Cansino

Pueden estar contentos. Tras siete a?os de exilio voluntario, Els Joglars han vuelto a casa antes de la Navidad, han sido acogidos sin incidentes en una plaza especialmente sensible al tema soberanista como es Girona, han agotado las entradas de su Teatre Municipal con la ¨²nica funci¨®n dentro del festival Temporada Alta de El coloquio de los perros, su ¨²ltimo trabajo, y al final de la misma recibieron una calurosa ovaci¨®n. No se puede pedir m¨¢s, sobre todo si tenemos en cuenta que la nueva adaptaci¨®n de un texto cervantino no ha sido tan lograda como las anteriores, El retablo de las maravillas (2004) y En un lugar de Manhattan(2005).

Con Ramon Fontser¨¨ como protagonista y director, al frente adem¨¢s de la compa?¨ªa desde que Boadella anunci¨® el relevo har¨¢ cosa de un a?o, esta propuesta de Els Joglars falla desde su concepci¨®n. La novela hom¨®nima de Cervantes, un di¨¢logo entre dos perros que adquieren el don del habla durante una noche y cuentan sus peripecias con sus distintos due?os, un ¡°milagro en que no solamente hablamos, sino que hablamos con discurso como si fu¨¦ramos capaces de raz¨®n¡± y que es un retrato de la condici¨®n humana, les sirve de base para criticar la actualidad. El problema es que aprovechan tan poco del original, b¨¢sicamente la idea y puede que alg¨²n di¨¢logo, y a?aden tanto de cosecha propia, y esa cosecha es tan pobre que el producto final es de perfil bien bajo. Cansino, y valga la palabra. Cipi¨®n y Berganza, los perros, interpretados por el mismo Fontser¨¨ y Pilar S¨¢enz, ya no est¨¢n el Hospital de la Resurecci¨®n en Valladolid sino que se hallan encerrados en una perrera bajo la vigilancia de un guardia de seguridad (Xavi Vil¨¤) que funciona como interlocutor.

As¨ª, mientras los canes cuentan sus nuevas historias que pasan por varias reencarnaciones, a cual m¨¢s absurda, dos int¨¦rpretes m¨¢s (Dolors Tuneu y Xavi Sais) se encargan de representar a los personajes que en ellas aparecen bajo m¨¢scaras y modos muy comedia del arte. Cu?as un tanto forzadas y tremendamente manidas sobre noticias m¨¢s o menos recientes, como son las referencias a Fukushima o al comit¨¦ ol¨ªmpico espa?ol, trufan cada dos por tres esta lib¨¦rrima adaptaci¨®n del cl¨¢sico. Si El coloquio original acaba con las palabras del licenciado ¡°V¨¢monos al Espol¨®n a recrear los ojos del cuerpo, pues ya he recreado los del entendimiento¡±, este concluye con la liberaci¨®n de los perros por parte de dos j¨®venes defensores de los derechos de los animales, siendo uno de ellos el hijo del segurata, y dej¨¢ndonos con la sensaci¨®n de haber estado recreando los ojos de la sandez.