Para re¨ªrse al contado
¡®El cr¨¦dito¡¯, comedia de enredo desternillante protagonizada por Carlos Hip¨®lito y Luis Merlo, tiene todas las cartas para repetir el ¨¦xito de Burundanga
¡°D¨¦me el cr¨¦dito que me niega o seducir¨¦ a su mujer: tengo un don infalible¡±. El director de la sucursal tampoco da cr¨¦dito a lo que oye: o se le ha gripado la oreja o el tipo que tiene enfrente es un lun¨¢tico; pero cuando le garantiza que conseguir¨¢ adem¨¢s que su esposa le abandone (¡°entonces tendr¨¢ usted que arregl¨¢rselas con el 30% de su salario e irse a vivir de alquiler a Parla¡±), el coraz¨®n le da un vuelco: ¡°?C¨®mo sabe que eso es lo que le est¨¢ sucediendo a mi hermano?¡±.
El cr¨¦dito, comedia de enredo desternillante, plantea un pugilato entre contendientes disparejos, en el curso del cual las fuerzas se invierten y qui¨¦n cre¨ªa tener la sart¨¦n por el mango acaba quem¨¢ndose. Jordi Galceran, su autor, es maestro en el arte de hacer que el p¨²blico desconecte la raz¨®n para disfrutar sin estorbo del funcionamiento de ese metaf¨®rico mecanismo de trampas y trampillas que ¨¦l pone en funcionamiento desde el minuto cinco y de los golpes que el par de infortunados protagonistas se dan a cada ca¨ªda.
EL CR?DITO
Autor: Jordi Galcer¨¢n. Int¨¦rpretes: Carlos Hip¨®lito y Luis Merlo. Luz: Juan G¨®mez Cornejo. Escenograf¨ªa: Alejandro And¨²jar. Direcci¨®n: Gerardo Vera. Teatro Maravillas.
Porque el secreto de El cr¨¦dito, como el de Fuga, otro ¨¦xito suyo reciente, es que produce una m¨¢gica suspensi¨®n colectiva del raciocinio, por la cual la inverosimilitud de algunas reacciones del director bancario no es percibida por el espectador o, si lo fuera, queda neutralizada por el inmediato efecto euforizante de los gags a los que tales reacciones dan lugar. Parte del m¨¦rito de que esto suceda es de Carlos Hip¨®lito, su int¨¦rprete, que borda aqu¨ª un trabajo contenido pero bullente, sin el brillo infatuado que pierde a tantos buenos actores: el acabado mate resulta mucho m¨¢s apropiado para ese bancario en trance de desmoronamiento.
Hip¨®lito est¨¢ espl¨¦ndido durante el cl¨ªmax que cierra el primer acto, ir¨®nico gui?o a la m¨¢s c¨¦lebre escena de Lo que el viento se llev¨®; gracios¨ªsimo, en esa llamada telef¨®nica inspirada en las de Gila, y en la manera en que manifiesta, durante la clase de seducci¨®n, lo t¨®rpido de su comportamiento conyugal; cre¨ªble en cada uno de los tirones que, intentando escapar, sujetan m¨¢s y m¨¢s a su personaje a la red, y rotundo en su desmoronamiento.
Luis Merlo baila a placer con un papel m¨¢s agradecido en apariencia, pero sustancialmente dif¨ªcil, pues de Antonio Vicente, el peticionario, poco sabemos, salvo que tiene un elevad¨ªsimo concepto de s¨ª mismo. ?Para qu¨¦ quiere el cr¨¦dito? ?Est¨¢ en paro? ?De qu¨¦ trabaja? Galceran le pone nombre y apellido para convencernos de que es de carne y hueso, cuando en realidad es una figura, un artificio dram¨¢tico para propiciar la ca¨ªda del director. Interpretado por Merlo, es un gran don nadie, fragil¨ªsimo, con una candente punta de enigma.
Con la direcci¨®n de Gerardo Vera, limpia, eficaz y atenta al detalle, El cr¨¦dito tiene todas las cartas para repetir el ¨¦xito de Burundanga.
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