La belleza nost¨¢lgica de la vieja feria
Una mujer en miniatura y la incre¨ªble cabeza parlante llegan a Santa Coloma
¡°?Una experiencia ¨²nica, para toda la vida, entren a ver a Morna, la chica de la pecera!¡±. El hombre delgado de acento extranjero llama desde la puerta de su carromato. Una veintena de personas nos apretujamos en el interior para contemplar el fen¨®meno. Van Oven, el feriante, nos explica con el fondo de una m¨²sica triste la historia de la joven, encogida hasta los 20 cent¨ªmetros por una pena de amor. Escuchamos entonces unos pasitos quedos y un min¨²sculo chapuz¨®n. Descorre el hombre una peque?a cortinita roja y aparece en lo alto de una estanter¨ªa una pecera. Dentro est¨¢ la chica, y nos saluda. ?Deber¨ªan haber visto la cara de los ni?os! Y la nuestra.
Ha instalado Passatge ins¨°lit su feria de fantas¨ªa y rarezas en los jardines de la Torre Balldovina de Santa Coloma y parece que hayan llegado el viejo P. T. Barnum y Ray Bradbury. La feria revive con sus encantadores carromatos, carpas y barracas de prodigios el desvanecido mundo de freaks, charlatanes y maravillas que tan bien evoc¨® en novelas y cuentos Bradbury y que coleccion¨® haciendo una pasta el empresario Barnum, patrono del enano General Tom Thumb, la sirena de Fiji o la supuesta ama de cr¨ªa de George Washington.
La feria que nos ocupa no dispone de esos seres pero s¨ª de otros como la incre¨ªble Cabeza Parlante. Un poco intimidado accedo a su recinto (?La Carpa Fosca!) para hablar, uh, con ella. Es guapa, al menos de cuello para arriba. Me explica que se llama Sara Garc¨ªa y que es la parte menos completa de las c¨¦lebres siamesas Garc¨ªa, ¨¦mulas de los famosos Chang y Eng Bunker y separadas como ellos. El efecto, he de confesarles por rigor informativo, tiene truco pero el misterio reina en la peque?a barraca de la compa?¨ªa L'Avalot, con capacidad para treinta sobrecogidos espectadores. Al acabar, Miss Garc¨ªa se marcha en una maleta.
Mucha poes¨ªa, m¨²sica, misterio y cari?o al viejo oficio de la feria y el teatro de proximidad son los secretos de esta deliciosa experiencia del Passatge ins¨°lit, que incluye atracciones de habilidad, sorprendentes mecanismos, los geniales dedos marioneta del holand¨¦s Lejo o la experiencia de la casa helada encantada de la compa?¨ªa Ponten Pie, sin olvidar un aut¨¦ntico tren de la bruja a la antigua usanza.
La iniciativa que se celebra por segundo a?o consecutivo va creciendo y se presenta como el n¨²cleo de algo que podr¨ªa llegar a ser una experiencia multitudinaria. ¡°Lo central es inventar una buena historia y rodearla de atm¨®sfera¡±, me explica Segundo Galant, el presentador de la Cabeza Parlante. El espectador paga por cada atracci¨®n un precio que oscila entre los dos y los cinco euros.
Douwe van Oven, de Circusdrome, el propietario de la chica de la pecera, subraya que hay espacio hoy para esta feria m¨¢gica que sigue la tradici¨®n, apunta, de Barnum o el Luna Park. Y me explica, retorci¨¦ndose las manos, la historia de la otra muchacha que se convirti¨® en gorila...
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