Las fiestas como term¨®metro social
Las cuadrillas de blusas y ¡®neskas¡¯ activan medidas para que compa?eros en dificultades no se queden atr¨¢s
Este a?o son 200 menos, pero la bajada del n¨²mero de blusas y neskas respecto al a?o anterior no se ha notado en las calles, repletas en las fiestas de Vitoria de este a?o de las mismas chanzas, gritos y c¨¢nticos de otros a?os. Ser blusa o neskacuesta lo suyo, con cuotas por una buena semana de juerga que alcanzan hasta cantidades cercanas a los 300 euros. La f¨®rmula intermedia, la de salir un ¨²nico d¨ªa con una cuadrilla, es una cuesti¨®n que gana adeptos, pero que Aitor San Pedro, presidente de la comisi¨®n de blusas, considera anecd¨®tica y asegura que es la opci¨®n de quienes no tienen vacaciones. Los Txismes, la cuadrilla que sale una vez al a?o, pagan 85 euros por un buen d¨ªa de juerga. El resto ¡°o todos los d¨ªas, o ninguno¡±. Sin medias tintas.
La incidencia de la crisis, mucho mayor en 2013 que en a?os anteriores en el caso de Vitoria, ha hecho que las cuadrillas activen mecanismos para evitar que blusas en situaciones complicadas se queden atr¨¢s. As¨ª lo explica Jes¨²s Prieto Mendaza, antrop¨®logo y blusa de Bereziak. ¡°Se est¨¢n creando una especie de cajas de resistencia, de medidas como la creaci¨®n de bonos para ayudar a que blusas con problemas econ¨®micos no se queden sin acudir a una comida, por ejemplo¡±, relata, mientras detalla que son cuestiones que se tratan con discrecci¨®n por los responsables de las cuadrillas. El baj¨®n de 200 blusas y neskas ha sido inevitable, pero m¨¢s de 2.000 han vuelto a salir a las calles esta semana para amenizar las fiestas vitorianas este a?o, con unas cuadrillas que, lejos de decrecer en n¨²mero, este a?o han sumado una nueva.
Las actividades de las cuadrillas suponen el 33% del programa, resaltan los responsables de los blusas. El presupuesto que el Ayuntamiento les concede es de 69.000 euros, casi uno de cada diez euros destinados a La Blanca de este a?o. Entre tijeretazo y tijeretazo ¡ªel Ayuntamiento ha suprimido el alumbrado festivo para evitar suprimir un concierto y mantiene los recortes en fuegos artificiales y corridas de toros¡ª, la partida destinada a los blusas se mantiene respecto al a?o pasado. ¡°Tenemos exactamente 230 euros menos¡±, detalla San Pedro, que pese a todo recalca que en las cuadrillas ¡°se hace un esfuerzo; buena parte del dinero lo pone el bolsillo del blusa, y esa carga puede aguantar un a?o, pero si tienen que ser cinco, la actividad tender¨¢ a resentirse¡±.
Vitoria cuenta este a?o con 200 blusas menos debido a la crisis econ¨®mica
Los blusas cuentan con financiaci¨®n p¨²blica desde finales de los a?os 70, explica Prieto Mendaza. Hasta entonces, eran cuadrillas de amigos acompa?ados por txistularis. Ahora, esos grupos de los a?os 20 y 30 cuyo pase¨ªllo a los toros se convirti¨® en la principal atracci¨®n cuando las fiestas se limitaban a ¡°religi¨®n y toros¡±, se han convertido en estructuras mucho m¨¢s complejas. En ellas, las fanfarres ¡ªcuestan hasta 15.000 euros entre sueldos y manutenci¨®n¡ª han sustituido a los txistularis, recuerda el antrop¨®logo, se establecen cuotas, presupuestos, patrocinios y actividades. En definitiva, una especie de peque?a industria tambi¨¦n afectada por la crisis. ¡°Las fiestas son un term¨®metro social, y ahora la temperatura est¨¢ m¨¢s bien fresca¡±, sintetiza Prieto Mendaza. Lo que perdura es lo importante: el inconfundible car¨¢cter de ¡°showman con un puntito de tuno, de exhibicionista¡±, de los blusas, se?ala este experto.
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