Una ciudad de planes
Cuando un concejal se encuentra ante un problema urbano que no sabe c¨®mo acometer propone de inmediato un plan para resolverlo
Las setas de cart¨®n que el Ayuntamiento de Alicante ha instalado en la calle de San Francisco han despertado un considerable inter¨¦s en la ciudad. No es para menos. Realizadas con la est¨¦tica de las Hogueras ¡ªuna estilo que el alicantino adora¡ª, sus colores vivos y sus formas exageradas reclaman de inmediato la atenci¨®n del transe¨²nte. Ante ellas, nadie queda indiferente. Desde el primer momento, estas setas se han convertido en tema de conversaci¨®n para el alicantino. Sobre ellas se discute estos d¨ªas, se hacen chistes; los diarios publican art¨ªculos y cartas donde los lectores se muestran a favor o en contra; en las redes sociales, los comentarios se multiplican y todo el mundo ¡ªen especial los ni?os¡ª quiere fotografiarse junto a las setas. Hay, incluso, quien ha propuesto celebrar una fiesta rave en el lugar.
Quienes m¨¢s entusiasmados se muestran son, como es natural, los comerciantes de la zona, que han aplaudido de inmediato la iniciativa municipal. Hay, claro, vecinos m¨¢s reticentes que consideran la obra poco afortunada. Son ellos quienes han reprochado al Ayuntamiento que gastase 70.000 euros en la instalaci¨®n. Los intereses y los gustos est¨¦ticos, como sabemos bien los valencianos, no siempre marchan a la par. La alegr¨ªa de los comerciantes es comprensible si tenemos en cuenta el estado en que se hallaba San Francisco. Esta era, hace a?os, una de las principales v¨ªas comerciales de la ciudad, con un trasiego importante de clientes a cualquier hora del d¨ªa. Con el tiempo, los cambios urbanos dejaron a San Francisco fuera del circuito comercial y la calle languideci¨®.
En diversas ocasiones, el Ayuntamiento trat¨® de poner remedio a la situaci¨®n, para lo que elabor¨® unos planes excelentes que, por desgracia, no solucionaron el problema. Como tantas ciudades de la Espa?a moderna, Alicante ha sido ¡ªcontinua si¨¦ndolo¡ª una ciudad de planes. Cuando un concejal se encuentra ante un problema urbano de cierta dificultad, que no sabe c¨®mo acometer, propone de inmediato un plan para resolverlo. Estos planes acostumbran a estar magn¨ªficamente redactados porque los t¨¦cnicos que los elaboraban suelen ser personas competentes, por lo general; pero, por desgracia, sus efectos pr¨¢cticos son siempre escasos, por no decir nulos. ?Qu¨¦ falla en ellos? Falla la constancia, la firmeza, la dedicaci¨®n que requiere cualquier proyecto si pretendemos obtener alg¨²n resultado positivo.
?Lograr¨¢ este nuevo plan del Ayuntamiento devolver el pulso comercial a San Francisco? La Asociaci¨®n de Comerciantes as¨ª lo cree, y se muestra exultante por ello. Hay quien considera, sin embargo, que a¨²n es pronto para hablar de ¨¦xito y habr¨¢ que esperar un tiempo para ver si la afluencia de p¨²blico se mantiene. Convendr¨ªa ser cautos. ?Poseen las figuras que adornan la calle ¡ªsetas, gnomos, bichos¡ª suficiente atractivo para obligarnos a regresar? No me atrevo a asegurarlo. Las modas urbanas son imprevisibles, porque el p¨²blico que las impone tambi¨¦n lo es. En cualquier caso, los alicantinos deber¨ªamos preguntarnos qu¨¦ clase de ciudad deseamos. Puede que la intervenci¨®n municipal en San Francisco sea un remedio eficaz para el comercio, pero admitamos que su est¨¦tica deja bastante que desear. De producirse otras acciones semejantes ¡ªcomo ya reclaman algunos¡ª, convertir¨ªamos Alicante en un gran parque tem¨¢tico de setas y enanitos: ?Es ese el futuro m¨¢s adecuado para la ciudad?
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