Oktoberfest
Es posible que ese acto sirva para observar que PP y C's no son ajenos a est¨¦ticas inquietantes del pasado
Plaza Catalunya. Concentraci¨®n por la unidad de Espa?a. Ambiente relajado. Familiar. Mucha familia de barrio con ni?o. Mucho ni?o con familia, de esos que te encuentras en los ferrocatas, con ese peinado que cuesta d¨¦cadas reproducir sobre un cr¨¢neo. Militantes y dirigentes del PP y de C's riendo con la boca repleta de dientes, o emocion¨¢ndose ante la contemplaci¨®n de la bandera, ese paisaje diferente, seg¨²n quien lo mira. Pancartas impresas con lemas a la convivencia ¡ª Junts estem millor, No volem ser m¨¦s catalans que espanyols¡ª, mucha camiseta con el lema Som 47 milions, mucha bandera europea, mucha camiseta de la selecci¨®n. Ninguna bandera con gallina. Todo ese esfuerzo ecum¨¦nico por la contenci¨®n convive, sin enfrentamiento, con sonrisas y con expresiones de complicidad ante personas con boinas militares, o que emiten peri¨®dicamente gritos de ¡°Arriba Espa?a¡± ¡ªy, glups, de ¡°Arriba Espa?a, co?o¡±, que es como m¨¢s program¨¢tico¡ª. En mitad de la plaza hay un dirigible del que pende una bandera king-size, fletado por el Casal Tramuntana, que a pesar del nombre no es un club na¨²tico, sino un grupo fascista. Una librer¨ªa m¨®vil vende en una esquina literatura que en la RFA est¨¢ prohibida.
Cuando avanzas es com¨²n escuchar conversaciones de peli de miedo ¡ª¡°habr¨¢ que volver a salir a la calle¡±, ¡°nos vemos luego en la Librer¨ªa Europa¡±¡ª. Es com¨²n ver a personas fotografiadas con la bandera en una mano y el saludo romano en la otra, y con ese cuello con la yugular ocho tallas m¨¢s grande. Sobre una barandilla de la plaza, un grupo de adolescentes con sendas banderas canta el himno de Espa?a. De las tres letras que existen en el mercado ¡ªninguna podr¨ªa cantarse en Viena¡ª, optan por la de Jos¨¦ Mar¨ªa Pem¨¢n ¡ª¡±alzar los brazos hijos del pueblo espa?ol / que empieza a resurgir¡±¡ª.
Bueno, el acto ten¨ªa diversos puntos de inter¨¦s. ?Ha aumentado la participaci¨®n respecto al a?o pasado? S¨ª, se ha doblado. Lo que sigue siendo muy poco, casi rozando el rid¨ªculo, si se piensa los ¨²ltimos 11-S. Por primera vez, desde los 90's, hay una extrema derecha no integrada en el PP. ?Es perceptible? Pues no. Es posible que ese acto, incluso, sirva para observar que PP y C's no son ajenos a est¨¦ticas inquietantes del pasado. ?En dos a?os de proceso catal¨¢n se ha creado un discurso unionista fundamentado en derechos, neutral, no esencialista, que haga de coj¨ªn entre nacionalismos y que cree propuestas? Al parecer no. Y no se le espera. El discurso unionista perceptible hoy aqu¨ª, vinculado a un R¨¦gimen extinto y a otro desautorizado y con serios problemas de futuro, no parece dar para mucho m¨¢s. ?Son importantes estos actos? No creo. El unionismo efectivo, la defensa del R¨¦gimen, est¨¢ en otro lado.
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