SOS Barrios
Son muchos los que han se?alado el crecimiento de la desigualdad como el principal mal de nuestro tiempo. En un art¨ªculo publicado en la nueva y recomendable revista La Maleta de Port Bou, Ant¨®n Costas se?alaba que ¡°si la desigualdad contin¨²a su tendencia actual, la l¨®gica desigualitaria del capitalismo financiero acabar¨¢ chocando con la l¨®gica igualitaria de la democracia¡±. Un conflicto en toda regla entre capitalismo y democracia que solo puede resolverse reinventando pol¨ªticas p¨²blicas que se adapten a un contexto que no deja de escupir ciudadanos a la cuneta de la crisis.
La desigualdad es un poderoso disolvente de lo urbano. A la ciudad, espacio de diversidad y conflicto por excelencia, le acecha el peligro de la desintegraci¨®n y pierde su condici¨®n urbana cuando la idea de comunidad se disuelve. La desigualdad hace trizas los lazos que vinculan a un colectivo humano y se carga los sectores intermedios que ejercen un papel cohesionador indispensable. Caminamos desgraciadamente hacia la ciudad dual donde un sector contin¨²a gozando de privilegios y oportunidades mientras otro, que asiste impotente a la degradaci¨®n de su entorno urbano, malvive cada vez con m¨¢s dificultades.
"La l¨®gica desigualitaria del capitalismo financiero acabar¨¢ chocando con la l¨®gica igualitaria de la democracia¡±
En relaci¨®n al papel redistributivo de las pol¨ªticas p¨²blicas, la ¨²ltima encuesta metropolitana de Barcelona arroja cifras muy preocupantes. Algunos datos alarmantes: la renta media del 10% m¨¢s pobre ha bajado de los 4.570 euros de 2006 hasta los 2.519 de 2011, mientras que la del 10% m¨¢s rico ha subido de los 36.145 euros de 2006 hasta los 38.343 de 2012. La brecha se agranda pero lo m¨¢s relevante y sangrante es que las rentas p¨²blicas ¡ªprestaciones por desempleo, pensiones y rentas no contributivas¡ª que recibe el 10% m¨¢s pobre han bajado de los 1.737 euros de 2006 a los 1.334 de 2011. Mientras, en la franja m¨¢s rica, ?sorpresa!, las rentas p¨²blicas han aumentado de los 2.661 euros de 2006 a los 3.673 de 2011. Como vemos, no solo aumenta la desigualdad en la distribuci¨®n de rentas del trabajo, sino que la paradoja es que tambi¨¦n aumenta en la transferencia de renta p¨²blica. Si a?adimos los recortes en los servicios asociados al estado del Bienestar, que siguen castigando especialmente a los m¨¢s desfavorecidos, el c¨®ctel es explosivo. El Estado no solo no compensa la desigualdad del sistema, sino que ahonda en ella.
Existe una Barcelona potente y elegante, cosmopolita y atractiva. Existe, tambi¨¦n, una Barcelona que lo est¨¢ pasando mal y ve como su futuro se desvanece
En Barcelona, la desigualdad amenaza a muchos barrios castigados especialmente por la crisis y el riesgo de guetizaci¨®n y estallido social ha vuelto a hacerse real. Son barrios, conviene recordarlo, dotados de equipamientos y transporte p¨²blico, plazas, jardines y una urbanizaci¨®n muy decente; esto es, con un hardware urbano construido durante estos ¨²ltimos 30 a?os que les ha aportado dignidad y condici¨®n de ciudad. Urge, empero, revisar su software: no se trata de construir escuelas, sino de ofrecer educaci¨®n de calidad que active el averiado ascensor social; no se trata de seguir pensando solo en futuros tecnol¨®gicos, sino de disponer de planes ocupacionales; no se trata de invertir en obras hoy absurdas, como Gl¨°ries, paseo de Gr¨¤cia o Diagonal, sino de invertir en capital humano, especialmente en unos j¨®venes condenados a la precariedad. Se trata, pues, de volver a ofrecer esperanzas de futuro en entornos donde crece la incertidumbre y se degrada el paisaje humano.
Existe una Barcelona potente y elegante, cosmopolita y atractiva. Existe, tambi¨¦n, una Barcelona que lo est¨¢ pasando mal y ve como su futuro se desvanece, algo que nunca hemos permitido. El Eixample de Cerd¨¤ es, en este sentido, un canto a la ciudad igualitaria. No se trata de contentar a nuestras conciencias con un poco m¨¢s de pol¨ªticas sociales, se trata de inventar un proyecto pol¨ªtico que apueste por una ciudad cohesionada que no deja a nadie por el camino. El PSC de Barcelona, de la mano de vecinos y entidades, lanz¨® el mi¨¦rcoles desde la Nau Ivanov un elocuente SOS Barrios hacia una ciudad que, como dir¨ªa Paco Candel, puede volver a cambiar de nombre.
Jordi Mart¨ª, presidente del Grupo de PSC en el Ayuntamiento de Barcelona.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.