El Athletic, un peso pluma
La fecha impuesta para inaugurar el nuevo San Mam¨¦s desnuda la p¨¦rdida de influencia de Ibaigane
La dignidad del Athletic ha vuelto a recibir un sopapo al ver relegada a la noche de un lunes la inauguraci¨®n de su nuevo campo. Semejante desprecio, que anima a la perplejidad y a la desaz¨®n porque brinda la humillaci¨®n a un acto trascendente, desnuda, sobre todo, la progresiva p¨¦rdida de influencia del club rojiblanco. Ser¨ªa muy dif¨ªcil de imaginar un escenario similar en ciudades como Madrid y Barcelona, incluso Sevilla. En cambio, ahora en Bilbao es posible.
Bastar¨ªa un r¨¢pido repaso a las dos ¨²ltimas temporadas para que se atropellen las vejaciones sin respuesta a los intereses deportivos y econ¨®micos del Athletic. M¨¢s all¨¢ de las pol¨¦micas vividas en torno a las sedes de las finales de Copa y de las exigencias recaudatorias del Ayuntamiento de Madrid o a la pelea desigual con Florentino P¨¦rez, al centenario club rojiblanco hoy no se le considera all¨ª donde se deciden los horarios, los arbitrajes y los intereses federativos.
El Athletic, su actual directiva, se lo deber¨ªa pensar. Incluso, est¨¢ en la obligaci¨®n de reaccionar para situar la historia de la entidad mucho m¨¢s arriba de donde ha ca¨ªdo y satisfacer el orgullo de sus socios y aficionados. Sin agallas suficientes para la exigencia, Ibaigane asiste inerte a las bofetadas m¨¢s all¨¢ de un carraspeo puntual. Si bien ya es lacerante que la inauguraci¨®n de tu nuevo estadio sea pospuesta al d¨ªa deportivo menos habitual y a la hora m¨¢s inoportuna para los seguidores, la agenda de agravios tiene un repertorio florido. Pero, eso s¨ª, nada comparable con aquel sonrojante desd¨¦n que mereci¨® la petici¨®n del Athletic de aplazar unas horas su partido de Liga contra el Barcelona despu¨¦s de jugar contra el Schalke 04 en Alemania su ronda europea apenas dos d¨ªas antes. Petici¨®n denegada. Los catalanes, con mando e influencia, se hicieron fuertes porque el siguiente martes les esperaba el Mil¨¢n. Bielsa aline¨® suplentes. Su club hab¨ªa claudicado.
No es decartable que el Athletic pague muy caro con estos desprecios su lado poco amable con el orden dominante en la Liga de F¨²tbol Profesional. Le ocurri¨® en el anterior mandato de Jos¨¦ Luis Astiazar¨¢n y lo sufre ahora con Javier Tebas m¨¢s all¨¢ de sus discrepancias sobre el demencial sistema de reparto de los derechos televisivos. Quiz¨¢ ha desde?ado la importancia de la sutil diplomacia en los despachos porque se carece del tacto suficiente para engrasar voluntades. Pedro Aurtenetxe, un presidente ganador, se lo podr¨ªa explicar a Josu Urrutia, a quien tan bien conoce. En su d¨ªa le dio un excelente resultado. A buen seguro que el Athletic subir¨ªa de peso y devolver¨ªa con m¨¢s fuerzas los golpes. Vaya, se le tendr¨ªa m¨¢s en cuenta por si se enfada. Ahora apenas es un peso pluma.
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