Contra la banalizaci¨®n del nazismo
Mas aprovecha su visita al Museo del Holocausto para denunciar las "falsedades" de comparar el proceso soberanista con los totalitarismos
El museo del Holocausto de Jerusal¨¦n es una parada obligada para cualquier dirigente pol¨ªtico que visite Israel. Las atrocidades del nazismo contra los jud¨ªos se relatan con tal crudeza que resulta imposible salir del recinto sin un intenso choque emocional. El presidente catal¨¢n, Artur Mas, intent¨® ayer que su visita al museo fuera m¨¢s que un tr¨¢mite protocolario.
Tras recorrer las salas de exposici¨®n y escribir en el libro de honor una condena a aquel r¨¦gimen, el presidente lanz¨® un mensaje de profundidad en clave actual. Con tono grave, Mas se refiri¨® a quienes en alg¨²n momento han comparado con el movimiento nazi el proceso soberanista catal¨¢n. Los acus¨® de propagar ¡°falsedades¡± y dijo que ¡°el pueblo catal¨¢n tambi¨¦n fue v¨ªctima de los totalitarismos¡±.
Mas expres¨® su ¡°admiraci¨®n por un pueblo que ha sufrido la violencia extrema hasta el exterminio¡± e insisti¨® en que ¡°este es el momento y el lugar para recordar a quienes dicen en Espa?a que el movimiento que encabezamos est¨¢ bajo las directrices del nazismo, fascismo o la violencia, que esto es una falsedad enorme¡±. A continuaci¨®n emplaz¨® a quienes profieren estas acusaciones a visitar el museo: ¡°que vengan aqu¨ª y se dar¨¢n cuenta de lo que significa la violencia y el exterminio del nazismo y el fascismo¡±. ¡°Si al pueblo catal¨¢n se le puede adjetivar algo es que ha sido v¨ªctima de estos movimientos en la guerra civil, la dictadura de Franco y el nazismo¡±, dijo recordando algunos de los catalanes que sufrieron la persecuci¨®n de Hitler.
CiU y otras formaciones han intentado, sin ¨¦xito, en el Congreso que las leyes espa?olas persigan activamente cualquier acto de banalizaci¨®n del nazismo. La Generalitat ha tomado medidas, pero de car¨¢cter estrictamente simb¨®lico, como pedir al Consell Audiovisual de Catalunya que recoja informaci¨®n sobre los programas de televisi¨®n y radio en los que se han hecho comparaciones entre el proceso soberanista catal¨¢n y los movimientos totalitarios. De momento esto no ha llevado a nada. ¡°Se puede estar a favor o en contra del proceso, pero pedimos respeto, porque est¨¢ basado en la libertad, la democracia y el esp¨ªritu pac¨ªfico¡±.
M¨¢s all¨¢ de condenar a quienes ven tintes totalitarios en la pol¨ªtica del Gobierno de CiU, el presidente catal¨¢n quiso dejar claro a las autoridades de Israel que Catalu?a es un pueblo amigo. Y no escatim¨® en gestos de complicidad.. Adem¨¢s de depositar la corona de flores -con las banderas catalana y espa?ola- el presidente hizo el gesto de colocar tambi¨¦n la insignia de la Generalitat que lleva siempre en la solapa de la americana. Reconoci¨® que era un gesto ¡°de car¨¢cter personal¡± para recordar que la sede de la Generalitat en la plaza de Sant Jaume tiene sus or¨ªgenes en edificios adquiridos a familias del Call,el barrio jud¨ªo de Barcelona.
Pero los esfuerzos de Mas para afianzar la imagen de la Generalitat ante las autoridades israel¨ªes no acabaron aqu¨ª. Tambi¨¦n encontr¨® un momento en la apretada jornada de ayer para visitar la ciudad antigua de Jerusal¨¦n y el Muro de las Lamentaciones. Fue recibido y acompa?ado por el rabino del Muro Shmuel Rabinovich y deposit¨® un papel con un deseo en una de las grietas de las rocas, como manda la tradici¨®n.
Preguntado por el contenido del deseo que hab¨ªa formulado, Mas explic¨® que ¨¦ste hac¨ªa referencia a los deseos de paz con los que el violoncelista Pau Casals habl¨® ante Naciones Unidas en 1971 y cuya frase m¨¢s famosa es I'm a catalan [soy catal¨¢n]. Despu¨¦s de depositar su deseo, Mas fue acompa?ado a visitar los t¨²neles del Muro de las Lamentaciones que discurren bajo el barrio musulm¨¢n.
La comitiva catalana, en una jornada marcada por el simbolismo, estaba encabezada por Artur Mas, pero en ella tambi¨¦n figuraba una larga lista de dirigentes nacionalistas, como el alcalde de Barcelona, Xavier Trias y el consejero de Econom¨ªa, Andreu Mas-Colell.
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