Ni ¡®cupcakes¡¯ ni ¡®muffins¡¯
Los promotores de LaFonoteca aprecian los locales sin pretensiones de la ciudad, se han reconciliado con el Rastro y descubren nuevos horizontes recorriendo Madrid R¨ªo
1. Whisker¨ªa Tempo II. Es de las de toda la vida, con una decoraci¨®n decadente que mola y buenos precios. Ra¨²l hace una pinchada mensual con amigos llamada Nuevo anochecer: electr¨®nica de los ochenta, synth pop. Lo llenamos con gente que no tiene nada que ver con el local (San Bernardo, 66).
2. Mar¨ªa Bonita Tacobar. Cuando organizamos conciertos en Siroco, despu¨¦s de la prueba de sonido y antes del show, cenamos aqu¨ª. Es un mexicano muy chiquitito, sirven r¨¢pido, est¨¢ rico y muy bien de precio. Recomendamos los nachos, los tacos y los burritos (San Hermenegildo, 15).
3. ?Gl¨¹ck! Es una tienda de juguetes y art¨ªculos para ni?os, pero nada ?o?a; tienen cosas chulas. Organiza conciertos en ac¨²stico, pero no de bandas infantiles, sino de m¨²sica normal. Mola ver las reacciones de los ni?os: unos se esconden, otros se vuelven locos bailando (Velarde, 12).
4. El Rastro. Ra¨²l estaba un poco peleado con el Rastro porque le parec¨ªa cutre pero, tras volver de Londres, se ha reconciliado. Lo encuentra interesante comparado con los mercadillos londinenses. Cachivaches, montones de ropa, no nos cabe en la cabeza que haya gente que trate de vender esas cosas. Diana encuentra vinilos curiosos, como Bachata rosa, de Juan Luis Guerra, ideal para limpiar la casa y hacer maletas.
5. Madrid R¨ªo. Es la obra megal¨®mana que ha endeudado a la ciudad, pero al menos puedes pasear, ir en bici y hacer picnics. Adem¨¢s, posibilita llegar a barrios que no solemos frecuentar como las zonas de Usera o Marqu¨¦s de Vadillo, que eran algo desconocidas para los que vivimos en el centro, y que pueden tener su encanto.
6. Caf¨¦ Molar. Es tranquilo: se puede venir a currar, a tomar una ca?a, a desayunar¡ Hay exposiciones, intervenciones art¨ªsticas y tienen una selecci¨®n de libros, y sobre todo de comics, muy interesante. Nosotros gestionamos la secci¨®n de vinilos nacionales. Solemos reunirnos aqu¨ª, es casi nuestro cuartel general (La Ruda, 19).
Rastreadores de joyas
Diana Cortecero y Ra¨²l Alonso, las cabezas visibles de LaFonoteca, acaban de editar el recopilatorio de bandas emergentes madrile?as Nuevos Br¨ªos. Tras cinco a?os de actividad, su web lafonoteca.net es una referencia de la m¨²sica de calidad.
7. Rughara. Nos gusta porque tiene ropa de dise?adores emergentes de aqu¨ª, decoraci¨®n, complementos, muebles vintage, exposiciones, es dif¨ªcil entrar y no llevarte algo, o encapricharte. La due?a te lo explica todo con mucho entusiasmo, cosa rara en Malasa?a, y nos fiamos de su selecci¨®n (Corredera Alta de San Pablo, 2).
8. La Lata de Sardinas. Tienen un men¨² del d¨ªa rico y barato y es un sitio sin pretensiones, no hay cupcakes ni muffins ni mierdings... Muy sencillo, blanco, di¨¢fano. Son imprescindibles las sardinas marinadas y la hamburguesa de rabo de buey (Lim¨®n, 12).
9. La calle Morat¨ªn. Se puede pasar aqu¨ª todo un s¨¢bado. Puedes ir por la ma?ana a bichear en los anticuarios (por ejemplo en Espacio Morat¨ªn 20), tomar el aperitivo en la Taberna de Conspiradores (una migas), comer en La Vaca Ver¨®nica (espaguetis con carabineros), y tomar una copa en el Jazz Bar. Nos gustan los r¨®tulos de los viejos locales cerrados, es como una calle galer¨ªa.
10. Museo L¨¢zaro Galdiano. Est¨¢ en el centro, pero es muy poco conocido. Hay obras de El Bosco, El Greco o telas de Oriente, armas, joyas¡ Es un palacete muy hermoso y muy curioso, en cada sala hay un fresco que indica para qu¨¦ se usaba ese espacio. En su gran jard¨ªn se celebran eventos. Jos¨¦ L¨¢zaro era un poco hombre del renacimiento: editor, coleccionista, organizaba tertulias literarias (Serrano, 122).
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