Si eres de izquierdas, ?por qu¨¦ tienes tanto dinero?
En la pol¨ªtica catalana existen algunos t¨®picos tan arraigados que acabamos d¨¢ndolos por v¨¢lidos de forma acr¨ªtica. Uno de ellos se refiere al rol que ejerce la clase social en el terreno de la pol¨ªtica. En concreto, se asume que la burgues¨ªa se ha alineado tradicionalmente con CiU y, en cambio, las clases trabajadoras lo han hecho con el PSC e ICV. Si bien es cierto que las bases del PSC tienen un marcado perfil obrero, este no es de ning¨²n modo el caso de Iniciativa. En realidad, la formaci¨®n ecosocialista se caracteriza por ser de la clase alta y media-alta.
Tal afirmaci¨®n puede generar extra?eza (e incluso enojo) pero as¨ª lo avalan los datos. Las encuestas del CIS han mostrado de forma sistem¨¢tica que los votantes de ICV provienen m¨¢s de las clases media-alta y alta (algo menos del 50%) que de las clases obreras (alrededor del 30%). Eso no significa que Iniciativa sea un partido de directivos y empresarios. En realidad, ICV ha sido particularmente h¨¢bil en atraer las categor¨ªas de profesionales, t¨¦cnicos, cient¨ªficos e intelectuales, todos ellos con una alta cualificaci¨®n y con salarios notablemente por encima de la media. Seg¨²n datos del INE, estos perfiles profesionales tendr¨ªan unos salarios medios anuales de casi el 50% superiores a la media.
Iniciativa per Catalunya se caracteriza por ser una formaci¨®n de clase alta y media-alta
El elevado estatus socioecon¨®mico de los simpatizantes de ICV puede sorprender si tenemos en cuenta su implantaci¨®n geogr¨¢fica, pues los feudos de Iniciativa se encuentran especialmente en el ¨¢rea metropolitana de Barcelona, una zona con ciudades m¨¢s pobres y con una mayor presencia de la clase obrera. Eso ha llevado a algunos a considerar de forma precipitada que ICV es el partido que votan obreros e individuos de menor renta.
Sin embargo, esta conclusi¨®n incurre en un error l¨®gico conocido como falacia ecol¨®gica: deducir err¨®neamente comportamientos individuales a partir de datos agregados. Dicho de otro modo, puede que los votantes de ICV vivan en ciudades con mayor presencia de la clase obrera, pero ello no les convierte de forma autom¨¢tica en obreros.
En realidad, Iniciativa per Catalunya es particularmente atractiva entre los ciudadanos pudientes que viven en las grandes ciudades del ¨¢rea metropolitana de Barcelona. Si analizamos la encuesta preelectoral del CIS de 2012, los datos parecen claros: un 16% de los habitantes del ¨¢rea metropolitana con estudios universitarios declaraba su intenci¨®n de votar a ICV (s¨®lo el 6% de este colectivo lo har¨ªa al PSC). Sin embargo, Iniciativa apenas atra¨ªa el 5% de los ciudadanos con estudios primarios o inferiores ¡ªla mayor¨ªa, el 32%, se declaraban simpatizantes del PSC¡ª. En definitiva, ICV es un partido de votantes mayoritariamente acomodados, muchos de los cuales viven en ciudades no tan acomodadas.
Este an¨¢lisis cambia radicalmente si nos centramos en la clase social subjetiva, pues pr¨¢cticamente ning¨²n votante de ICV se describe a s¨ª mismo como adinerado en las encuestas. Seg¨²n el primer bar¨®metro del CEO de este a?o, Iniciativa ser¨ªa el partido en Catalu?a con un menor porcentaje de su electorado que se defina a s¨ª mismo como de clase media-alta y alta. Es decir, si nos centramos exclusivamente en las percepciones subjetivas, ICV ser¨ªa un partido de clases media y media-baja.
Una posible explicaci¨®n podr¨ªa ser que para muchos existe cierta contradicci¨®n en el hecho de tener m¨¢s dinero que la media y tener valores de izquierda al mismo tiempo
As¨ª, la autoimagen que tienen los simpatizantes de ICV distan notoriamente de sus condiciones socioecon¨®micas objetivas. Una posible explicaci¨®n podr¨ªa ser que para muchos existe cierta contradicci¨®n en el hecho de tener m¨¢s dinero que la media y tener valores de izquierda al mismo tiempo. Se trata de lo que el fil¨®sofo de Oxford, Gerald Cohen, calificaba como el problema del ¡°rico igualitarista¡± y que aqu¨ª muchos lo traducir¨ªan, no sin cierta maldad, como el dilema del ¡°pijo-progre¡±. El dilema es como sigue: ?Deber¨ªan los ricos de izquierdas ser consecuentes con sus ideales y donar parte de su dinero a los pobres? Un igualitarista con una renta por encima de la media podr¨ªa decidir redistribuir esa parte sobrante entre los que est¨¢n por debajo de ese nivel.
Existen argumentos m¨¢s o menos convincentes que ayudar¨ªan al rico de izquierdas a conciliar sus problemas de conciencia: ¡°La desigualdad debe ser un objetivo de los poderes p¨²blicos y no de los ciudadanos a t¨ªtulo individual¡±, ¡°es absurdo que una sola persona done su dinero pues con ello s¨®lo se consigue in¨²tilmente sumarse a las filas de los pobres sin que ello erradique la desigualdad¡± o, incluso, ¡°la caridad individual no elimina las verdaderas fuentes de desigualdad¡±, entre otros argumentos. A¨²n as¨ª puede que no sea f¨¢cil para muchos evitar las disonancias que genera ser de izquierdas teniendo una renta superior a la media. En definitiva, la imagen de que ICV es un partido de obreros y de votantes de rentas humildes no parece ajustarse a la realidad. Lo que define a Iniciativa no es el origen socioecon¨®mico de sus bases, sino su marcada ideolog¨ªa de izquierda. Y es que, al fin y al cabo, ICV vende valores, no lealtades de clase.
Llu¨ªs Orriols es doctor por la Universidad de Oxford y profesor de ciencia pol¨ªtica en la Universidad de Girona.
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