Dependientes y pendientes de una ayuda que no llegar¨¢
La suspensi¨®n por Bienestar de la prestaci¨®n econ¨®mica para residencias golpea a 4.000 familias
Nuria, de 83 a?os, apenas puede caminar. Acumula una retah¨ªla de enfermedades ¡ªhepatitis, diabetes, artrosis y principios de demencia¡ª que le han llevado a ser valorada como alta dependiente y a ingresar, por recomendaci¨®n m¨¦dica, en una residencia de ancianos. Las largas listas de espera para acceder a una plaza p¨²blica (17.000 personas, seg¨²n las patronales de residencias) llevaron a su hijo, Alfons Garcia, a decidir ingresarla en un geri¨¢trico privado el pasado agosto y a asumir temporalmente los costes de la plaza, mientras la Generalitat le concede la conocida como prestaci¨®n econ¨®mica vinculada (PEV), que ayuda a costear una plaza privada mientras consigue una cama en la p¨²blica.
Pero ese dinero no ha llegado ni sabe cu¨¢ndo llegar¨¢, as¨ª que Alfons, de 63 a?os, se plantea jubilarse anticipadamente para pagar la residencia: ¡°?Qu¨¦ hago con ella? ?Dejo que se muera sola? Mi casa no est¨¢ preparada para atenderla correctamente porque necesitamos una gr¨²a para moverla y con mi sueldo no puedo mantenerla en una plaza privada¡±, se queja.
Alfons es una de las 500 personas afectadas este verano por la paralizaci¨®n de las PEV. La Generalitat anunci¨® en julio que el paro ser¨ªa por dos meses. Alfons esperaba empezar a cobrar la ayuda en octubre, pero el dinero no llegar¨¢. El lunes, el Departamento de Bienestar Social anunci¨® en el ¨²ltimo suspiro ¡ªese mismo d¨ªa expiraba la suspensi¨®n temporal¡ª que el recorte ser¨¢ indefinido. La Asociaci¨®n Catalana de Recursos Asistenciales (ACRA), una de las patronales de residencias, calcula que el nuevo recorte afectar¨¢ a 4.000 personas en un a?o.
Son muchas las personas y familias que dependen de esta ayuda: los 2.000 euros mensuales que, de media, cuesta una residencia privada no son asumibles por muchos hogares. A Alfons le piden 1.700 euros, una cifra demasiado elevada teniendo en cuenta que cobra 426 euros de la prestaci¨®n de desempleo y la madre recibe unos 1.000 euros de pensi¨®n. ¡°Si me dijesen que van a darme la PEV de aqu¨ª en unos meses y voy a cobrar los atrasos, pido un pr¨¦stamo para ir tirando, pero no te aclaran nada y as¨ª no puedo arriesgarme¡±, confiesa. Alfons hace n¨²meros y se plantea adelantar su jubilaci¨®n para hacer frente a estos pagos inmediatos, aunque sabe que a la larga perder¨¢ dinero de su propia pensi¨®n.
Los recortes no solo afectan a los nuevos dependientes que entran en el sistema. Bienestar no ha pagado ni un euro este a?o a las m¨¢s de 11.000 personas que cuentan con este PEV, una quinta parte de las 57.000 plazas de residencias que existen. Teniendo en cuenta que esta prestaci¨®n es de 700 euros, el impago de la Generalitat ascend¨ªa a los 60 millones hasta que decidi¨® suspenderla. De hecho, Bienestar reconoci¨® que no quer¨ªa ¡°hacer la deuda m¨¢s grande¡±. A esto que hay que a?adir otros impagos que afectan a la concertaci¨®n de plazas en residencias privadas. En global, la Asociaci¨®n Catalana de Recursos Asistenciales (ACRA), una de las patronales, asegura que la deuda asciende a 90 millones este a?o. Bienestar da por buena la cifra, porque admite no tener el c¨¢lculo.
El Estado recorta su parte
¡°La culpa es de Madrid¡±. Es un mantra que el Gobierno catal¨¢n repite para justificar los recortes. Aunque no siempre es verdad, en el caso de la Ley de Dependencia s¨ª lo es. La norma fija que las Administraciones central y auton¨®mica deben aportar la misma dotaci¨®n al programa, pero en realidad, el Gobierno central lleva varios a?os reduciendo la suya, cosa que ha obligado a las comunidades aut¨®nomas a aumentar su parte.
¡°Es una deslealtad institucional. Y las comunidades, si quieren continuar atendiendo a la gente, deben poner m¨¢s dinero¡±, explica Jos¨¦ Manuel Ram¨ªrez, presidente de la Asociaci¨®n Estatal Directoras y Gerentes de Servicios Sociales. En 2012, el Gobierno recort¨® en 126 millones (un 14%) su transferencia a Catalu?a para el programa de la Dependencia. En cambio, la Generalitat aument¨® inicialmente (a falta de conocer las cuentas liquidadas) su presupuesto en nueve millones (0,5%). El 70% del presupuesto de Bienestar se lo lleva la Dependencia, apuntan fuentes del departamento.
Este movimiento de la balanza se traduce en que el a?o pasado el 63% del gasto en dependencia lo cubri¨® la Generalitat, el 24% el Gobierno central y el 13% restante los usuarios, seg¨²n c¨¢lculos de esta asociaci¨®n bas¨¢ndose en datos oficiales. Una desproporci¨®n que Ram¨ªrez augura que aumentar¨¢, ya que los recursos estatales no aumentan y, en cambio, s¨ª lo hace el n¨²mero de usuarios (18.000 m¨¢s en 2012).
¡°Estamos sufriendo much¨ªsimo. Es un sector que crece y crea empleo, pero estos recortes, sumados a los impagos, est¨¢n llevando al cierre a muchos centros", apunta Montse Llopis, directora general de ACRA. Seg¨²n esta patronal, el pasado a?o cerraron 27 residencias, la mayor¨ªa debido al ahogo econ¨®mico. Y sospechan que este a?o se clausurar¨¢n una treintena m¨¢s. De hecho, las diferentes patronales aseguran que ya hay algunos centros en concurso de acreedores.
Josep Gasol, director de Resid¨¨ncies Catalunya, no sabe cu¨¢nto podr¨¢ aguantar si se perpet¨²an los recortes y los impagos. La Generalitat le debe 200.000 euros ¡ªincluso de personas ya fallecidas¡ª, una cifra dif¨ªcil de soportar para su peque?a empresa, con dos residencias en Barcelona que dan trabajo a 24 personas. En total, cuenta con 41 plazas, todas ellas con subvenci¨®n p¨²blica. ¡°Dependemos totalmente de la Generalitat¡±, admite Gasol, que da cuenta de los perjuicios que ha padecido. ¡°Hemos atrasado el pago a proveedores, sufrimos cada mes para pagar a los trabajadores y todav¨ªa debemos el 40% de las n¨®minas de julio del a?o pasado¡± [ese mes, la Generalitat dej¨® de pagar los servicios concertados, entre ellos las residencias].
Este empresario explica que sus residencias siguen a flote gracias al dinero que pone de su bolsillo, porque acudir a los cr¨¦ditos es casi imposible. ¡°Ahora vas con una deuda reconocida de la Generalitat al banco y se r¨ªen¡±, apostilla. Conociendo la situaci¨®n de otras residencias, Gasol se considera un ¡°privilegiado¡±. ¡°Durante la ¨¦poca de bonanza ten¨ªamos un rinc¨®n, pero ahora ya casi nos hemos comido esa reserva y hemos recurrido al patrimonio¡±, se queja Gasol, a la vez que exige, igual que las patronales, que la Generalitat se ponga al corriente de pago. ¡°Tenemos un l¨ªmite y si esto dura hasta los que estamos mejor caeremos. Se cerrar¨¢n residencias y empresas y habr¨¢ m¨¢s paro¡±.
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