Bodegas y prisiones

Sobre un banco de la plaza Folch i Torres hay un grupo de indigentes que se pasan ansiosamente un brik de vino barato. Parecen sacados de un cuadro de Vel¨¢zquez, bajo los ¨¢rboles que motean sus siluetas con jirones de luz. Est¨¢n situados frente a lo que fue un quiosco hoy desaparecido, junto a las escaleras que por la calle Lleialtat se adentran en el tambi¨¦n desaparecido barrio Chino. Al otro lado hay una vieja casa de vecinos ¡ªseguramente de finales del siglo XIX¡ª, con una publicidad de cer¨¢mica adosada a su fachada: ¡°Anisados, vinos generosos¡± y ¡°Alcoholes, co?acs, licores¡±. Mucho m¨¢s grande, sobre una sugerente farola, asomada a lo que fue oscura y t¨¦trica calleja, medio oculta por las ramas de los plataneros se puede leer: ¡°An¨ªs, ron, co?ac, licores, alcoholes Antich¡±. La empresa que se anuncia tampoco est¨¢, desapareci¨® engullida por otra m¨¢s grande. Pero queda este fabuloso reclamo.

En 1909 les fueron encontrados casi un mill¨®n y medio de litros de alcohol sin declarar

La Antich SA fue fundada en 1850 como destiler¨ªa de aguardientes y almac¨¦n de licores. Entonces hab¨ªa ocho destiladores en Barcelona, como Andr¨¦s Ansaldi, Pujals o Juan Torras. Juan Antich ten¨ªa su local en la calle Pujades de Poblenou. En aquella primera f¨¢brica, su hijo Antonio Antich obtuvo un premio en la Exposici¨®n Internacional de Viena de 1903. La empresa crec¨ªa y necesit¨® un nuevo accionista, pasando a ser la Antich y Matheu SA con nueva sede en la calle Rocafort. All¨ª fabricaban alcoholes puros y rectificados especiales para cl¨ªnicas, laboratorios, farmacias y perfumer¨ªas. Pero pronto tuvieron problemas con el fisco, lo que les llev¨® a un largo pleito que rompi¨® su relaci¨®n de asociados. En 1909 les fueron encontrados casi un mill¨®n y medio de litros de alcohol sin declarar, escondidos en un almac¨¦n que comunicaba a trav¨¦s de una tuber¨ªa con su f¨¢brica. Finalmente, en 1916 fueron obligados a pagar cerca de trescientas mil pesetas, m¨¢s la multa correspondiente.

De nuevo en solitario, Antonio Antich abr¨ªa nueva sede en la Ronda de Sant Pau, pon¨ªa estos anuncios e inauguraba su flamante tienda al detalle y al por mayor. Pero el pasado le segu¨ªa persiguiendo. En 1922 consigui¨® hacerse con la concesi¨®n del servicio p¨²blico de autobuses, pero la decisi¨®n municipal fue impugnada por un senador regionalista que no era otro que Jos¨¦ Matheu ¡ªsu antiguo socio¡ª, y a punto estuvo de ver embargado su negocio.

Concentrado en la fabricaci¨®n y venta de alcohol, el se?or Antich se hab¨ªa convertido en el representante de los almacenistas de licores espa?oles. En 1927 particip¨® en un comit¨¦ que congregaba a todos los sectores de la producci¨®n alcoholera, con sede en Madrid. Y en 1930 se convert¨ªa en agente exclusivo del sindicato de vinateros de Jerez de la Frontera.

En todo ese tiempo, los licores Antich hab¨ªan estado junto a la vieja prisi¨®n de Reina Amalia. Inaugurada en 1839 y transformada en c¨¢rcel de mujeres tras la obertura de la Modelo en 1904, las historias que circulaban sobre este l¨²gubre establecimiento pon¨ªan los pelos de punta. Regido por una inflexible disciplina religiosa, con un funcionariado corrupto y brutal, sobresaturado y con unas p¨¦simas condiciones higi¨¦nicas, las presas padec¨ªan desnutrici¨®n y pasaban el d¨ªa hacinadas en el patio (en la plaza a¨²n se conservan algunas palmeras de aquel lugar).

Antich se asoci¨® con el que

Contaba Josep Maria Carandell que cuando era prisi¨®n de hombres, una mujer que viv¨ªa justo enfrente abr¨ªa cada noche su balc¨®n y escenificaba un sensual streptease frente a los reclusos, que lo contemplaban en el m¨¢s absoluto silencio. La odiada instituci¨®n fue demolida en los primeros compases de la Guerra Civil y Antich fue colectivizada. Pero volver¨ªa a resurgir en la posguerra, cuando fue una de las empresas privilegiadas por las nuevas relaciones comerciales con la Argentina de Per¨®n, y su nuevo propietario Antonio Antich i Farr¨¦ se convirti¨® en el presidente de la Uni¨®n de Licoristas de Catalu?a.

El escritor V¨ªctor Mora recordaba en su novela El tranv¨ªa azul la presencia habitual de calendarios de esta marca en la ciudad. Incluso patrocinaban las Galas Antich de Radio Barcelona, donde promocionaban el an¨ªs Antich, la ginebra Arp¨®n y el brandy Antich, a las que seguir¨ªan el anisete Cusenier, el ron 77, el jerez seco 11 y 22, los amontillados 33 y 44, el brandy Lacre Verde, la crema de menta Freezomint, el licor de huevo 33, el brandy Fine Salenson, el estomacal Antich, la crema de caf¨¦ Moka, o el curasao Colorado. En 1978 la empresa fue adquirida por el grupo franc¨¦s SEGM-Ricard, pero su anuncio se qued¨® aqu¨ª, pegado junto a una plaza que fue c¨¢rcel y ahora acoge a un grupo de mendigos, cuya ¨²nica actividad consiste en compartir un poco de vino pele¨®n.

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