¡°Charo se re¨ªa durante el registro porque le cont¨¦ pleitos de su padre¡±

La imagen de Rosario Porto sonriendo largamente durante el registro de su magn¨ªfica casa de campo ha llegado a ser interpretada en diferentes programas televisivos como una muestra de su frialdad o su desapego hacia la ni?a. Pero el abogado que la defend¨ªa hasta esta semana, Juan Guill¨¢n, explica el momento recogido por las c¨¢maras de otra manera. ¡°La pobre mujer llevaba tres d¨ªas llorando desconsoladamente. Ni los guardias civiles que la acompa?aban ni yo sab¨ªamos ya qu¨¦ hacer... No paraba. A m¨ª se me hab¨ªa agotado el repertorio, y entonces se me ocurri¨® contarle an¨¦cdotas judiciales de cuando su padre, tambi¨¦n abogado, iba por los juzgados¡±.

Guill¨¢n, amigo del fallecido Francisco Porto Melle, acept¨® la defensa hasta que en el interrogatorio del juez Jos¨¦ Antonio V¨¢zquez Ta¨ªn comprendi¨® que el caso ten¨ªa que recaer en un penalista. El letrado compostelano es un gran amigo de la familia, y a ¨¦l le confi¨® la imputada el papeleo de la herencia cuando murieron sus padres. [Durante el registro], ¡°le cont¨¦ una serie de pleitos de paisanos, que era lo que m¨¢s ten¨ªamos en Santiago en los viejos tiempos, y entonces Charo sonri¨®, porque la verdad es que los pleitos de paisanos tienen mucha miga¡±, declara Guill¨¢n. El exabogado de la madre de Asunta, relevado ahora por Jos¨¦ Luis Guti¨¦rrez Aranguren, explica que todo esto suced¨ªa mientras, dentro de la casa, se mov¨ªan con sus equipos media docena de guardias civiles vestidos con mono blanco y capucha.

Por encomienda de la presunta parricida, heredera ¨²nica de los abuelos de Asunta, Guill¨¢n llevaba ya meses buscando comprador para la gran casa de Teo, que se ofrece en anuncios de internet a 990.000 euros. Seg¨²n el Registro de la Propiedad, consultado por EL PA?S, la casa principal, de 400 metros cuadrados, se edific¨® sobre un solar de casi 10.000. Esta finca es el resultado de tres parcelas rurales que adquirieron los padres de Rosario Porto en 1976. La vivienda tiene cinco habitaciones y cinco ba?os, cuatro salones y bodega, adem¨¢s de piscina, h¨®rreo y cancha de tenis. Fue en uno de esos dormitorios, el que ocupaba Rosario siendo ni?a, donde los agentes hallaron una cesta de mimbre tres objetos que hicieron saltar las alarmas al instante: un ovillo de cuerda, un pa?uelo sucio y una mascarilla. Eran las seis de la madrugada del domingo.