de los lugares favoritos para los cacos, a los que anima un mercado negro que mueve millones de euros.

La detenci¨®n esta semana de dos hermanos sevillanos ¡ªuno de ellos imaginero de profesi¨®n¡ª acusados de haber esquilmado la Casa de la Provincia hispalense y numerosas iglesias de Andaluc¨ªa y Portugal ha reabierto el debate sobre la desprotecci¨®n del patrimonio hist¨®rico, muy especialmente el de los yacimientos arqueol¨®gicos, mucho m¨¢s diseminado y menos vigilado.

En la misma operaci¨®n, la Guardia Civil detuvo a seis personas en Alcolea del R¨ªo y Brenes? (Sevilla) que llevaban casi una d¨¦cada desvalijando yacimientos arqueol¨®gicos de Castilla-Le¨®n y que hab¨ªan sustra¨ªdo un busto de m¨¢rmol del emperador romano Marco Aurelio en una iglesia de Le¨®n. ¡°Esta banda empez¨® a operar en Sevilla y m¨¢s tarde, conforme fueron conociendo el mercado negro, se fue expandiendo por otras comunidades¡±, apunta Jes¨²s G¨¢lvez, jefe del Grupo de Patrimonio Hist¨®rico de la Unidad Central Operativa (UCO).

Parece claro, pues, que los expoliadores no tienen fronteras. ¡°Conocen bien la zona antes de perpetrar sus robos¡±, a?ade el comandante G¨¢lvez. Los agentes sostienen que los saqueadores suelen contar con un intermediario que les compra la mercanc¨ªa para, despu¨¦s, intentar introducirla en el mercado l¨ªcito con facturas falsas u otras formas de blanqueo. Otras veces, en cambio, la venta se hace directamente a coleccionistas nacionales e internacionales.

Uno de los expolios de este tipo que alcanz¨® mayor relevancia fue el de dos capiteles cordobeses de ¨¦poca omeya que acabaron en la sala de subastas Sotheby?s de Londres, aunque finalmente la puja (que lleg¨® hasta las 70.000 libras) qued¨® desierta. En este caso, como en otros muchos, la principal dificultad de los investigadores es determinar el origen de las piezas. Tambi¨¦n el a?o pasado, agentes de la polic¨ªa de Ja¨¦n recuperaron en Pedro Abad (C¨®rdoba) dos estatuas de bronce del alto imperio romano que formaban parte del grupo escult¨®rico de Castor y P¨®lux. La polic¨ªa abort¨® la operaci¨®n antes de la venta de estas piezas a un comprador italiano a trav¨¦s de intermediarios que operaban desde Ja¨¦n y Sevilla.

El Servicio de Protecci¨®n a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil realiza cada a?o m¨¢s de 500 actuaciones por expolios arqueol¨®gicos en el pa¨ªs y Andaluc¨ªa est¨¢, junto con Valencia y las dos Castillas, entre las comunidades m¨¢s afectadas. ¡°En los ¨²ltimos tiempos est¨¢n aumentando las denuncias por el uso il¨ªcito de los detectores de metales¡±, indica Jes¨²s G¨¢lvez. Se trata de un artilugio cuya adquisici¨®n es legal en Espa?a y sobre el que no hay ning¨²n control administrativo. Solo se puede denunciar su utilizaci¨®n si se ha constatado su uso en una zona pr¨®xima a un yacimiento o con la intenci¨®n de expoliar. La Guardia Civil ha detectado tambi¨¦n la utilizaci¨®n de georradares en alg¨²n expolio.

M¨¢s desprotecci¨®n sufren a¨²n las pinturas rupestres, muchas de las cuales ubicadas en las sierras de Ja¨¦n, Granada y Almer¨ªa fueron declaradas hace 15 a?os Patrimonio Mundial por la Unesco. ¡°El principal da?o viene de la mano del hombre porque no existe la suficiente concienciaci¨®n para conservar un legado con m¨¢s de 6.000 a?os de antig¨¹edad¡±, explica Manuel Gabriel L¨®pez Payer, doctor en Prehistoria de la Universidad Complutense y consejero del Instituto de Estudios Giennenses (IEG).