El laberinto de los museos vascos

Museos en Euskadi hay de todo. Hay seis etnogr¨¢ficos, otros dedicados a la miel, la sidra o las mariposas. Hasta la Ertzaintza tiene uno. 110 centros componen el mapa, un entramado sobre el que la consejera de Cultura, Cristina Uriarte, advirti¨® que urg¨ªa un reordenamiento el pasado mes de febrero, en la comparecencia que ofreci¨® en el Parlamento para explicar las principales l¨ªneas de actuaci¨®n que van a guiar al Departamento durante la legislatura. Pero de esa necesaria reestructuraci¨®n no hay ni rastro en la Estrategia de Redimensionamiento del sector p¨²blico que present¨® el lehendakari, I?igo Urkullu, el pasado martes. ¡°Tenemos buenos museos, muchos museos, demasiados quiz¨¢s¡±, lanz¨® Uriarte, que precis¨® que la red de centros ¡°nos genera problemas de sostenibilidad. En este momento es muy dif¨ªcil que todos los museos cumplan con la tarea que les corresponde¡±.

El Gobierno s¨®lo

La consejera entonces avanz¨® como posible l¨ªnea de trabajo la colaboraci¨®n entre los diversos centros, los principales, ¡°los museos clave¡±, en palabras de Uriarte, se supone deber¨¢n dar cobertura a los m¨¢s peque?os. ¡°Se puede hacer trabajo en red y, adem¨¢s, es urgente hacerlo. Es la ¨²nica oportunidad para mantener el sistema de museos¡±, vaticin¨® la consejera. La pregunta es c¨®mo. La crisis no s¨®lo ha golpeado a los peque?os centros, tambi¨¦n a los de referencia, como el Artium, que lleg¨® a plantear un ERE y sobre el que Uriarte se comprometi¨® a ¡°minimizar los ajustes presupuestarios¡±. El Gobierno vasco s¨®lo posee y, por tanto, controla al cien por cien, dos museos de esos 110 que hay en Euskadi; el Museo del Ferrocarril y el de la Ertzaintza.

Sobre el resto no tiene potestad directa, aunque sufrague parte de su financiaci¨®n v¨ªa subvenciones y ayudas, y respecto a los grandes ¡ªGuggenheim, Artium o Balenciaga, entre otros¡ª, comparte los asientos de responsabilidad con otras instituciones como las diputaciones, los ayuntamientos o el Ministerio de Cultura. Y como se pudo comprobar la pasaba legislatura ¡ªlas desavenencias entre el Ejecutivo socialista y Bizkaia en el Guggenheim o con Bildu en Tabakalera, por ejemplo¡ª puede resultar harto dif¨ªcil alcanzar un consenso en esos patronatos. La Estrategia de Redimensionamiento de Urkullu s¨®lo recoge planes espec¨ªficos para el Museo del Ferrocarril, que, parad¨®jicamente o no, por su tem¨¢tica est¨¢ adscrito al Departamento de Pol¨ªtica Territorial y no al de Cultura. La Fundaci¨®n que hasta ahora gestionaba el centro se disolver¨¢ y el Museo pasar¨¢ a integrarse en Euskotren.

El Gobierno segir¨¢ en las fundaciones de los grandes museos

¡°No se est¨¢n cumpliendo los objetivos que se pretend¨ªan con la creaci¨®n de esta Fundaci¨®n¡±, espec¨ªfica el texto del Gobierno vasco, que espera con la reestructuraci¨®n un ¡°ahorro de costes¡± y ¡°mayor control de gesti¨®n¡±. Por el contrario, el plan de Urkullu se?ala para el resto de centros en los que participa el Departamento de Cultura a trav¨¦s de una entidad (Balenciaga, Artium, Museo de la Paz de Gernika, el Bellas Artes de Bilbao o el Guggenheim) la permanencia en esas fundaciones, tal y como viene haciendo hasta ahora, aunque propone la realizaci¨®n de un nuevo an¨¢lisis a largo plazo. Este nuevo estudio deber¨¢ abordar la capacidad de control del Gobierno vasco sobre la entidad midiendo su peso relativo en la misma, las consecuencias de una supuesta salida del Ejecutivo, como el destino del patrimonio o la recuperaci¨®n del capital invertido, o su sostenibilidad. ¡°No tenemos recursos para mantener en su situaci¨®n actual la arquitectura y la separaci¨®n de los museos. La crisis nos ha forzado a la colaboraci¨®n y la subsidiariedad. Tenemos la posibilidad de cambiar y de ser m¨¢s eficaces¡±, apost¨® Uriarte en su comparecencia de febrero. Este peri¨®dico se puso en contacto con Cultura, que no pudo especificar los trabajos realizados hasta la fecha por la consejer¨ªa para abordar el reordenamiento de los museos.