De vacaciones en la universidad
Las instalaciones destinadas a estudiantes se abren a los turistas todo el a?o
?Por qu¨¦ no visitar unos d¨ªas una ciudad catalana aloj¨¢ndose en una residencia universitaria? La mayor¨ªa de campus abren las puertas de este tipo de instalaciones para acoger turistas, no solo en verano durante horario no lectivo, sino tambi¨¦n durante el curso. La crisis est¨¢ haciendo que muchos estudiantes opten por compartir piso, algo que les resulta m¨¢s barato, as¨ª que las residencias notan c¨®mo cada vez tienen m¨¢s habitaciones vac¨ªas. Y en un contexto en que los ingresos de las universidades no paran de caer, los campus buscan rentabilizar al m¨¢ximo sus residencias.
Pero esta pr¨¢ctica despierta recelos entre el sector hotelero, que ve una competencia desleal y la Sindicatura de Cuentas la considera irregular en el caso de la Vila Universitaria de la universidad Aut¨®noma de Barcelona (UAB), en Bellaterra. Este caso es el m¨¢s visible en cuanto a este uso tur¨ªstico. La Vila Universitaria incluso se anuncia en la conocida p¨¢gina de reservas Booking. El complejo se divide en dos ¨¢reas, la hist¨®rica Vila I, abierta hace 20 a?os, con capacidad para 1.890 estudiantes y solo permite turistas en verano, y la Vila II, inaugurada en 2008, con capacidad de 434 personas y destinada a profesores, investigadores y alumnos de posgrado.
El sector hotelero ve competencia desleal en esta pr¨¢ctica de los campus
El portal de la UAB promociona tur¨ªsticamente esta segunda ¨¢rea, formada por 216 apartamentos de 40 metros cuadrados, con capacidad para dos personas, compuestos por habitaci¨®n doble, cocina, sala de estar y ba?o. ¡°El entorno universitario es ideal para estancias cortas como para estas largas de meses. Aunque no seas estudiante o profesor, su buscas un alquiler temporal cerca del campus o est¨¢s trabajando en la zona del Vall¨¨s, en Vila encontrar¨¢s las mejores condiciones y comodidades¡±. El precio: 67 euros diarios, 418 euros semanales o 880 euros mensuales, anuncia esta web.
Licencia de albergue
Desde Resa, empresa que gestiona 32 residencias universitarias de toda Espa?a, entre ellas la mayor¨ªa de las catalanas, explican que durante la ¨¦poca no lectiva es normal alojar a grupos escolares, deportivos o de cursos de idiomas e incluso turistas en estas instalaciones. Para ello, acostumbran a tramitar la licencia de albergue de juventud. Thierry Igonin, director general de Resa, explica que este uso representa un 10% de la facturaci¨®n anual de la empresa. Igonin admite que en los convenios de las universidades consta que estudiantes y profesores tienen derecho ¡°preferente¡± en las residencias, ¡°pero no exclusivo¡±, dejando la puerta abierta a otros usos.
Manel Casals, director general del Gremi d'Hotelers se muestra contrario a este uso tur¨ªstico de las residencias universitarias. ¡°Estamos cansados que cualquier chiringuito se pueda usar como alojamiento tur¨ªstico¡±, se queja Casals. ¡°Est¨¢n enga?ando a la Administraci¨®n y a todos. Que cada uno haga el trabajo que le toca¡±, a?ade. M¨¢s permisivo se muestra el secretario de Universidades, Antoni Castell¨¤, quien admite desconocer esta pr¨¢ctica, pero ve bien que las universidades exploten las plazas que tengan vac¨ªas. Para Albertos, la alternativa ser¨ªa ¡°que la Vila estuviera infrautilizada¡±.
La Aut¨®noma justifica este uso tur¨ªstico permanente, que se da desde hace un par de a?os, por la bajada de la ocupaci¨®n universitaria. Hace tres cursos Vila I estaba llena al 97% y el curso pasado no lleg¨® al 89%. El mismo descenso ha vivido Vila II, al 80% durante los primeros a?os, pero en el pasado se qued¨® en el 60%, explica Jos¨¦ Luis Albertos, responsable de Vila Universitaria. ¡°Nosotros no podemos hacer negocio con la residencia, pero no podemos perder dinero. Hay que pagar sueldos y el mantenimiento de los edificios. Y la crisis afecta¡±, justifica Albertos, que se escuda en el vac¨ªo legal sobre este tema.
Pero la Sindicatura de Cuentas no acepta este argumento en el caso de la UAB. ¡°El contrato de alquiler establece que las viviendas se tienen que destinar ¨²nica y exclusivamente a albergar una residencia para estudiantes y otros miembros de la comunidad universitaria de la UAB¡±, reprocha la Sindicatura, en su informe sobre la Fundaci¨®n de la UAB de 2011. El ente fiscalizador le recuerda al campus que para la construcci¨®n de los apartamentos de Vila II, calificados como pisos de protecci¨®n social, se cont¨® con un cr¨¦dito de cinco millones del Ministerio de Vivienda y otro de la Generalitat por el mismo importe. La Sindicatura tambi¨¦n recrimina a la UAB que est¨¦ cobrando precios en este complejo m¨¢s elevados que los que marca la normativa.
El precio es, precisamente, uno de los factores que lleva a los estudiantes, en un contexto de dificultades econ¨®micas, a mirar hasta el ¨²ltimo c¨¦ntimo y optan por alojarse en pisos u otro tipo de residencias m¨¢s baratas.
Raquel Zunzunegui cursa tercero de Derecho en la UAB. Es de Sant Feliu Gu¨ªxols y nunca se plante¨® quedarse en la Vila. ¡°Mis compa?eros no me lo recomendaron. Los pisos son muy peque?os, Internet es el mismo que el de la Universidad y va fatal... Las instalaciones no son adecuadas¡±, resume esta estudiante que opt¨® por compartir un piso muy grande, describe, con una habitaci¨®n de matrimonio para ella sola en Cerdanyola del Vall¨¨s ¡°En moto llego a la universidad en cinco minutos. 30 minutos, si voy a pie¡±, a?ade. Paga 220 euros al mes, aunque en breve se traslada a otro piso que le saldr¨¢ por 150. En la Vila pagar¨ªa 220 euros mensuales compartiendo habitaci¨®n con otro estudiante en un apartamento para cinco personas o hasta 450 euros por un estudio de uso individual.
El uso tur¨ªstico no es ¨²nico de la UAB. La mayor¨ªa de campus lo permiten, seg¨²n ha comprobado este peri¨®dico contactando con sus residencias v¨ªa telef¨®nica. Pero hay excepciones, como la Vila de Lleida o los dos colegios mayores de la Universidad de Barcelona que vetan la entrada a personal ajeno al campus. La Polit¨¦cnica se desmarca de esta pr¨¢ctica alegando que sus residencias, como la del campus de Terrassa o la de Diagonal, son de gesti¨®n privada (aunque de titularidad p¨²blica), a cargo de la empresa Resa.
Una portavoz de la Polit¨¦cnica asegura que las residencias ¡°se usan solo por estudiantes¡±, aunque admite que no lo han comprobado. Un argumento parecido esgrime el responsable de Vila, que no considera su complejo sea p¨²blico. ¡°Es un equipamiento de la universidad que funciona como servicio privado y que la universidad no estar¨ªa obligada a dar¡±, defiende.
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