Los gigantes y cabezudos, tradici¨®n medieval recuperada en los ochenta
El desfile cruza el Casco Viejo todas las ma?anas esta Aste Nagusia. Las figuras est¨¢n expuestas en el Museo Vasco
Al sonar los primeros redobles, los gigantes cobran vida. Estas estatuas de cuatro metros de alto y aire algo siniestro, colocadas en el patio del Museo Vasco, se convierten en bailarines erguidos y dignos. Sus faldas ondeantes al girar y las piernas de los dantzaris que los llevan, calzados con zapatillas deportivas, contrastan con el gesto serio de las figuras y la rigidez de sus manos. En parejas estrictamente heterosexuales, desfilan bailando por el Casco Viejo.
Un viandante explica a un grupo de turistas franceses que cada gigante tiene un nombre y una historia. ¡°Ese es el Pichichi¡±, dice, se?alando a la figura vestida con la camiseta a rayas, ¡°un cl¨¢sico del Athletic¡±. ¡°?De Madrid?¡±, pregunta uno de los oyentes. ¡°No, no: de Bilbao¡±, responde el improvisado gu¨ªa con ¨ªmpetu. Los dem¨¢s personajes, como Don Terencio y Do?a Tomasa o el Aldeano y la Aldeana ¡ªlos cuatro m¨¢s antiguos, de los que se tiene noticia desde mediados del siglo XIX¡ª tienen cada uno su origen en el cancionero popular de la ciudad o en su historia. El Ferr¨®n y su pareja la Cigarrera, por ejemplo, son homenajes a los mineros del barrio de San Francisco y a las trabajadoras de la tabacalera de Santutxu.
Las cabezudas, porque sus int¨¦rpretes son mujeres, han abierto este martes el pasacalles al son de la m¨²sica de los txistularis y han golpeado suavemente a los ni?os con vejigas de cerdo infladas. Han salido seis, de los ocho de la colecci¨®n.
La procesi¨®n de gigantes para entre baile y baile para que puedan descansar los j¨®venes que llevan las figuras, ya que el peso oscila entre los 40 y los 60 kilos. ¡°La dificultad de bailar est¨¢ m¨¢s relacionada con el equilibrio. Estos gigantes son un poco dif¨ªciles de llevar porque la estructura met¨¢lica de debajo no pesa mucho¡±, explica Jon Gaminde, txistulari y coordinador de la compa?¨ªa que se encarga del mantenimiento y del baile de las figuras, Bizkaiko Dantzarien Biltzarra.?
El pasacalles, que esta Aste Nagusia comienza todas las ma?anas a las 11.00 en la calle de la Cruz, se remonta a las festividades medievales del Corpus. La documentaci¨®n muestra que la Iglesia pag¨® en Bilbao, al menos durante 100 a?os, espect¨¢culos de toros, danzas, gigantes y teatro entre los siglos XVI y XVII, cuenta Gaminde. La tradici¨®n dur¨® hasta el siglo XIX: Hay una fotograf¨ªa en el museo que data entre 1886 y 1890.
Los actuales gigantes, 12 en total, fueron fabricados en 1988 por Jos¨¦ Ignacio Urbieta y se basan en los originales de 1980. Tres a?os antes el locutor de Radio Popular de Bilbao Zorion Eguileor se hizo eco de las quejas de muchos oyentes, ya que la Semana Grande de entonces consist¨ªa ¨²nicamente en eventos de pago. En la primera edici¨®n de las fiestas populares como hoy las conocemos, en 1978, el Ayuntamiento encarg¨® a Pedro Goiriena construir los primeros gigantes modernos, terminados dos a?os despu¨¦s.
Gaminde colabora con el hist¨®rico dantzari I?aki Irigoien, que form¨® parte de la creaci¨®n del primer Dantzari Eguna en 1978, seg¨²n figura en la documentaci¨®n de la exposici¨®n de gigantes y cabezudos del Museo Vasco, que se organiza todos los veranos. Este a?o est¨¢ abierta al p¨²blico hasta el 31 de agosto.
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