Descaro y porf¨ªa
Raphael se impone en el primero de sus dos conciertos en el Liceo, gracias a esa desmesura que convierte sus actuaciones en piezas de teatro y corridas de toros
![Raphael durante el primero de sus dos conciertos en el Liceo.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/6PYFHVORYONE3MMAI7W3OC7XZE.jpg?auth=f3ea31acdbac9be189ede7de433999d67c2b35cbd450adc09e867c2c70f24724&width=414)
Hay algo apabullante en Raphael, un hombre que no ofrece meros conciertos sino una mezcla impagable de varias especialidades esc¨¦nico-deportivas. En el primero de sus dos conciertos en el Liceo, lastrado por una voz que emerg¨ªa rasposa y af¨®nica, el de Linares se impuso gracias a esa desmesura que convierte sus actuaciones en piezas de teatro, corridas de toros, pel¨ªculas de cine mudo y partidos vividos y explicados con la ret¨®rica del f¨²tbol. Ese es Raphael, una suerte de artista total que a diferencia de los dem¨¢s no se coh¨ªbe, no duda y exuda un orgullo de cuna humilde que se convierte en autoafirmaci¨®n por medio de cada pesta?eo. M¨¢s que valeroso resulta temerario.
Vi¨¦ndole en el Liceo, con ese aire de septuagenario que no quiere rendirse al laminado del tiempo; braceando como un guardiamarina en d¨ªa de jura; congelando frente a platea el instante del desplante torero ante el astado, imagen grabada a fuego en el hipot¨¢lamo cultural espa?ol; gesticulando con pompa y vehemencia tal que actor de cine mudo; cant¨¢ndole a una silla vac¨ªa en la que est¨¢ presente la p¨¦rfida mujer que le asaetea el coraz¨®n, y exigiendo el tributo del respetable con sus paseos e interrupciones de temas, tal que un Cristiano Ronaldo de orgullo m¨¢s refinado y menos poligonero, la platea se licu¨®, los fans enloquecieron. Un espectador ajeno tambi¨¦n lo har¨ªa, pero quiz¨¢s v¨ªctima de la incredulidad: ?qui¨¦n se atreve a dar esos pasos de baile que parec¨ªan una parodia?, ?qu¨¦ otro artista es capaz de cantar una canci¨®n sentado en una silla de despacho que rueda por escena? Nadie. S¨®lo Raphael en No puedo arrancarte de m¨ª.
Por eso Raphael es teatro y cine mudo, tauromaquia y f¨²tbol, arrojo racial a pecho descubierto en enciclopedia a?os 50. Desde el comienzo se not¨® que su voz, en especial cuando la bajaba, estaba mellada. Lo afront¨® como los futbolistas, partido a partido, en su caso canci¨®n a canci¨®n, logrando que una m¨¢cula se convirtiese en acicate ante sus rendidos espectadores. Les regal¨® un concierto que como novedad se escor¨® hacia el soul y el funk ¡ªSi ha de ser as¨ª, Los amantes¡ª, record¨® a Los Bravos -Hoy mejor que ma?ana¡ª, unos arreglos le acercaron a Burt Bacharach ¡ªHablemos del amor¡ª, otros a una especie de soul ye-y¨¦ ¡ªEstuve enamorado¡ª y los m¨¢s al Raphael de siempre, el que no suda pese a la marat¨®n ¡ª35 temas¡ª y mantiene la melena fijada como un click de Famobil.
Pero es ¨¦l. Nadie criticar¨ªa al Papa por ser creyente. Entonces ?qu¨¦ importa que la instrumentaci¨®n fuese demasiado parca y en consecuencia disparada por teclados, como los coros? Poca cosa, pues lo determinante fue que Raphael impuso su f¨ªsico, convirti¨® el concierto en una pugna contra las limitaciones y baj¨® al terreno que desean sus seguidores, el de una pasi¨®n melodram¨¢tica desmelenada que alimenta un cantante irreductible. Raphael se manej¨® en su terreno, all¨ª reina incluso mudo. Le basta mirar con el descaro de quien naci¨® porfiando.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.