Los aut¨®nomos ya no trabajan solos
C¨®rdoba cuenta con dos iniciativas de empresas de trabajo compartido
Cualquier aut¨®nomo o freelanceal que se le pregunte responder¨¢ que trabajar solo tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Entre las primeras, sin duda, destaca el hecho de mantenerse alejado de las tensiones de una oficina cerrada, con unos objetivos marcados pis¨¢ndole los talones; o de las relaciones, a veces viciadas, entre compa?eros y jefes. Entre las desventajas: la soledad, el aislamiento, la falta de contacto y la dificultad para obtener ayuda.
Pero desde hace un a?o, Andaluc¨ªa ha visto proliferar una modalidad intermedia que combina lo mejor de ambas experiencias laborales y que ya funciona en otros pa¨ªses. La posibilidad de autogestionar el tiempo y las metas del emprendimiento individual, compartiendo un mismo espacio de trabajo y teniendo a mano los conocimientos y potenciales sinergias que se generan de la compa?¨ªa con otros aut¨®nomos. Son los espacios de coworking que en una traducci¨®n algo libre podr¨ªa denominase trabajo compartido.
En las faldas de la sierra de C¨®rdoba, con unas vistas privilegiadas de la ciudad, naci¨® hace poco m¨¢s de 12 meses coSfera, el primer espacio de coworking de la ciudad y uno de los pioneros en Andaluc¨ªa. All¨ª trabajan Fernando Hidalgo, Juan Manuel Molino y Luis Miguel L¨®pez. Los tres, junto a otro socio, forman una empresa de desarrollo y aplicaciones inform¨¢ticas. ¡°Somos una factor¨ªa de software¡±, explica Hidalgo casi sin levantar la vista del ordenador. Ellos ocupan una de las salas de coSfera, por la que pagan 180 euros al mes, m¨¢s 25 por cada socio que la ocupa. Mucho menos de lo que les costar¨ªa el mantenimiento de una oficina propia. Y con muchas m¨¢s ventajas.
¡°El primer aspecto positivo de trabajar con m¨¢s gente alrededor es la comodidad de saber que justo al lado siempre puede haber alguien que te eche una mano en materias que no controlas o que, directamente, desconoces¡±, prosigue este programador. ¡°Por ejemplo, ahora estamos generando un sistema de servidores web con la ayuda de otro aut¨®nomo que est¨¢ en coSfera, que es un experto en ese campo¡±, se?ala. ¡°En este contexto, el intercambio de conocimientos, la generaci¨®n espont¨¢nea de proyectos, el trueque de los mismos o incluso nuevos contratos, es m¨¢s f¨¢cil¡±, justifica Hidalgo. ¡°Y en gran parte se da porque aqu¨ª viene gente que, realmente, lo que quiere es hacer cosas¡±.
Un universo colaborativo
Los espacios colaborativos son mucho m¨¢s que un lugar donde compartir trabajo. Tambi¨¦n se comparten experiencias, ¨¦xitos y fracasos. Esta dial¨¦ctica suele ser b¨¢sica en las iniciativas andaluzas existentes (las primeras fueron Working Company, en Sevilla, coSfera y Cocoroc¨®, en Granada) y las que se est¨¢n gestando. Un ejemplo de este intercambio de visiones ocurri¨® el jueves en C¨®rdoba, donde se celebr¨® el primer OuiShare Andaluc¨ªa. All¨ª se dio cita una decena de iniciativas colaborativas. Una actividad que cont¨® con la colaboraci¨®n con el Consejo Social de la Universidad de C¨®rdoba.
No todos son emprendedores. Tambi¨¦n los empleados pueden beneficiarse de las ventajas de esta modalidad laboral. En especial, aquellos que ejercen el teletrabajo desde casa. Como Sergio G¨®mez, un cordob¨¦s contratado por una empresa sevillana de investigaci¨®n y desarrollo de mecanismo de almacenamiento de energ¨ªa quien, harto de trabajar solo desde casa, negoci¨® con sus jefes una vacante en coSfera. ¡°Me ayuda ver caras, hablar y compartir. Es como estar en una oficina, pero mucho mejor¡±, afirma.
Hay un libro no escrito en coSfera, una suerte de tablas de la ley, que a Miguel ?ngel Calero, uno de los impulsores de esta empresa de coworking le gusta repetir. Y sus cinco mandamientos, marcados por un radical esp¨ªritu optimista, son: apertura, colaboraci¨®n, sostenibilidad, comunidad y ganar (tanto en el sentido de lograr las metas empresariales, como de obtener un rendimiento econ¨®mico). Y eso se lleva, tanto al campo meramente pr¨¢ctico del espacio ¡ªen este antiguo chalet priman los ambientes di¨¢fanos y el derribo de tabiques arquitect¨®nicos es una constante¡ª como al ¨¢mbito del concepto mismo de la empresa que ofrece el servicio y, tambi¨¦n, de las iniciativas que cobija.
¡°Hay que cambiar la mentalidad de trabajo. El coworking ha venido para quedarse. Trabajar solo, enfrentarse solo en una competitividad extrema, no da resultado. Vivimos y trabajamos en comunidad. Y especializ¨¢ndonos cada uno en nuestro campo es m¨¢s f¨¢cil colaborar con otros y ofrecer un valor a?adido para lograr el ¨¦xito¡±, explica.
Calero, junto a Antonio Fern¨¢ndez y Pilar Manrique, pontifican con el ejemplo. Los tres trabajan en la misma consultor¨ªa de urbanismo que gestionaban antes de embarcarse en coSfera. Pero fue al mudarse a las faldas de la sierra, cuando se dieron cuenta de que la enorme amplitud de esa gran casa pod¨ªa servirles tanto a ellos, como a muchos m¨¢s. Un a?o despu¨¦s, en coSfera trabajan Miguel ?ngel, Antonio y Pilar, pero al tiempo que dirigen la empresa colaborativa, prosiguen con su propia actividad urban¨ªstica, Y todo, en compa?¨ªa de otras 36 personas que, a cambio de una cuota, tienen derecho a una mesa de trabajo, el uso de Internet y, sobre todo, la ventaja de ejercer sus diferentes oficios en un ambiente compartido y abierto a la generaci¨®n espont¨¢nea de soluciones, proyectos o cr¨ªticas constructivas.
CoSfera no est¨¢ sola. Hace unos meses naci¨® CoRab21, un espacio de coworking asociado al campus tecnol¨®gico de la Universidad de C¨®rdoba Rabanales 21. Cuenta con dos sedes, una en el centro de la ciudad y otro en el propio parque tecnol¨®gico, m¨¢s ligada a proyectos puramente t¨¦cnicos y cient¨ªficos. La iniciativa es, en parte, producto de la crisis, pues surge de un estudio de arquitectura que, al tiempo que disminu¨ªa su carga de contratos y la reducci¨®n de empleados, ve¨ªa crecer el espacio de trabajo. La reinvenci¨®n de la firma pas¨® por la reconversi¨®n de ese ambiente. Y del dise?o de proyectos, se pas¨® al alquiler de microespacios bajo un r¨¦gimen de coworking.
¡°B¨¢sicamente es un lugar donde compartir recursos, gastos y mantener el contacto con gente que vive tu misma situaci¨®n¡±, se?ala la gestora de CoRab21, Rosa Cabrera. ¡°Es un concepto nuevo y a mucha gente le cuesta entenderlo y lo confunden con una especie de vivero de empresas: una etapa previa antes de dar el salto para establecerse por su cuenta. Pero no es as¨ª, es una manera de trabajar¡±, apunta. De hecho, se?ala, la mayor¨ªa de los aut¨®nomos y minipymes a las que dan servicios ¡°son empresas ya consolidadas¡±.
¡°El coworking se est¨¢ imponiendo¡±, se?ala Antonio Fern¨¢ndez, de coSfera. ¡°Cada vez m¨¢s, las grandes empresas usan los principios del trabajo en comunidad para desarrollar nuevas l¨ªneas en sus productos o en sus ofertas¡±, prosigue. ¡°La filosof¨ªa sigue siendo trabajar solo, en proyectos propios, pero con m¨¢s gente a tu lado. Esto no es solo emprendimiento. Aqu¨ª pasan muchas m¨¢s cosas. Aqu¨ª te enriqueces¡±, concluye Miguel ?ngel Calero.
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