La UE acusa a Baltar de un fraude en la gesti¨®n de fondos comunitarios

Septuagenario, jubilado y con la misi¨®n cumplida ¡ªtras dos d¨¦cadas largas de poder omn¨ªmodo en la provincia¡ª de haberse perpetuado en todos sus cargos pol¨ªticos a trav¨¦s de su primog¨¦nito, el expresidente de la Diputaci¨®n y del PP de Ourense Jos¨¦ Luis Baltar empieza a acumular denuncias por los contratos que hizo desde la instituci¨®n p¨²blica sin cumplir los requisitos de legalidad. A la acusaci¨®n judicial que lo sentar¨¢ en el banquillo para responder por los 104 empleos que reparti¨® a dedo en la Diputaci¨®n entre sus afines el entorno del congreso provincial del PP que gan¨® su hijo, suma ahora una denuncia de la Oficina de Lucha contra el Fraude (OLAF) de la Uni¨®n Europea (UE). Le reclama, a trav¨¦s del Ministerio de Hacienda, 10,1 millones de euros recibidos por la instituci¨®n ourensana de los fondos comunitarios (los planes Daredo y Deputrans) para instalar, entre 2003 y 2004, estaciones depuradoras en peque?os municipios que el exbar¨®n concedi¨® con ¡°ausencia sistem¨¢tica de publicidad¡± e ¡°irregularidades en el proceso de adjudicaci¨®n¡±. Esto es, tambi¨¦n a dedo.

?La OLAF ha detectado que Baltar padre no solo incumpli¨® los requisitos para adjudicar esas instalaciones sino que sembr¨® la provincia de un sinf¨ªn de depuradoras ¡ªm¨¢s de un centenar¡ª que en numerosos casos ni siquiera llegaron a funcionar. En otros ¡ªcomo en el municipio de Arnoia del que era alcalde el entonces vicepresidente de la Diputaci¨®n y ahora delegado de la Xunta en la provincia, Rogelio Mart¨ªez¡ª la obra se finaliz¨® antes de sacar a concurso el proyecto. La adjudicataria, SMS, a la que Mart¨ªnez estuvo indirectamente vinculado, precis¨® el a?o pasado a este diario que ese hab¨ªa sido un proyecto piloto ¡°experimental¡±. Hubo otros casos en los que la instalaci¨®n qued¨® a medio hacer.

Cuando varios a?os despu¨¦s de aquella irrupci¨®n en la provincia de los novedosos y poco pr¨¢cticos ¡ªestaban ideados para barcos¡ª sistemas de tratamiento de aguas que los alcaldes no se atreven a encender por el elevado coste de luz que generan, la oposici¨®n reclam¨® explicaciones en la Diputaci¨®n. El entonces todopoderoso bar¨®n del PP les respondi¨® sol¨ªcito: ¡°Voy a seguir de cerca este tema¡±. Y lo zanj¨® ah¨ª. En 2012, con los inspectores europeos de la lucha contra el fraude visitando las abandonadas plantas de tratamiento sufragadas con los fondos comunitarios, el hijo-sucesor del exbar¨®n cerr¨® filas con su padre y sentenci¨® que la investigaci¨®n servir¨ªa ¡°una vez m¨¢s, para acreditar el excelente papel procedimental de nuestros servicios¡±. Despu¨¦s centr¨® su inter¨¦s en saber qui¨¦n hab¨ªa sido el denunciante, neg¨® las peticiones de comisiones de investigaci¨®n que le reclamaron PSdeG y BNG y amenaz¨® con medidas penales y la exigencia de una ¡°rectificaci¨®n p¨²blica¡± a quien osara poner en entredicho el buen hacer de su progenitor en el caso de que se demostrara la falsedad de la imputaci¨®n de la mala gesti¨®n. Ayer, volvi¨® a mostrar su inter¨¦s por el autor de la denuncia an¨®nima, ¡°un empresario del sector de la depuraci¨®n de aguas¡±, precis¨®. No fue el ¨²nico. La Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN) inform¨® posteriormente al Consello de Contas y al Tribunal de Cuentas de la UE de que la planta de tratamiento de Xinzo, que tampoco funciona ¡°pudo haber sido sufragada dos veces con cargos a fondos p¨²blicos¡±.

Con el informe de los inspectores de anticorrupci¨®n de la UE ya en su mano confirmando la mala gesti¨®n y el requerimiento del Ministerio de Hacienda oblig¨¢ndole a devolver m¨¢s de 10 millones de euros ¡ªde un mermado presupuesto provincial de 72 millones¡ª Baltar apel¨® a la transparencia para intentar echar balones fuera. El presiden ha anunciado ya que ¨¦l mismo promover¨¢ ahora una comisi¨®n de investigaci¨®n. Baltar intenta atajar el problema por todas las v¨ªas. Mientras busca fuera las responsabilidades, anuncia que la ilegalidad ¡°est¨¢ prescrita¡± y, al mismo tiempo, informa de que presentar¨¢ ¡°pruebas contundentes¡± ante Hacienda para demostrar la ¡°inexistencia¡± del fraude.