El capital y tal
¡®Capitalismo, hazles re¨ªr¡¯, de Juan Cavestany, con direcci¨®n de Andr¨¦s Lima, es una s¨¢tira bienintencionada pero sin mordiente de un sistema que lo tiene todo atado y bien atado
Teatro de pista, con Andr¨¦s Lima oficiando de maestro de ceremonias, como en su Falstaff, y un buen pu?ado de estrellas trabajando codo con codo con int¨¦rpretes menos conocidos. La bandada de an¨¢tidas humana que atraviesa la pista, trasunto burlesco de las ocas que utiliza Bartabas como escenograf¨ªa viviente en los espect¨¢culos ecuestres del Th¨¦?tre Zingaro, es el primero de la serie de gui?os circenses que salpican los dos sainetes por cap¨ªtulos y el ramillete de discursos presidenciales que Juan Cavestany, su autor, ha esparcido a lo largo de una funci¨®n cuyo car¨¢cter fragmentario y disperso evoca dos de la primera ¨¦poca de Animalario: Qu¨¦ te importa que te ame y El fin de los sue?os (homenaje par¨®dico al teatro de variedades), aunque el tema de Capitalismo, hazles re¨ªr es m¨¢s ambicioso.
Capitalismo, hazles re¨ªr
Autor: Juan Cavestany. Int¨¦rpretes: Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n, Nathalie Poza, Andr¨¦s Lima, Luis Bermejo, Irene Escolar, Edu Soto, Rulo Pardo, ?scar del Pozo, Eva Boucherite, Alba Sarraute, Marta Meg¨ªas, Nacho Vera, Mar¨ªa Mira, Maril¨¦n Ribot, Mart¨ª Soler, Antonio Ruz, Luc¨ªa Bernardo y Laura Gal¨¢n. Coreograf¨ªa: Antonio Ruz. Espacio esc¨¦nico y vestuario: Beatriz San Juan. Luz: Valent¨ªn ?lvarez. Circo Price. Del 10 al 29 de septiembre.
Lo que en escenarios m¨¢s recoletos y a la italiana funcionaba, en medio de la enorme pista del Price queda disperso y sin centro de gravedad: la energ¨ªa de los int¨¦rpretes se fuga por los cuatro puntos cardinales, tambi¨¦n porque sus personajes son caricaturales o arquet¨ªpicos y vierten parrafadas que suenan a ¡®palabra de autor¡¯ y que solo tienen mordiente y chispa en ocasiones. De un espect¨¢culo con tal t¨ªtulo, para cuya confecci¨®n se ha contado con economistas y polit¨®logos, cab¨ªa esperar que, m¨¢s que una burla inocente con la que comulguen los convencidos de que el poder pol¨ªtico est¨¢ al dictado del poder econ¨®mico, fuera una experiencia reveladora y seductora para quienes sostienen el tinglado olig¨¢rquico con su actitud y su voto.
En Capitalismo no faltan alusiones a Sheldon Adelson y su pa¨ªs de las maravillas de pago, a nuestra esperanzada ex presidenta regional, a los discursos de los ¨²ltimos presidentes estadounidenses y del espa?ol actual o a las privatizaciones lucrativas, y proyecciones consabidas de las torres gemelas en llamas y del tsunami japon¨¦s, que dispersan la atenci¨®n de lo que sucede en vivo. Cuando Silvia Mars¨® reverdece sus intervenciones como vedette del Un, dos, tres¡, el espect¨¢culo remonta porque entra en un formato m¨¢s acorde con el lugar que lo coproduce. Y cuando Alba Sarraute baila acrob¨¢ticamente Money con su fregona como pareja, y Edu Soto (su jefe) comienza a apalearla en un incruento duelo de payasos, queda apuntado por d¨®nde debiera haber ido la funci¨®n, que se embellece y agranda con el n¨²mero de trapecio de Maril¨¦n Ribot, ligero, r¨¢pido, elegante. El del lanzador Mart¨ª Soler, dejando caer sus cuchillos sobre el lecho de Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n, vuelve a hermanar circo y teatro.
Resulta contradictorio con el esp¨ªritu de Capitalismo que la direcci¨®n del Price haya desplazado con su cartel de figuras al programa Crece, que por estas fechas, de 2008 a 2012, invit¨® (con ¨¦xito y repercusi¨®n internacionales) a artistas circenses noveles a poner en pie un espect¨¢culo anual con un director de escena consolidado.
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