El Gobierno vasco cambiar¨¢ su Plan de Paz ante las ¡°inquietudes¡± detectadas
Ha recibido 28 documentos de sugerencias y propuestas, casi todas "contundentes"
La falta de adhesiones al Plan de Paz y Convivencia del Gobierno vasco, detectada desde el primer d¨ªa de su presentaci¨®n oficial, ha obligado a sus inspiradores a dar marcha atr¨¢s. Al menos, ha obligado a asumir como inevitable que debe introducir numerosos cambios en su inspiraci¨®n para que consiga un mayor calado pol¨ªtico. As¨ª se desprende de la presentaci¨®n de las alegaciones recibidas por el equipo de trabajo de Jonan Fern¨¢ndez, secretario general de Paz y Convivencia, presentadas en Vitoria.
De entrada, el Gobierno ha mostrado? su disposici¨®n a modificar su Plan de Paz y Convivencia para "calmar inquietudes" aunque sigue sosteniendo que el documento deja patente que ETA tiene la principal responsabilidad en la historia reciente de Euskadi.
Desde su presentaci¨®n en junio, este un plan encaminado a impulsar el proceso de paz, exigir el desarme de ETA, clarificar el pasado y construir una sociedad "sin mundos separados", no hab¨ªa prendido. El propio lehendakari, I?igo Urkullu, era consciente de esta falta de apoyos desde diferentes sectores tanto pol¨ªticos como de las propias v¨ªctimas.
Entre las primeras causas de este rechazo al plan se incluy¨® la figura del propio Jonan Fern¨¢ndez, que despertaba unas reconocidas reticencias en amplios sectores. Urkullu sinti¨® especialmente este rechazo aunque admiti¨® que hab¨ªa podido influir en este desafecto hacia el proyecto. Como consecuencia de estas desavenencias, el plan? ha sido contestado con aportaciones y cr¨ªticas por parte de partidos, asociaciones de v¨ªctimas, movimientos sociales y sindicatos.
Deseo de que quede clara la responsabilidad de ETA en lo sucedido
Para Jonan Fern¨¢ndez, "el pasado duele, el presente inquieta y el futuro une". En la rueda de prensa que ha ofrecido en Vitoria, junto a Monika Hernando miembro de su departamento, ha indicado que las desconfianzas del pasado producen inquietud que se proyecta en el presente, sin embargo, la voluntad de compartir un futuro de convivencia genera uni¨®n y eso se ve reflejado en las iniciativas del plan que se orientan al futuro y que no han sido enmendadas.
Consciente de estas dudas que plantea el plan, el secretario general de Paz y Convivencia se ha comprometido a dar una respuesta "flexible" a las aportaciones recibidas y ha asegurado que todas las "preocupaciones" que se han planteado ser¨¢n "tenidas en cuenta" y se buscar¨¢ la manera de darles una respuesta "satisfactoria".
Seg¨²n ha detallado ante los periodistas, el Gobierno ha recibido 28 documentos de sugerencias y propuestas, casi todas "contundentes" y que desvelan tres grandes preocupaciones derivadas de cuestiones a¨²n pendientes de acuerdo. Por un lado, c¨®mo se jerarquizan las responsabilidades de lo que ha ocurrido en el pasado, cu¨¢les son los m¨ªnimos ¨¦ticos y democr¨¢ticos que deben exigirse, y cu¨¢l debe ser la narrativa cr¨ªtica del pasado.
As¨ª, varias aportaciones de los grupos parlamentarios proponen que se deje claro en el documento que ETA tiene la principal responsabilidad de lo sucedido, mientras que desde el enfoque de la izquierda abertzale se reclama un relato que incorpore las causas pol¨ªticas e hist¨®ricas del conflicto.
Fern¨¢ndez ha adelantado su voluntad de "incorporar todo lo que se pueda incorporar, incluso aunque consideremos que ya lo est¨¢, pero si de lo que se trata es de calmar inquietudes y de incorporar adhesiones, vamos a hacer el esfuerzo necesario, siempre y cuando no sepultemos los principios en los que se inspira el plan", ha subrayado.
Las previsiones del Gobierno pasan por procurar "un amplio margen para el consenso social y pol¨ªtico" antes de procurar su aprobaci¨®n a finales de noviembre.
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