La mina que angustia a Sallent
La localidad se moviliza contra la sentencia que aboca al cierre a la explotaci¨®n de sal potasa La instalaci¨®n carece de autorizaci¨®n para verter sus residuos


Tres sentencias amenazan las minas de sal del Bages, pero ha sido la ¨²ltima la que ha sacudido una comarca que ve peligrar un pilar de su estructura econ¨®mica. La ejecuci¨®n del fallo judicial obligar¨ªa a clausurar la escombrera del Cogull¨®, una gran monta?a artificial de desechos salinos acumulados durante 35 a?os de extracci¨®n de potasa. Sin ese vertedero, que se ha quedado sin autorizaci¨®n ambiental tras la denuncia de una asociaci¨®n de vecinos, la mina de Sallent queda abocada al cierre. La explotaci¨®n, sus 800 empleos y toda la econom¨ªa inducida. Un impacto devastador que sac¨® a la calle a un millar de personas hace una semana. Por primera vez, trabajadores, empresarios y comerciantes van de la mano, aunque tambi¨¦n est¨¢ en juego el medio ambiente: ese mont¨ªculo es uno de los mayores causantes de la salinizaci¨®n del suelo y de las aguas que fluyen por la zona.
¡°?Qu¨¦ quieres, que pierda el trabajo? ?Que me tenga que ir de Catalu?a?¡±, inquiere un minero de 36 a?os, miembro del comit¨¦ de empresa y reacio como la mayor¨ªa de los que viven de la mina a hablar sobre el conflicto. Sale en defensa de la empresa y acusa a la Generalitat de estar detr¨¢s del embrollo judicial: ¡°La empresa entreg¨® todo lo que le pidieron, ?no?¡±. El empleado de una de las subcontratas que trabaja para Iberpotash, Himisa, evita dar su nombre por el miedo a ¡°malinterpretaciones¡± pero apuesta por un equilibrio entre ¡°actividad industrial y medioambiente¡±. Coincide Joana M¨¢rquez, propietaria de una tienda de productos naturales en el centro de Sallent, quien admite estar ¡°entre la espada y la pared¡±. ¡°No s¨¦ qu¨¦ puedo decirte¡±, a?ade.
Ferran S¨¢nchez es el juez de paz e historiador de este municipio de 6.800 habitantes, con una poblaci¨®n muy envejecida y con uno de los ayuntamientos m¨¢s endeudados del Bages. No lo dice abiertamente, pero de sus palabras se sobreentiende que las sentencias est¨¢n para cumplirlas. S¨ª afirma que ¡°la mina no ha hecho nada por el pueblo¡±, que hoy cuenta muchos con m¨¢s mineros jubilados que en activo. La mayor¨ªa de los trabajadores que bajan cada d¨ªa al tajo llegan de otros municipios de la comarca, especialmente de Cardona, que en su d¨ªa tambi¨¦n tuvo sus minas. El producto interior bruto generado en Sallent es superior al de la media de Catalu?a; la renta per c¨¢pita, lo que acaban percibiendo sus habitantes, es sin embargo inferior.
La empresa genera 800 empleos directos y muchos m¨¢s indirectos
Pero la actividad de la mina da de comer a otras empresas ubicadas en Sallent, que a¨²n conserva vestigios de otro pasado industrial. Dos chimeneas recuerdan que all¨ª hubo f¨¢bricas textiles. Y Ca L¡¯Arau, un imponente palacete modernista enclavado en una esquina del centro hist¨®rico, muestra que hubo y sigue habiendo prohombres en el municipio. El edificio lo levant¨® hace cien a?os un industrial textiles y, tras a?os de abandono y degradaci¨®n, hoy vuelve a brillar en las manos de uno de los due?os de una de las principales empresas que dependen totalmente de la mina.
Lo cierto es que la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a solo precipitar¨ªa los hechos. Iberpotash hace tiempo que tiene en mente cerrar el pozo del Guix como una parte m¨¢s de lo que ha denominado Plan Phoenix. Es un ambicioso proyecto de inversiones que pasa por cerrar Sallent, continuar la extracci¨®n por la mina vecina de S¨²ria y construir plantas ¡ªal menos una¡ª de sal. La producci¨®n se disparar¨ªa y la empresa asegura que lo que ahora son residuos se convertir¨ªan en recursos para hacer otros tipos de sal, lo que permitir¨ªa en alg¨²n momento reducir el Cogull¨®. La duda judicial estriba a partir de cu¨¢ndo. ¡°Hace tres a?os que negociamos con la empresa para que todos los empleos de Sallent los absorba S¨²ria como para que ahora nos cierren Sallent de golpe¡±, expone Paco Vizca¨ªno, delegado del sindicato Usoc en el comit¨¦ de empresa. Los sindicatos, como el resto de actores favorables a no ejecutar la sentencia, apuestan por un cierre ordenado. Prefieren que Generalitat e Iberpotash vayan al Tribunal Supremo y ganen tiempo para que sea este el que emita la sentencia definitiva. Si esta llega a finales de 2015, se habr¨ªan anotado el tanto que anhelan: permitir el cierre ordenado de Sallent. Si no es as¨ª, Iberpotash ya les ha comunicado que no podr¨¢ mantener la plantilla y que habr¨¢ despidos que no podr¨¢n recuperarse hasta que S¨²ria pueda asumir el excedente laboral de Sallent.
Pero la comarca teme que la inversi¨®n prometida por Iberpotash y su matriz israel¨ª ICL para toda la comarca no se realice. ¡°No estamos pensando solo en Sallent. Es una apuesta de comarca y de pa¨ªs¡±, explica el alcalde del municipio, David Saldoni (CiU). Un portavoz de la compa?¨ªa minera admite el riesgo de ejecutar la sentencia, tal y como ya se lo ha planteado a trabajadores y proveedores. Sobre todo por la ¡°inseguridad jur¨ªdica¡± que supone operar en Catalu?a pese a que la Administraci¨®n aprob¨® en su d¨ªa los permisos. Era 2008, gobernaba el Tripartito e ICV ten¨ªa las riendas de Medio Ambiente. Saldoni admite que Iberpotash nunca ha sido muy ¡°diligente¡± con los permisos, pero asegura que hay un compromiso de retirar la monta?a de sal. Sallent, dice, no puede recibir otro golpe, que no solo ser¨ªa econ¨®mico: ¡°Nos hemos instalado en la moral de la derrota¡±.
Los denunciantes no tienen previsto pedir la ejecuci¨®n del fallo judicial
Benet Vendrell, vicepresidente de la Asociaci¨®n de Vecinos del barrio de la Rampinya, la que denunci¨® a la Generalitat por dar el permiso medioambiental a Iberpotsh pese a no existir un plan de restauraci¨®n del Cogull¨® sostiene: ¡°Nosotros nunca hemos pedido que se despida a nadie, al contrario, lo que queremos es que Iberpotash genere m¨¢s empleos para hacer lo que no se ha hecho hasta ahora, arreglar la monta?a¡±. El dirigente vecinal asegura que no se pedir¨¢ todav¨ªa la ejecuci¨®n de la sentencia y lamenta que la empresa haya puesto a gran parte del pueblo en contra de la asociaci¨®n.
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