Sin ETA, nueva Ertzaintza
La consejera Beltr¨¢n de Heredia adelanta que en un mes habr¨¢ director de la Polic¨ªa vasca
Sin ETA en el calendario, en la intervenci¨®n de una consejera vasca de Seguridad se agolpan los datos sobre las llamadas al 112. Son las consecuencias de la desaparici¨®n del terrorismo y de la extorsi¨®n que han llevado al Gobierno Urkullu a idear una Ertzaintza volcada en la calle para elevar la protecci¨®n ciudadana y prevenir las tipolog¨ªas de delito. As¨ª lo ha reconocido su responsable, Estefan¨ªa Beltr¨¢n de Heredia, durante su intervenci¨®n en el desayuno informativo del F¨®rum Europa Tribuna Euskadi.
Presentada por el exconsejero de Interior, Juan Mari Atutxa, siempre recordado por su en¨¦gica lucha contra el terrorismo de ETA, Beltr¨¢n de Heredia apenas hizo alusiones a la banda armada, salvo para reclamar "como la inmensa mayor¨ªa de la sociedad" su "desarme y disoluci¨®n". Ausente, por tanto, la violencia del gui¨®n, la consejera empez¨® hablando, por ejemplo, de la cascada de llamadas diarias al 112. No deja de ser el mejor term¨®metro de situaci¨®n de las aut¨¦nticas preocupaciones de los vascos. Adem¨¢s, es un tel¨¦fono que no para de sonar. Seg¨²n la conferenciante, "el 112 recibe 350.000 llamadas al d¨ªa". Euskadi tiene 2,1 millones de habitantes.
El mensaje de Beltr¨¢n de Heredia dista mucho del que se pudo escuchar durante los mandatos del propio Atutxa, Javier Balza? o Rodolfo Ares, presente en el acto de este lunes en Bilbao junto a los consejeros Ricardo Gatzagaetxebarria, Josu Erkoreka, Arantza Tapia, Juan Mari Aburto o el fiscal superior, Juan Calparsoro, entre otros. La situaci¨®n le evita elevar la dureza, pero la consejera no desaprovech¨® la ocasi¨®n para remarcar que el compromiso de la Ertzaintza con la paz y la convivencia "figuran en nuestro ADN" para as¨ª responder a quienes "critican con ligereza y frivolidad" este compromiso.
En un nuevo contexto, la consejera ha reorientado el discurso del departamento porque las preocupaciones sociales, por fin, ya son distintas y, adem¨¢s, cuando le llegan asuntos espinosos como el denominado caso Cabacas consigue que nadie le pregunte por la imputaci¨®n de ertzainas ni tampoco se siente obligada a incluirlo en su intervenci¨®n.
La preocupaci¨®n inmediata de Beltr¨¢n de Heredia radica, no obstante, en la aceptaci¨®n del Plan Estrat¨¦gico 2013-2016 que ha dise?ado para la Ertzaintza, un cuerpo al que, sobre todo, quiere dotar de un reconocimiento social mediante su eficacia y la cercan¨ªa al ciudadano y mitigar as¨ª los efectos derivados de la lucha contra el terrorismo, sobre la aspiraci¨®n de ser la "¨²nica polic¨ªa integral de Euskadi".
La propuesta, cuyas primeras cr¨ªticas internas las ha asociado al proceso de elecciones en la Ertzaintza, ser¨¢ detallada en el Parlamento el pr¨®ximo 20 de noviembre. Adem¨¢s, ha adelantado que en el plazo de un mes ser¨¢ nombrado el jefe de este cuerpo, ahora vacante y para el que alguno de los asistentes al desayuno reclam¨® que fuera ocupado por una mujer. Adem¨¢s, durante el pr¨®ximo a?o se acometer¨¢ la convocatoria de 120 plazas de agentes para asegurar el relevo generacional de un cuerpo con una medida de edad de 45 a?os.
En l¨ªneas generales, se suprimir¨¢ la divisi¨®n antiterrorista,se sustituir¨¢n las cinco divisiones actuales para dejarlas en la de Protecci¨®n Ciudadana y en la de Inteligencia Criminal. A su vez, el n¨²mero de mando se reducir¨¢ de 190 a 161, con una rebaja sustancial del personal hasta ahora encargado de las tareas administrativas.
Para dejar constancia del perfil pol¨ªtico que le acompa?a, Beltr¨¢n de Heredia, que hizo una exposici¨®n muy propia de las comparecencias ante una comisi¨®n parlamentaria, defendi¨® sin rodeos la necesidad de que las Fuerzas de Seguridad del Estado acometan un "despliegue" en Euskadi ajustado a sus competencias, destacando, a su vez, que la coordinaci¨®n de operativos policiales es "correcta y se traba en perfecta colaboraci¨®n". Pero la consejera no se olvid¨® tampoco de dejar un aguij¨®n a quienes "se sit¨²an en los extremos" para criticar su postura cuando se trata de superar "la l¨ªnea roja" que tradicionalmente se respetaba en asuntos relacionados con la seguridad.
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