La madre de todos los pelotazos sanitarios

Hablar de los concursos que han cedido al sector privado los diagn¨®sticos con equipos de resonancia magn¨¦tica de los pacientes de la sanidad p¨²blica es hablar de pol¨¦mica, de sobrecostes y de sospechas de desv¨ªo de fondos p¨²blicos que la oposici¨®n y los radi¨®logos han denunciado reiteradamente a lo largo de los ¨²ltimos 15 a?os pero que nunca se han llegado a demostrar.

El ¨²ltimo en levantar la voz por el despilfarro que ha supuesto el empe?o del PP de vetar la compra de resonancias por parte de la sanidad p¨²blica ha sido, nada menos, la Sindicatura de Comptes, hace poco m¨¢s de dos meses. Este organismo plante¨® que, en contra de la pol¨ªtica del PP, los diagn¨®sticos le saldr¨ªan m¨¢s baratos a la Generalitat si los equipos fueran p¨²blicos, es decir, propiedad del sistema valenciano de salud.

Con un t¨ªtulo tan expl¨ªcito como Resonancias magn¨¦ticas: una oportunidad de ahorro, el documento sostiene que con medios propios, la sanidad valenciana ahorrar¨ªa m¨¢s de la mitad del coste por exploraci¨®n: de una cantidad media de 257 euros, se pasar¨ªa a 108 euros. El ahorro potencial oscilar¨ªa entre los 3,3 y los 16,7 millones de euros.

Estas conclusiones no son ning¨²n secreto para los radi¨®logos de los hospitales p¨²blicos valencianos y diferentes sociedades cient¨ªficas que, antes de que en el a?o 2000 se cerrara el primer concurso, se cansaron de denunciar ¡ªencierros incluidos¡ª que la f¨®rmula por la que optaba el Gobierno presidido entonces por Eduardo Zaplana incrementar¨ªa el coste.

El pol¨¦mico y millonario primer concurso se hizo p¨²blico con vacacionalidad, al filo del mes de agosto de 2000. Eresa, una empresa con un largo historial de conciertos en diagn¨®stico por imagen con la Generalitat, se hac¨ªa con los lotes de Valencia y Castell¨®n. Inscanner ¡ªligada al por entonces diputado del PP Luis Concepci¨®n¡ª y Beanaca ¡ªde Carlos Paz, el fundador de la Cl¨ªnica Benidorm, muy pr¨®ximo a Zaplana¡ª se quedaron con Alicante. Entre todos se repartir¨ªan hasta el a?o 2008 los 166 millones de euros del contrato. Aunque fueron bastantes m¨¢s.

Como hab¨ªan previsto los radi¨®logos, la desviaci¨®n del gasto previsto fue sistem¨¢tica. En 2005, por ejemplo, de nada menos que el 70%. En el caso de Inscanner, cobr¨® casi el doble de lo inicialmente calculado.

Concepci¨®n se?al¨® en 1999 que se hab¨ªa desprendido de sus participaciones de Inscaner. Y dijo que sus hijos hab¨ªan cedido sus acciones a un socio. En 2004 se supo que detr¨¢s de esta operaci¨®n hab¨ªa una opci¨®n de recompra para evitar posibles incompatibilidades, por lo que Concepci¨®n mantuvo el control accionarial mientras su firma ingresaba millones de euros p¨²blicos. Un a?o m¨¢s tarde, Concepci¨®n y sus socios vendieron la empresa a Paz ¡ªambos ya han fallecido¡ª.

En 2008, finalizado el contrato inicial y pese a la nueva acometida de los radi¨®logos, la Generalitat volvi¨® a optar por un concurso. No hubo sorpresas. Una uni¨®n de empresas formada por Eresa, Inscanner y Beanaca a las que se uni¨® Ribera Salud se hicieron con el nuevo contrato hasta 2018. El presupuesto de este nuevo pelotazo se dispar¨® hasta los 497 millones de euros.