El catal¨¢n que quiso modernizar Madrid
La remodelaci¨®n de un edificio protegido de Jos¨¦ Grases Riera pone de actualidad la figura de este arquitecto cuyas obras cambiaron la capital
Un viejo edificio puede ser una buena excusa para hablar de ¨¦tica y est¨¦tica, de c¨®mo se relacionan ambos conceptos o de si realmente son la misma cosa. Sentado en el respaldo de un banco, con un ducados entre los dedos y echando miradas cortas al edificio que tiene en frente, el arquitecto Jaime Benavides Grases habla de todo eso, de Madrid y su patrimonio, del respeto al trabajo de los arquitectos que le precedieron y de la lucha entre el bien y el mal. ¡°Al final todo se reduce a eso. ?Te acuerdas de lo que dec¨ªa el periodista Ram¨®n Trecet al acabar su programa ¡®Buscad la belleza ah¨ª fuera; es lo ¨²nico que merece la pena en este asqueroso mundo¡¯. Y ten¨ªa raz¨®n, la belleza hace a la gente m¨¢s digna¡±, dice.
Jaime Benavides Grases no se encuentra esta tarde en la confluencia de las calles Alcal¨¢ y Sevilla por ser arquitecto, sino por ser descendiente de Jos¨¦ Grases Riera, el autor del edificio de esa esquina, m¨¢s conocido como La Equitativa. Benavides no se enter¨® de su parentesco hasta la facultad. ¡°Un d¨ªa un profesor habl¨® de ¨¦l. Empec¨¦ a interesarme y descubr¨ª que, adem¨¢s de ser pariente m¨ªo, hermano o primo hermano de mi bisabuelo, no est¨¢ claro, era un gran arquitecto¡±, comenta.
La conversaci¨®n contin¨²a con el pol¨¦mico destino de La Equitativa. El llamado proyecto Canalejas contempla la construcci¨®n de un hotel de lujo de la cadena Four Seasons en siete edificios colindantes de esa manzana. Eso implica mantener las fachadas y vaciar el interior de algunos edificios hasta ahora protegidos, entre ellos el construido por Grases Riera en 1887. Es un plan ambicioso que, seg¨²n el Ayuntamiento busca dinamizar el centro y dar uso a espacios que no lo ten¨ªan. Para algunos arquitectos cr¨ªticos, la operaci¨®n es un atentado contra el patrimonio y un ejemplo de fachadismo, es decir, dejar solo lo de fuera como si los edificios fueran una c¨¢scara.
¡°Tan importante es el patrimonio por dentro como por fuera¡±, dice Benavides Grases. ¡°Hay que conocerlo y preservarlo, puede ser tan misterioso y hermoso como lo que ves por fuera¡±. El arquitecto prosigue hablando de las rejas de La Equitativa y de las m¨¦nsulas con cabeza de elefante que su ancestro coloc¨® para soportar el peso de la estructura interior saliente. ¡°No es casual que sean elefantes; la cabeza es m¨¢s grande por arriba¡±, dice con una sonrisa orgullosa ante los detalles t¨¦cnicos de Grases Riera, un gran desconocido para los madrile?os, a pesar de haber firmado algunos de los edificios y monumentos m¨¢s emblem¨¢ticos de la capital.
?Qui¨¦n era ese catal¨¢n que moderniz¨® el aspecto de la capital con media docena de trabajos? No hay mucha gente a la que le haya interesado escribir sobre Jos¨¦ Grases Riera. En un art¨ªculo de Fabi¨¢n L¨®pez, Jos¨¦ Grases Riera, en la innovaci¨®n constructiva de Madrid, se recoge que naci¨® en Barcelona, el 25 de abril de 1850, y que se gradu¨® all¨ª en la Escuela Provincial de Arquitectura, en 1878, el mismo a?o que Antonio Gaud¨ª.
Tras hacer varias casas particulares y un sorprendente dise?o de casa barata para los perjudicados por el terremoto de M¨¢laga y Granada, Grases gana el concurso convocado por la empresa de seguros estadounidense La Equitativa para construir su delegaci¨®n en el ensanche de la calle de Sevilla. Los pol¨ªticos de la ¨¦poca sab¨ªan que Madrid se hab¨ªa quedado rezagada y consideraban que hab¨ªa que equiparar la antigua corte a otras capitales europeas. Grases no defraud¨® y llev¨® a cabo una obra ecl¨¦ctica, muy en el patr¨®n de Par¨ªs. Le dio as¨ª un toque cosmopolita a la ciudad e introdujo algunos detalles del estilo modernista que ya se avecinaba.
Ese estilo ya est¨¢ en toda su expresi¨®n en el palacio de Longoria. Si alguna vez ha pasado por el edificio de la Sociedad General de Autores (SGAE), en la calle de Fernando VI, y se ha preguntado por qu¨¦ se parece tanto a una obra de Gaud¨ª, sepa que Grases y el genio catal¨¢n tuvieron a los mismos profesores y se graduaron el mismo a?o. Tambi¨¦n son de Grases el Teatro L¨ªrico, hoy sede del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el monumento a Alfonso XII en el Parque de El Retiro o el de Canovas, en la Plaza de la Marina. Y mientras hac¨ªa todo eso, Grases publicaba libros sobre cuestiones de la ciudad que le preocupaban, y donde ya puede verse la figura de un arquitecto m¨¢s actual, preocupado por el urbanismo y los derroteros que va tomando la ciudad. Como ejemplo, algunos t¨ªtulos curiosos: Higiene de hospitales (1897), Gran V¨ªa Central de Norte a Sur (1901), Reformas y descripci¨®n de todos los teatros de Madrid (194), Manicomio modelo espa?ol en la posesi¨®n de Vista Alegre (1905), La Mendicidad (1908).
Cuando Grases muere, el 18 de febrero de 1919, es ya un arquitecto que ha recibido todos los honores por su contribuci¨®n al cambio de Madrid. Ten¨ªa 69 a?os.
Jos¨¦ Ram¨®n Alonso Pereira, de la Escuela T¨¦cnica de Arquitectura de La Coru?a es uno de los que ha reivindicado la figura de Grases. ¡°Pocas veces un autor ha marcado una ¨¦poca en una ciudad con una docena de edificios. Podemos decirlo de Palacios o Villanueva, aunque Grases no cre¨® escuela¡±, dice el profesor por tel¨¦fono. El arquitecto lo describe como un se?or que no deja jam¨¢s tranquila la imaginaci¨®n. ¡°Es como una especie de Spielberg de la arquitectura. Sus obras son todas distintas. Aprovech¨® las oportunidades para hacer obras clave. Donde otros habr¨ªan hecho cosas correctas, ¨¦l hace una palanca hacia otra cosa¡±, dice Alonso Pereira.
El profesor no entra demasiado en una comparaci¨®n de Grases con Gaud¨ª. ¡°A Gaud¨ª le hemos puesto la etiqueta de genio. Lo que s¨ª es cierto es que Madrid se come m¨¢s a la gente, defiende menos sus nombres¡±, concluye Alonso Pereira, que habla de le necesidad de defender el patrimonio de Grases y de darlo a conocer a los ciudadanos.
Ese patrimonio est¨¢ en peligro, seg¨²n han denunciado p¨²blicamente 24 arquitectos en un manifiesto e instituciones como la Real Academia de Bellas Artes. El proyecto Canalejas, que afecta de lleno a La Equitativa, llevar¨¢ all¨ª un hotel de la cadena Four Seasons. El edificio y el antiguo Banco Exterior de Espa?a, ambos propiedad de OHL y comprados al Banco Santander junto a otros cinco inmuebles por 215 millones de euros, han estado hasta hace poco muy protegidos con la etiqueta de Bien de Inter¨¦s Cultural (BIC). El Ayuntamiento ha rebajado esa protecci¨®n ci?¨¦ndola solo a la fachada y a la primera cruj¨ªa y guardando en el caj¨®n un plan especial firmado por el arquitecto Rafael de la Hoz que catalogaba cada elemento valioso de los edificios.
El Estudio Lamela, encargado de las obras para su cliente OHL, concede que las exigencias que hasta ahora se han tenido con esos edificios se han relajado en un contexto de crisis en el que la ciudad no puede tener inmuebles vac¨ªos. ¡°Estamos haciendo un estudio exhaustivo, analizando cada elemento. A nuestro cliente le interesa conservar determinados elementos porque dan m¨¢s valor al resultado final¡±, dice el propio Carlos Lamela. ¡°Hay que ser realista. Si se mantiene la estructura total no se pueden reactivar los usos del edificio. El Plan Especial los hab¨ªa sobreprotegido¡±, se?ala el arquitecto, que recuerda que los edificios llevan 10 a?os vac¨ªos. La responsable del proyecto en el Estudio Lamela, Ana Guasp, se?ala que los edificios ya han sufrido muchas modificaciones a lo largo del tiempo. La arquitecta muestra algunas fotos de lo que se va a conservar: el patio de operaciones, el despacho donde Mario Conde dirigi¨® Banesto, cajas fuertes, vidrieras, molduras del techo, herrajes, suelos¡ ¡°La arquitectura y los edificios est¨¢n vivos¡±, dice Guasp mientras ense?a las im¨¢genes de la evoluci¨®n que ha tenido el edificio de La Equitativa. Con sus palabras, la arquitecta propone el debate de la protecci¨®n en Espa?a. En el estudio consideran que ha habido una sobreprotecci¨®n que es incompatible con los nuevos usos. ¡°Pongamos que queremos proteger un coche antiguo¡±, comenta otro miembro de del Estudio Lamela. ¡°Podemos conservar elementos de cuero, piezas ¨²nicas... pero si queremos que funcione como un coche actual tenemos que mejorar piezas y tocar la maquinaria¡±, explica.
Los arquitectos del Estudio Lamela reconocen que hasta ahora no han explicado lo que van a hacer dentro del edificio y tratan de calmar con sus explicaciones a quienes dudan de la solvencia del proyecto y lo consideran un atentado al patrimonio. Este peri¨®dico ha intentado visitar el interior del edificio. En agosto, OHL y el Estudio Lamela aseguraron que se podr¨ªa visitar en septiembre. Pasado el verano, esa visita no ser¨¢ posible. Ya se han empezado trabajos en uno de los edificios de la manzana.
Los arquitectos que se han manifestado contra el proyecto de Canalejas, aseguran que no est¨¢n contra que los edificios tengan un nuevo uso y tampoco quieren que estos se dejen vac¨ªos. ¡°Claro que no¡±, dice Vicente Pat¨®n, presidente de la asociaci¨®n Madrid, Ciudadan¨ªa y Patrimonio, ¡°pero s¨ª estamos en contra de que las administraciones hagan lo que quieran poniendo como excusa la crisis econ¨®mica. Hay unas leyes y estas no se cambian porque le interese a una empresa determinada¡±.
Los que est¨¢n a favor de los cambios en Canalejas hablan de que simplente se han ¡°flexibilizado las normas¡±, de que es una cuesti¨®n de gustos que cambia con los tiempos. Ser¨¢ el tiempo el que establezca si era as¨ª o de si, como dice Jaime Benavides, lo que hab¨ªa tras las modificaciones en La Equitativa, era la eterna lucha entre el bien y el mal.
Un itinerario por la obra de Grases
Un itinerario por el Madrid de Grases Riera puede ser un buen final para esta semana de la arquitectura que termina hoy. Partimos del edificio de La Equitativa, en la confluencia de las calles Sevilla y Alcal¨¢. A Grases le sirvi¨® para darse a conocer tras ganar un concurso en 1887.
Desde all¨ª podemos ir hasta el edificio del Consejo General del Poder Judicial, en Marqu¨¦s de la Ensenada, antiguo Teatro L¨ªrico y Liceo franc¨¦s. Cerca, en Fernando VI, el palacio de Longoria, sede de la SGAE, y uno de los pocos ejemplos puros del modernismo en Madrid. Desde ah¨ª a la Plaza de la Independencia con vuelta a Serrano 1, donde podemos ver la casa de los Duques de Prim. Y desde all¨ª al Parque del Retiro, donde destaca el monumento a Alfonso XII. Grases no pudo verlo terminado. Muri¨® en 1919. La obra fue inaugurada en 1922.
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