Y ahora, ?qu¨¦?

El PNV pareci¨® jugar ayer con dos barajas, como si rescatara el fantasma de las dos sensibilidades que siempre pareci¨® acompa?arle. Lo hizo en torno a la ponencia de paz y convivencia que, dicho sea de paso, naci¨® en su d¨ªa con mal pie, se llev¨® por delante a Aralar y sigue sin encontrar el rumbo entre tanta piedra interesada que encuentra por el camino. Pero result¨® un espejismo: al final, la astucia de Egibar marc¨® territorio porque siempre juega con visi¨®n de futuro. El curtido burukide pens¨® que era cuesti¨®n de entregarse tan f¨¢cil a los deseos del PSE-EE ni de arriesgarse a que la izquierda abertzale te afee el entreguismo a los constitucionalistas. Por eso, oxigen¨® in extremis a la ponencia en medio del pasmo generalizado, al que se tuvo que sumar el lehendakarique minutos antes acaba de reconocer de que no le gusta la imagen de las trincheras, con unos dentro y otros fuera.

Y ahora ?qu¨¦? De momento, se gana margen de maniobra gracias a la peripecia intencionada de Egibar. Y sobre todo m¨¢s tiempo para seguir insistiendo a la izquierda abertzale en que debe acercarse a las exigencias del suelo ¨¦tico para as¨ª, de rebote, exigir un m¨ªnimo de comprensi¨®n a los socialistas y recomponer, si se puede a¨²n, la figura ahora inerte.