Katia antes de fallecer, a una amiga: ¡°Dile a mi padre que le quiero¡±
Espeluznante relato de una de las asistentes al Madrid Arena que sufri¨® la avalancha en la que murieron cinco j¨®venes el pasado 1 de noviembre
Espeluznante relato el que han escuchado esta ma?ana el juez y los abogados personados en el caso Madrid Arena de voz de una de las testigos, menor de edad cuando ocurrieron los hechos, de la tragedia registrada el pasado 1 de noviembre en la que murieron cinco j¨®venes en el pabell¨®n municipal. Seg¨²n la menor, se llegaron a registrar hasta cinco filas de personas atrapadas en el vomitorio, seg¨²n han relatado los letrados personados. La frase m¨¢s dura ha sido cuando ha contado lo que le relat¨® una de las v¨ªctimas instantes antes de fallecer, Katia: ¡°Dile a mi padre que le quiero¡±.
La menor ha explicado que un amigo disc jockey suyo le dijo dos d¨ªas antes de la fiesta que no acudiera al concierto ya que se hab¨ªa doblado el n¨²mero de entradas de que dispon¨ªa el pabell¨®n municipal. Sin embargo, la joven acudi¨® al Madrid Arena la noche del 31 de octubre y pudo entrar pese a que era menor de edad en aquel momento. Ning¨²n responsable de la puerta le pidi¨® que acreditara que ten¨ªa 18 a?os o m¨¢s. Seg¨²n su relato, se limitaron a recogerle la entrada. Adem¨¢s sali¨® en m¨¢s de una ocasi¨®n a buscar bebida en los exteriores, donde hab¨ªa un enorme botell¨®n, y, seg¨²n su relato, nadie la control¨®.
Tambi¨¦n ha explicado que la avalancha se produjo en el vomitorio por la gente que quer¨ªa entrar y salir de la pista justo cuando estaba tocando el DJ Steve Aoki. La joven fue v¨ªctima de esa avalancha y pudo salvarse gracias a que un hombre tir¨® de ella de los brazos y la sac¨®.
Las declaraciones contin¨²an ahora con la de un joven que result¨® herido durante una pelea durante el transcurso de la fiesta pero que no fue atendido por los servicios m¨¦dicos. Seg¨²n su relato a la entrada de los juzgados de Plaza de Castilla, las personas que estaban atendiendo la enfermer¨ªa le dijeron que no ten¨ªa nada y ni siquiera le dieron una botella de agua. Tuvo que ir por sus medios a un centro sanitario para que le curaran y le miraran si ten¨ªa alguna lesi¨®n importante.
El joven tambi¨¦n ha explicado que en su vida hab¨ªa un botell¨®n de tales dimensiones, en los exteriores del pabell¨®n municipal. Fueron centenares de personas las que se juntaron para beber.
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