Anulado el despido de un docente que denunci¨® un fraude en la UPF
La justicia obliga a la universidad a readmitir al profesor, que puso en evidencia irregularidades en la contrataci¨®n de asociados
Enric Mart¨ªnez se incorpor¨® a la Universidad Pompeu Fabra (UPF) en enero de 2010 como profesor asociado del departamento de Ciencias Pol¨ªticas. Ten¨ªa un contrato parcial y temporal, por un tercio de jornada y de ocho meses de duraci¨®n. Aunque la figura del profesor asociado est¨¢ pensada para atraer a las universidades a profesionales reconocidos, Mart¨ªnez no ten¨ªa ninguna actividad fuera de la universidad. Era uno de los conocidos como ¡°falsos asociados¡±, una suerte de fraude bastante com¨²n en los campus catalanes.
En 2012, la UPF prescindi¨® de sus servicios al no renovarle el contrato. Lo llamativo del caso es que la universidad tom¨® esta decisi¨®n solo tres d¨ªas despu¨¦s de que el docente, que formaba parte del comit¨¦ de empresa, hubiera denunciado las irregularidades en la contrataci¨®n de este colectivo. Mart¨ªnez llev¨® su caso a los juzgados y el de lo social 3 de Barcelona acaba de anular su despido.
La figura del profesor asociado prolifer¨® mucho en las universidades hasta hace unos a?os, aunque no todos los contratos se hicieron de forma correcta. La normativa establece que un asociado debe tener un trabajo fuera de la universidad y que este sea su principal fuente de ingresos. El tribunal asegura que este no es el caso de Mart¨ªnez. ¡°No consta que realizara ninguna actividad profesional fuera del ¨¢mbito acad¨¦mico¡±, asevera la sentencia. Esta situaci¨®n irregular era conocida por la universidad, a?ade el juez, y el docente no la escondi¨®.
Apelando a la normativa laboral, el juez asegura que el contrato temporal, debido a estas irregularidades, no es v¨¢lido. Esto convierte autom¨¢ticamente esta temporalidad en ¡°una relaci¨®n laboral indefinida, cosa que significa que la extinci¨®n comunicada constituye un despido¡±, explica la sentencia. Fue el 19 de julio de 2012 cuando la universidad avis¨® a Mart¨ªnez de que iba a renovarle el contrato para el curso siguiente. La UPF aleg¨® entonces lo que hab¨ªa optado por ignorar antes: que el docente no cumpl¨ªa los requisitos para ser profesor asociado.
Esa misma semana, Mart¨ªnez se hab¨ªa reunido con la vicerrectora de Docencia de la UPF y le hab¨ªa pedido, como miembro del comit¨¦ de empresa, la regularizaci¨®n de los falsos asociados. El fallo judicial considera que este encuentro influy¨® en la decisi¨®n del rectorado de no renovar al profesor asociado, que ahora deber¨¢ ser readmitido. Desde la UPF aseguran que acatar¨¢n la sentencia, pero que la recurrir¨¢n.
Durante los a?os de bonanza, el n¨²mero de profesores asociados no dej¨® de aumentar en todas las universidades p¨²blicas: eran f¨¢ciles de contratar ¡ªno son necesarias oposiciones¡ª y, sobre todo, econ¨®micos.
¡°Los asociados son mano de obra barata, con contratos de obra y servicio por 500 euros al mes. Hasta ahora muchas universidades se hab¨ªan aprovechado. Por poco dinero ten¨ªan un profesor haciendo lo mismo que un catedr¨¢tico¡±, explica Joan Soler, profesor asociado en la UPC desde hace 13 a?os.
El curso 2010-11 fue el momento cumbre de los profesores asociados en las siete universidades p¨²blicas catalanas. Llegaron a ser 7.000, el 43% del total de la plantilla. Pero no todos ellos est¨¢n en una situaci¨®n irregular. De hecho, los sindicatos reconocen que son incapaces de cifrarlos porque no se ha hecho un recuento. Solo desde la Pompeu Fabra aseguran que han contabilizado 54 falsos asociados. Con todo, fuentes de diferentes universidades aseguran que quedan pocos casos. Hace unos a?os era una pr¨¢ctica m¨¢s habitual, pero algunos se han regularizado, mientras que otros directamente han sido cesados.
Cuando en 2010 las universidades empezaron a sufrir los primeros recortes de la Generalitat ¡ªdesde entonces se elevan a 150 millones¡ª, estas se volcaron sobre la partida que m¨¢s peso tiene en los presupuestos: el personal. Lo m¨¢s r¨¢pido y econ¨®mico era empezar por los asociados. Al ser contratos temporales, no se pagaban indemnizaciones. El primer a?o dej¨® a 500 menos asociados sin trabajo, reducci¨®n similar a la que se ha producido el curso que ahora ha finalizado. El recorte es notable en la Pompeu Fabra, la universidad proporcionalmente con m¨¢s asociados. De los 743 que ten¨ªa en junio de 2011, un a?o despu¨¦s quedaban 389.
Aunque ¨²ltimamente las universidades se est¨¦n afanando en controlar a los falsos asociados, hace unos a?os ¡°muchas hac¨ªan la vista gorda¡±, coinciden varios profesores. La Sindicatura de Cuentas, en un informe reciente sobre la UPF, constat¨® que este campus ¡°solo pide las declaraciones de compatibilidad a los profesores asociados en el momento de la primera contrataci¨®n, pero no en renovaciones posteriores¡±. Joan Soler asegura que en la UPC tambi¨¦n hab¨ªa esta pr¨¢ctica. ¡°Solo me han pedido el contrato los ¨²ltimos cuatro a?os¡±, admite. En cambio, a In¨¦s Garc¨ªa, profesora asociada desde hace seis a?os en la Universidad de Barcelona y miembro del comit¨¦ de empresa del campus por la CGT, asegura que siempre la han sometido al control, pero que a otros compa?eros suyos no.
Garc¨ªa alerta sobre otro tipo de falso asociado: aquellos que, tengan o no contrato externo, se dedican a la investigaci¨®n, aunque este tipo de contrato no lo prev¨¦ porque su carrera profesional est¨¢ fuera de la universidad. ¡°Hay muchos que nos estamos labrando una carrera acad¨¦mica porque queremos ser profesores. Muchos hacen investigaci¨®n, van a congresos y publican estudios. Y la universidad se aprovecha de ello y lo cuenta como producci¨®n cient¨ªfica¡±, critica.
A pesar de la regularizaci¨®n de los ¨²ltimos a?os, los sindicatos no descartan que el n¨²mero de casos irregulares vuelva a repuntar. ¡°Ahora empiezan a darse los falsos asociados sobrevenidos, que hasta hace poco ten¨ªan trabajo, pero ahora no¡±, explica Juanjo Bravo, miembro de CC OO en la Aut¨®noma, que pide permisividad ante esta ¡°situaci¨®n transitoria¡±. En esta petici¨®n coincide Alfons Aragoneses, presidente del comit¨¦ de empresa de la UPF, respecto al nuevo uso que se est¨¢ haciendo de la figura del asociado. Las universidades recurren a estos contratos para retener a los lectores y los Ram¨®n y Cajal ¡ªinvestigadores por un tiempo determinado a los que despu¨¦s se les adjudicaba una plaza permanente¡ª, en un momento en que las universidades no pueden convocar nuevas plazas. ¡°Hay profesores que llevan cinco a?os y lo est¨¢n haciendo bien. No los puedes echar por no tener un papel. Sabemos que es ilegal, pero no solo hay que regularizar a los que cobran 500 euros¡±, remacha In¨¦s Garc¨ªa.
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