La madre de Asunta se declara inocente pero cambia su versi¨®n ante el juez
Rosario Porto y su exmarido, Alfonso Basterra, ingresan en prisi¨®n por presunto ¡°homicidio, posible asesinato, a la espera de los resultados de Toxicolog¨ªa¡±
Los padres de Asunta, la ni?a que fue hallada asesinada en la madrugada del domingo en un camino rural de Teo (A Coru?a), ingresaron este viernes en la c¨¢rcel de Teixeiro, en la misma provincia, despu¨¦s de ser interrogados por el juez de Santiago Jos¨¦ Antonio V¨¢zquez Ta¨ªn. El magistrado decret¨® la prisi¨®n comunicada y sin fianza despu¨¦s de escuchar c¨®mo a la madre, la abogada Rosario Porto, y despu¨¦s el padre, el periodista Alfonso Basterra, se declaraban inocentes del delito de homicidio. Porto, en concreto, adem¨¢s de negar haber matado a su hija entr¨® en contradicci¨®n con el relato de los hechos que ella misma hizo ante la polic¨ªa cuando denunci¨® la desaparici¨®n de la menor.
A las diez y media de la noche del pasado s¨¢bado, Porto manifest¨® en la comisar¨ªa que hab¨ªa dejado a su hija haciendo los deberes escolares en el piso de Santiago mientras ella se ausentaba dos horas y media (entre las 19 y las 21.30 horas) para hacer compras y recoger unos ba?adores en su chal¨¦ de Teo. Este viernes, en cambio, despu¨¦s de que el juez le mostrase im¨¢genes de las c¨¢maras urbanas que la grabaron, pasadas las ocho de la tarde, a bordo del coche con la cr¨ªa, saliendo de Santiago en direcci¨®n a Teo, Porto dijo que efectivamente se hab¨ªa llevado a la ni?a con ella, y que cuando en realidad perdi¨® su rastro fue a su regreso a Santiago. Ante Ta¨ªn, la imputada asegur¨® que dej¨® a Asunta en la plaza del Doutor Puente Castro, el cruce en el que confluyen las dos calles donde viv¨ªan la peque?a con su madre (Doutor Teixeiro) y el padre (Rep¨²blica Arxentina), tras separarse la pareja hace un a?o.
Fue a partir de ese momento, seg¨²n la nueva versi¨®n de la imputada, cuando no se volvi¨® a saber nada de Asunta hasta que su cad¨¢ver fue localizado con signos de violencia en un camino situado a solo cinco kil¨®metros del chal¨¦ familiar. La declaraci¨®n de la madre choca tambi¨¦n con la versi¨®n de un vecino de la casa de campo, que explic¨® a EL PA?S c¨®mo se encontr¨® a la mujer saliendo en coche del chal¨¦, aparentemente sola y muy apresurada: ¡°Tengo prisa, voy a recoger a la ni?a¡±. Seg¨²n este vecino del lugar de A P¨®boa (Teo), ser¨ªan entre las ¡°nueve menos cuarto y las nueve menos diez¡± de la noche, ya hab¨ªa oscurecido y por eso le aconsej¨® a Rosario Porto que ¡°encendiera las luces del coche, porque las llevaba apagadas¡±.
Seg¨²n comunic¨® el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, la imputaci¨®n de los progenitores puede elevarse al grado de asesinato una vez que el juez reciba los resultados definitivos de los an¨¢lisis de laboratorio realizados al cad¨¢ver de la ni?a de 12 a?os. Se trata por ahora, seg¨²n el comunicado oficial, de una imputaci¨®n ¡°por homicidio, posible asesinato, a la espera de los resultados de Toxicolog¨ªa¡±. Estos an¨¢lisis pueden llegar a determinar que la muerte por asfixia de la cr¨ªa fue premeditada, ya que en la orina se detect¨® presencia del sedante diazep¨¢n, el mismo principio activo que consum¨ªa Porto.
La declaraci¨®n de Porto se prolong¨® m¨¢s all¨¢ de las tres horas y la de su exmarido dur¨® aproximadamente una. Las c¨¢maras de los fot¨®grafos pudieron grabar un buen rato la imagen de la madre ante el micr¨®fono, gesticulando, compungi¨¦ndose, y contestando a las preguntas del juez. Nunca antes en los juzgados de Santiago se hab¨ªa podido ver desde la calle, con las cortinas abiertas hasta que alguien dentro orden¨® correrlas, el interrogatorio de un caso que ha causado tal expectaci¨®n.
El instructor present¨® ante los dos ¨²nicos imputados una serie de pruebas que, seg¨²n fuentes del caso, iban a ser determinantes para ¡°sorprender a los padres y a sus letrados¡±. Al final de la ma?ana, se supo que los respectivos abogados de Porto y Basterra hab¨ªan renunciado a su defensa. Roberto Goris, el que fue un par de d¨ªas representante de Basterra, asegur¨® que ya hab¨ªa declinado defenderlo el d¨ªa anterior y que lo hac¨ªa ¡°por motivos t¨¦cnicos¡±, porque el padre de Asunta precisa un penalista para afrontar su imputaci¨®n. Juan Guill¨¢n, el letrado de Rosario Porto, amigo personal del padre ya fallecido de esta abogada, no explic¨®, por su parte, las causas de su renuncia.
La investigaci¨®n sigue centrada en reunir pruebas que demuestren el grado de implicaci¨®n de los padres de Asunta en el homicidio. No es el m¨®vil lo que ocupa, de momento, a los polic¨ªas judiciales de la Guardia Civil que llevan el asunto. El mi¨¦rcoles pasado, tal como adelantaron El Correo Gallego y El Peri¨®dico de Catalu?a, dos profesoras de la academia privada de m¨²sica a la que acud¨ªa la ni?a se presentaron ante la polic¨ªa nacional para relatar un episodio ocurrido el 16 de julio. Asunta lleg¨® a clase de lenguaje musical muy aturdida, sin apenas poder hablar. Preguntaron a la ni?a qu¨¦ le ocurr¨ªa y esta les dijo que su madre le hab¨ªa dado pastillas. Y a?adi¨®: ¡°Mi madre me quiere matar¡±. Seg¨²n relataron este viernes a este peri¨®dico personas conocedoras del caso, las profesoras se quedaron muy extra?adas, sobre todo porque nunca hasta entonces hab¨ªan notado nada raro en Asunta, una ni?a alegre y aplicada. Precisamente porque era la primera vez que suced¨ªa algo as¨ª, decidieron cont¨¢rselo solo a los padres. Alfonso Basterra era quien siempre la llevaba y tra¨ªa de clase.
El mi¨¦rcoles pasado, la profesora de ballet de Asunta recibi¨® en su tel¨¦fono m¨®vil un mensaje de Rosario Porto dici¨¦ndole que la ni?a no pod¨ªa asistir a clase porque hab¨ªa tomado muchas pastillas y estaba indispuesta.
Pocos d¨ªas despu¨¦s del pasado 16 de julio, en que Asunta no fue capaz de asistir a clase de m¨²sica, su madre ingres¨® en el hospital para recibir tratamiento. La causa, seg¨²n dijo a sus amistades, era un agravamiento de su enfermedad reum¨¢tica. Tambi¨¦n a sus amigos, en el velatorio de la ni?a, les revel¨®: ¡°Desde que sal¨ª del hospital, hace tres meses, estoy hundida en la depresi¨®n¡±.
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