Los desahucios disparan la ocupaci¨®n de pisos vac¨ªos en Ciutat Meridiana
La PAH y un mediador intentan que los bancos acepten alquileres sociales


En Ciutat Meridiana, en la punta norte de Barcelona, se pueden ¡°comprar¡± pisos por 400 euros. ¡°Comprar¡± es pagar 400 euros a quien todo el mundo en el barrio sabe para que te reviente una puerta y te cambie la cerradura. Tambi¨¦n te lo puedes buscar t¨² mismo y que la puerta te la abra gratis alguien de confianza. Ciutat Meridiana, conocida como Villa Desahucio, por ostentar la mayor cifra de alzamientos de la capital catalana, podr¨ªa rebautizarse como Villa Okupa. ¡°No hay ni un edificio en el barrio que no tenga pisos ocupados¡±, reconoce el presidente de la Asociaci¨®n de Vecinos, Fili Bravo. Hasta ocho viviendas ocupadas en un solo bloque, avisa.
Como en todos lados, en Ciutat Meridiana la descomunal burbuja inmobiliaria hinch¨® los precios hasta l¨ªmites irracionales, los bancos dieron hipotecas haciendo la vista gorda y, cuando la gente se qued¨® en paro y dej¨® de pagar, los desahucios se produc¨ªan a diario. Son estos pisos vac¨ªos los que provocaron un efecto llamada desde todo el distrito de Nou Barris.
Eva Mar¨ªa San Jos¨¦ (33 a?os) se meti¨® hace tres meses en un piso de una promoci¨®n del Patronato Municipal de la Vivienda. La vivienda llevaba tres a?os vac¨ªa, desde que muri¨® la anterior propietaria y como su hija no quiso heredar la hipoteca, ahora Nova Caixa Galicia intenta recuperarlo. Su desahucio estaba fijado para el jueves pasado. Pero con dos cr¨ªos de 11 y 7 a?os en casa y un centenar de vecinos y activistas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) montando guardia en la calle, Eva Mar¨ªa se libr¨®. En el edificio hay otros dos pisos ocupados.
La finca donde vive Eva Mar¨ªa es la punta del iceberg. En muchos casos, los pisos vac¨ªos son ocupados por madres j¨®venes como Eva Mar¨ªa, con hijos peque?os, sin trabajo y que con suerte tienen alguna ayuda que nunca pasa de 600 euros. El jueves, en la concentraci¨®n de apoyo bastaba con preguntar en voz alta si alguien est¨¢ viviendo de okupa para que se levantaran media docena de manos. Jeni Calzado, 31 a?os, una ni?a de diez. O Caterina Casado, de 22 a?os y madre de una de cuatro. ¡°No te queda otra¡±, defienden. No les importa salir en el peri¨®dico, ni en fotos, ni que aparezca su nombre y apellidos. ¡°Es lo que hay y hay que darlo a conocer. Hemos estudiado, nos hemos formado y apenas hemos trabajado porque no hay curro¡±, lamenta Caterina: ¡°Yo no quiero vivir de ayudas, ya se lo digo a la asistenta. Qu¨¦ m¨¢s quisiera que trabajar. ?Te crees que me gusta calentar el agua para ba?ar a la ni?a en un hornillo?¡±.
Caterina y Jeni son vecinas de rellano y tienen ¡°un mont¨®n¡± de amigas okupas en la parte alta del barrio. Jeni ilustra lo que les ha pasado a varios vecinos del barrio: fue propietaria, la desahuciaron, ocup¨®¡ y ahora est¨¢ a punto de firmar el contrato de un alquiler social con Catalunya Caixa, a quien pertenece el piso en el que entr¨®. Gracias a la presi¨®n de la PAH y del mediador del Ayuntamiento, la entidad ha accedido a firmar 136 alquileres sociales en el barrio y negocia otros 70.
En Ciutat Meridiana el drama de los desahucios es de tal calibre que en las concentraciones para detenerlos no faltan ni las monjas del barrio, las Hermanitas de la Asunci¨®n. Como Julia S¨¢nchez: ¡°Es l¨®gico que la gente ocupe pisos vac¨ªos, la vivienda es un derecho humano¡±. La hermana siempre est¨¢ disponible.
En la asociaci¨®n de vecinos ¡ªque ha creado un banco de alimentos en un local tambi¨¦n ocupado que hoy acoger¨¢ una jornada sobre la Gesti¨®n de la pobreza¡ª, tienen identificados 470 vecinos con necesidades urgentes. Muchos les llegan derivados del ambulatorio o de los propios servicios sociales, asegura Manuel Cubi Cubero. ¡°Barcelona presume de super¨¢vit, no me extra?a que lo tenga, porque no gasta un duro en los barrios¡±, dice.
El brazo del Ayuntamiento sobre el terreno es Jos¨¦ Centeno. Ejerce de interlocutor entre las familias y los propietarios de los pisos. Intenta, por ejemplo, que Catalunya Caixa acepte hacer un contrato de alquiler social a Caterina. ¡°Aqu¨ª lleg¨® a haber centenares de pisos vac¨ªos, corri¨® la voz y como no pasaba nada el tema se desmadr¨®¡±, resume Centeno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
