Valencia aparca los planes para rematar la fachada mar¨ªtima
El Ayuntamiento lanza un proyecto que busca la explotaci¨®n comercial de la marina El gobierno local prescinde de propuestas que integran los barrios del entorno
La uni¨®n de Valencia con el mar espera desde hace d¨¦cadas una soluci¨®n urban¨ªstica definitiva, una integraci¨®n de la d¨¢rsena hist¨®rica del puerto con la ciudad y la conexi¨®n de la fachada mar¨ªtima y sus barrios con el Jard¨ª del T¨²ria. Prueba del inter¨¦s por un desarrollo singular de la zona son las propuestas que con el tiempo se han amontonado en los despachos del Ayuntamiento. Ninguna se ha ejecutado y probablemente seguir¨¢n acumulando polvo, ya que el Consistorio ha lanzado un nuevo plan que se limita a buscar la explotaci¨®n comercial de la d¨¢rsena, que se remodel¨® para la Copa del Am¨¦rica de 2007.
La alcaldesa, Rita Barber¨¢, ha pasado de impulsar concursos internacionales para lograr un dise?o ¡°de vanguardia¡± para la zona, a encargar a dedo un plan para activar con restaurantes y bares, hoteles y empresas n¨¢uticas una d¨¢rsena que languidece desde que se acabaron las regatas. La propuesta nace con pol¨¦mica, por el contenido y por la forma en que se ha planteado el encargo a trav¨¦s de la empresa municipal Aumsa, sin concurso. La oposici¨®n ve en el plan un ¡°parque tem¨¢tico concebido para generar beneficios y que da la espalda a los vecinos¡±, a lo que el Ayuntamiento responde a la defensiva que hay que devolver el cr¨¦dito de 320 millones de euros que firmaron las tres administraciones (Gobierno, Consistorio y Generalitat) como Consorcio Valencia 2007 para convertir la d¨¢rsena en la Marina Real Juan Carlos I de cara a la competici¨®n de vela.
¡°Hoy ha comenzado el futuro de la gran marina¡±, proclam¨® Barber¨¢ en enero de 2006 cuando logr¨® que el Gobierno socialista aceptara la ocupaci¨®n a largo plazo de una franja de muelles del puerto para integrarlos en la d¨¢rsena y convocara un concurso internacional de ideas. Con el viento a favor del boom inmobiliario y con la Copa del Am¨¦rica a las puertas, la alcaldesa llam¨® a participar a los mejores despachos de arquitectos para que vertieran sus propuestas sobre la d¨¢rsena y el suelo colindante del plan urban¨ªstico de El Grau (un total de 1,3 millones de metros cuadrados). ¡°Buscamos una ordenaci¨®n moderna, vital, din¨¢mica y creativa como la ciudad¡±, asegur¨®.
Las propuestas para reordenar el frente litoral han acabado en un caj¨®n
El dise?o del codiciado espacio que deb¨ªa convertirse en el mejor escaparate de una Valencia pujante atrajo a 135 equipos de arquitectos, de los que 59 pasaron a la fase final. Dos planteamientos lograron ex aequo el primer premio: el del franc¨¦s Jean Nouvel en colaboraci¨®n con el valenciano Jos¨¦ Mar¨ªa Tom¨¢s Llavador, y el despacho de GMP, de los arquitectos alemanes Meinhard von Gerkan y Volkwin Marg.
Todos ellos conoc¨ªan bien el espacio sobre el que hab¨ªan trabajado. Tom¨¢s Llavador dio forma al primer plan de recuperaci¨®n de la d¨¢rsena interior y su integraci¨®n con la trama urbana de la ciudad, bautizado como Balc¨®n al Mar y expuesto al p¨²blico en 2000. Jean Nouvel, de la mano de una iniciativa privada, lanz¨® en 2004 al debate Valencia Litoral, una estrategia global que convert¨ªa la uni¨®n del Jard¨ª del T¨²ria y el puerto en un gran estuario verde, devolv¨ªa la playa a Natzaret y revalorizada la Malva-rosa y El Cabanyal. El equipo de Von Gerkan y Marg, por su parte, se qued¨® a las puertas de ganar otro concurso internacional que Barber¨¢ impuls¨® en 2004 para el PAI de El Grau. Aumsa ni siquiera lo resolvi¨® y este proyecto, como los anteriores, acab¨® en el caj¨®n del olvido.
El Ayuntamiento lo apost¨® todo al concurso internacional de la marina, del que surgi¨® con el fallo en marzo de 2007, seg¨²n la alcaldesa, ¡°lo mejor para Valencia¡±. Desde visiones distintas, los ganadores coincidieron en una soluci¨®n verde para el final del Jard¨ª del T¨²ria que abrazaba la marina y la convert¨ªa en un nuevo barrio.
Con la d¨¢rsena ocupada por la Copa del Am¨¦rica, Barber¨¢ les meti¨® prisa para que fusionaran sus ideas en los 400.000 metros cuadrados de El Grau, libres para construir, y les pidi¨® ¡°calidad, excelencia y elegancia¡±. La fusi¨®n de las ideas ganadoras se encarg¨® a Tom¨¢s Llavador, que dise?¨® un gran delta verde que desembocaba en la marina, concentraba la edificabilidad en rascacielos y eliminaba las barreras con Natzaret y la Malva-rosa. El proyecto tuvo que embutir sobre la marcha el circuito de f¨®rmula 1, otro factor que ha empantanado el desarrollo de la zona.
El PAI de El Grau est¨¢ aparcado por la crisis; la continuidad de ese dise?o urbano en la d¨¢rsena y su vinculaci¨®n a los barrios marineros en un futuro es m¨¢s que incierta, a la vista del nuevo plan.
Con la cesi¨®n de la d¨¢rsena a la ciudad tras a?os de reclamarla, la marina es desde julio suelo municipal y al Ayuntamiento le urge revitalizarla, ya que no ha levantado cabeza desde que los b¨®lidos de la F-1 sustituyeron a los veleros de la Copa del Am¨¦rica. Pero su desarrollo estar¨¢ hipotecado durante 30 a?os porque la explotaci¨®n la asume el Consorcio para devolver el cr¨¦dito de la Copa.
Con este punto de partida ha nacido casi de la noche a la ma?ana un plan especial encargado directamente al arquitecto Jos¨¦ Mar¨ªa Lozano, muy cercano al PP. El proyecto afirma que busca la ¡°reactivaci¨®n social de la zona¡±, lo que a su juicio se consigue consagrando la marina (586.000 metros cuadrados) a usos terciarios, con escasa presencia de dotaciones p¨²blicas. Seg¨²n el autor, esta estrategia ¡°viene a afianzar los logros obtenidos¡± por este espacio con la proyecci¨®n internacional de la Copa del Am¨¦rica y la F-1, para la que se mantiene despejado el asfalto necesario pese a que acaba de marcharse de Valencia.
La marina se consagra a usos terciarios; hay poca dotaci¨®n p¨²blica
El proyecto choca con las estrecheces econ¨®micas, que se reconocen al afirmar que los nuevos espacios que se creen deber¨¢n ¡°encontrar en ellos mismos las claves econ¨®micas y de financiaci¨®n¡± que eviten cargas a las administraciones. As¨ª, los negocios que se instalen estar¨¢n sometidos a ¡°sistemas de cesi¨®n o concesi¨®n¡±. Ocupar¨¢n parcelas de suelo que se salpican por la marina entre edificios hist¨®ricos como la Torre del Reloj o los tinglados; todos ellos podr¨¢n albergar negocios o dotaciones. Incluso la l¨¢mina de agua es susceptible de generar ingresos con ¡°elementos flotantes de usos de ocio o deportivos¡±.
La marina no tendr¨¢ viviendas ¡ªla ley no lo permite¡ª, pero s¨ª un ¡°hito arquitect¨®nico¡± ¡ªexpresi¨®n tan del gusto de Barber¨¢¡ª con un hotel de 30 alturas. El plan defiende que esa pieza funcionar¨ªa como encaje con el cercano PAI de El Grau, que prev¨¦ edificios altos. Sin embargo, seg¨²n el concejal de Urbanismo, Alfonso Novo, en cuyas manos ha dejado la alcaldesa la presentaci¨®n y defensa del proyecto, la edificabilidad de ese hotel se podr¨ªa repartir en varios de menos alturas, lo que pone en entredicho la supuesta intenci¨®n de buscar una conexi¨®n con El Grau. Adem¨¢s, frente a planteamientos anteriores, se pierde la apuesta por la integraci¨®n con los barrios del entorno y por las manchas verdes como elemento vertebrador.
Esa falta de proyecto integral para el frente litoral, de di¨¢logo entre el puerto y la ciudad, puede reducir la d¨¢rsena a ¡°otro gran centro comercial m¨¢s¡±, advierte Vicent Esteban Chapapr¨ªa, profesor de Caminos en la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia, que aboga por un ¡°proceso de maduraci¨®n y reflexi¨®n¡± de la propuesta. Tambi¨¦n Joan Olmos, profesor de Urbanismo de la misma universidad, declara su ¡°escepticismo¡± ante el plan, y pide debate y consenso para no hipotecar el futuro de un espacio p¨²blico tan importante. Desde la Federaci¨®n de Hosteler¨ªa, a falta de conocer en detalle el plan, su presidente, Manuel Espinar, conf¨ªa en que la iniciativa sirva para dinamizar la zona. Los vecinos, en cambio, ya tienen claro que faltan dotaciones ciudadanas y reclaman participar en un proyecto que inicia ahora la fase de informaci¨®n p¨²blica.
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