Paralizado un desahucio de una mujer enferma con tres hijos en A Coru?a
Elisabeth Saln¨¦s cuenta con el ¨²nico ingreso de 200 euros del subsidio de desempleo
Pese a multiplicarse los protocolos y programas entre Administraciones p¨²blicas para tratar de dar amparo y soluci¨®n a personas a punto de ser desahuciadas por impago de sus viviendas, es otra vez la presi¨®n ciudadana la que impidi¨® ayer que se ejecutara la expulsi¨®n de su piso de una vecina de A Coru?a, madre de tres ni?os de corta edad, enferma (sufre fibromialgia) y desempleada desde hace a?os. Fue la presencia en la calle, al pie del edificio donde vive Elisabeth Saln¨¦s, de un centenar de vecinos y activistas de Stop Desahucios la que llev¨® a la comisi¨®n judicial encargada de notificar el lanzamiento ¡ªorden de expulsi¨®n¡ª a finalmente suspenderla. No hab¨ªa ning¨²n polic¨ªa en el entorno. Pero los gritos de las personas concentradas, cortando el acceso en el portal del inmueble, fueron suficientes para abortar el desahucio. Es solo un aplazamiento, de unos 15 d¨ªas como m¨¢ximo, para un desalojo que es imposible paralizar desde el punto de vista legal, como recordaron las autoridades judiciales.
La mujer, cuyos hijos de tres, cuatro y 11 a?os viven a cargo de su padre, seg¨²n el Ayuntamiento, debe casi un a?o de alquiler. Son unos 400 euros mensuales, pr¨¢cticamente el doble del subsidio con el que vive, unos 216 euros. El propio magistrado encargado del caso, titular del juzgado de Primera Instancia n¨²mero nueve de A Coru?a, califica la situaci¨®n de esta coru?esa, a la que recibi¨® el viernes, de ¡°vulnerabilidad social¡±. Y, de acuerdo con el protocolo de ayuda que se comprometieron a cumplir el Tribunal Superior de Xustiza, la Xunta y la Federaci¨®n de Municipios e Provincias, alert¨® a los servicios sociales tanto del Ayuntamiento como de la Conseller¨ªa de Benestar para urgirles a tomar cartas en el asunto.
Desde el gobierno municipal de A Coru?a, aseguran que hace semanas que est¨¢n trabajando ¡°en dar soluciones¡± a Saln¨¦s. Pero sin acertar hasta el momento. Le ofrecieron primero una vivienda de alquiler social de la Xunta. Pero fue rechazada por la mujer al tratarse de un cuarto piso sin ascensor. Elisabeth, por su enfermedad, incidi¨® en la imposibilidad para ella de subir tantas escaleras. Ayer, ante la inminencia del desalojo, la ¨²nica opci¨®n que el consistorio dio a la mujer fue irse vivir a una residencia de una entidad religiosa de caridad. Una alternativa que impedir¨ªa a la mujer seguir viendo a sus hijos con la misma frecuencia que hasta ahora.
No hay fecha se?alada de momento, seg¨²n el juzgado, para tratar de ejecutar de nuevo el desahucio de Saln¨¦s. Como tampoco para evitar el de la vecina de Cabanas, con un hijo de tres a?os a su cargo, que fue abortado el lunes tambi¨¦n gracias a la movilizaci¨®n ciudadana. ¡°Fue vital¡±, reconoci¨® ayer la secretaria general de Igualdade de la Xunta, Susana L¨®pez Abella, al asegurar que se sigue ¡°trabajando en permanente colaboraci¨®n¡± con el Ayuntamiento en busca de una soluci¨®n a este caso
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