Un declive ag¨®nico
La televisi¨®n p¨²blica les ha estallado en las narices a fuerza de manipular contenidos y propiciar su inviabilidad econ¨®mica
Proclama a toda orquesta el PP que la crisis ha tocado fondo y que lo peor ha pasado. No es la primera vez que tratan de vendernos tal burra, pero en esta ocasi¨®n los populares valencianos se lo han tomado tan en serio que han decidido demostrarlo mediante la realizaci¨®n de tres sucesivos sondeos demosc¨®picos que le servir¨¢n asimismo para dise?ar su estrategia electoral y pulsar las posibilidades del molt honorable Alberto Fabra en las urnas. A partir de este momento y ah¨ªtos de curiosidad esperamos ver el resultado de la primera de las encuestas, en el supuesto, claro est¨¢, de que no lo oculten, algo que sin duda ocurrir¨¢ en el caso de no serle favorable, aun cuando se financie con dinero p¨²blico. Pero dar la callada por respuesta equivaldr¨¢, obviamente, a rubricar el descalabro que se le viene pronosticando reiteradamente al partido que nos gobierna.
Sin embargo, hay que reconocer la intrepidez de la iniciativa a la vista del convulso panorama que el PP afronta en estos lares. Por lo pronto, en el plano judicial no pueden ser m¨¢s agobiantes las circunstancias. El provecto cacique de Castell¨®n, Carlos Fabra, calienta banquillo y tiene serias dificultades para explicar el origen y fiscalidad de sus dineros. Su poder¨ªo ha languidecido ostensiblemente y ya no se le abren las puertas de los ministerios, seg¨²n describi¨® su cofrade, el pintoresco Gonz¨¢lez Pons. Ahora hiede a chabolo, aunque nunca llegue a pisarlo, y proyecta televisivamente una imagen escandalosa que ya es parte de la condena que le acecha, adem¨¢s de un pesado lastre para su partido.
Como tambi¨¦n lo es Pedro ?ngel Hern¨¢ndez, diputado auton¨®mico y exalcalde de Torrevieja durante m¨¢s de cinco legislaturas, condenado en firme a tres a?os de prisi¨®n por chanchullos municipales en la adjudicaci¨®n de la limpieza y recogida de basura, ese negocio al parecer fabuloso en La Vega Baja que a tanta gente ha contaminado. A este veterano edil solo el indulto ¡ªtan prodigado por otra parte¡ª podr¨ªa impedir que pise la c¨¢rcel.
Y no acaban ah¨ª, ni mucho menos, los episodios judiciales decantados por la corrupci¨®n que se ense?ore¨® del partido y que previsiblemente estallar¨¢n como una traca de juicios orales y sentencias a lo largo del pr¨®ximo a?o. Es impensable que los estrategas del PP no hayan valorado el efecto disuasorio que esa cr¨®nica de tribunales y pasarela de ¡ªpresuntos¡ª delincuentes ha de tener sobre el electorado menos cautivo, sobre todo cuando ya no se pueden despilfarrar recursos en grandes eventos y encandilar al vecindario con una falsa prosperidad que nos ha arrumbado en la miseria, determinando justamente el declive ag¨®nico de partido que nos gobierna desde 1995. En este sentido, lo peor para la hueste conservadora est¨¢ todav¨ªa por llegar.
Y para colmar su desgracia, la TV p¨²blica les ha estallado en las narices a fuerza de manipular sus contenidos, primero, propiciar su inviabilidad econ¨®mica, despu¨¦s, y liquidarla mediante un ERE arbitrario que, de prosperar la petici¨®n fiscal y ser declarado nulo, dar¨¢ lugar a un enredo monumental. En todo caso, lo que ha conseguido por ahora el PP es neutralizar un medio decisivo para sus intereses electorales. Para ello ha procedido a licenciar a sus trabajadores m¨¢s cualificados y poner en fuga la audiencia. Solo le ha faltado dispararse un tiro en el pie. Pero todo llegar¨¢ porque cuando se cae en picado cualquier desgracia est¨¢ en el gui¨®n.
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