Brotes de un nuevo Madrid
Mientras la ciudad de las Administraciones pierde fuelle, la de los ciudadanos parece m¨¢s viva que nunca EL PA?S propone un recorrido por algunas de las iniciativas que los madrile?os toman para dar soluciones
Se habla en muchos foros ¡ªtambi¨¦n en este peri¨®dico¡ª del declive de Madrid, de la falta de proyecto, de la suciedad de sus calles, del cierre de teatros y cines, de la ca¨ªda de turistas, la contaminaci¨®n, la p¨¦rdida del patrimonio hist¨®rico, el aumento de franquicias y la desaparici¨®n de los bares de siempre.
Llegados a este punto, hablemos de la ciudad detr¨¢s de esa ciudad. Al mismo tiempo que todo eso ocurre, cientos de ciudadanos, han decidido tomar las riendas y no esperar a que las Administraciones resuelvan sus problemas o atiendan sus necesidades. Se les ha dado en llamar ciudadanos empoderados y, aunque sea una etiqueta quiz¨¢ demasiado amplia, sirve para definir a ese tipo de personas que se han emancipado de las Administraciones y se han puesto a trabajar para mejorar su barrio o su comunidad, ya sea creando artefactos para medir la calidad del aire, d¨¢ndole la vuelta al barrio para convertir un espacio vac¨ªo en una zona verde, o distribuyendo Internet a lugares donde no llega bien.
Y no, no son gente contra el sistema, si es que ya le ha asaltado ese prejuicio, sino tipos normales, muy distintos los unos de los otros, y quiz¨¢ solo tengan en com¨²n su convicci¨®n para modificar el sistema con sus peque?os logros ciudadanos.
En 2008, varios arquitectos decidieron que, adem¨¢s de sus proyectos arquitect¨®nicos, deb¨ªan crear un observatorio donde se diera cuenta de todas las innovaciones y propuestas que los madrile?os estaban haciendo. Naci¨® as¨ª el Vivero de Iniciativas Ciudadanas (VIC). ¡°Surgi¨® de una reflexi¨®n sobre la ciudad¡±, dice Mauro Gil-Fournier, uno de los fundadores. ¡°La ciudad no es solo un espacio, sino la suma de vivencias de sus ciudadanos. Y hay una cantidad enorme de propuestas que salen de un an¨¢lisis cr¨ªtico de la ciudad¡±.
La expresi¨®n f¨ªsica del Vivero es una plataforma web que informa de esas iniciativas, se reflexiona sobre ellas y se conectan cada una de estas iniciativas, una especie de red de start-ups ciudadanas que podr¨ªa resumirse, en definitiva, en gente que hace un mont¨®n de cosas. Los arquitectos del Vivero proponen a EL PA?S un recorrido de un d¨ªa por la innovaci¨®n ciudadana de Madrid. Vale.
El martes, 5 de noviembre, la calle de Atocha amanece llena de basura tras el primer d¨ªa de huelga. Por all¨ª ha pasado la manifestaci¨®n de los trabajadores de la limpieza el d¨ªa anterior. Es muy cerca de all¨ª donde Mauro, Esa¨² y Miguel tienen su oficina y es desde all¨ª donde partimos al encuentro con Agust¨ªn de Saralegui, portavoz de la empresa Respiro. No es un mal comienzo porque esta iniciativa permite a varios usuarios compartir coche en distintas horas del d¨ªa y dar soluci¨®n as¨ª a los problemas del tr¨¢fico y de la contaminaci¨®n. La compa?¨ªa tiene ahora 70 coches y pronto tendr¨¢ 20 m¨¢s. Agust¨ªn habla de ahorro, de lo sencillo que es utilizar un coche por horas en el que se paga solo lo que se usa y de las diferencias entre otras ciudades europeas y la capital de Espa?a. ¡°Madrid es la ¨²ltima gran capital europea que no ten¨ªa un servicio de car sharing como ocurr¨ªa en ciudades como Londres, Par¨ªs o Berl¨ªn¡±, dice Agust¨ªn.
En el coche de Respiro nos desplazamos hasta Velilla de San Antonio para ver a la gente de Ecosecha, una cooperativa que ofrece productos ecol¨®gicos de temporada. Uno de sus responsables, Javier P¨¦rez, explica c¨®mo distribuyen los frutos de su trabajo y cuenta su iniciativa estrella, el banco de semillas. Viene a ser algo as¨ª como el Napster de las semillas, un lugar en el que compartir las diferentes variedades sorteando el control que ejercen las grandes corporaciones en el mercado, sin pagar los derechos a las empresas que han patentado las semillas. P¨¦rez da a probar los tomates de su huerto e inmediatamente uno decide no volver a llamar de la misma manera a lo que compra en el supermercado. Ser¨¢ comestible, pero no ser¨¢ tomate. En el banco de semillas han sido intercambiados ya m¨¢s de 4.000 sobres de semillas con 400 variedades.
Once iniciativas
Respiro Madrid. Empresa que permite que varios usuarios compartan coche.
Ecosecha Madrid. Banco de Semillas en Intermediae-Matadero.
Guifinet. Wifi libre y distribuido.
La Casquer¨ªa. Venta de libros al peso en el Mercado de San Fernando.
Bookcamping. Biblioteca digital colaborativa.
En Bici por Madrid. Mapa de rutas tranquilas y cursos para ense?ar c¨®mo ir en dos ruedas.
Air Quality Egg. Mediciones de la calidad del aire con sensores dom¨¦sticos.
Esta es una plaza. Intervenci¨®n en el urbanismo en la capital para conseguir una zona verde.
Som Energ¨ªa. Cooperativa para conseguir energ¨ªas limpias.
Teje la Ara?a. Intervenci¨®n con tejidos en mobiliario urbano.
Arregla Sanse. Mapa de demandas ciudadanas en San Sebastian de los Reyes.
¡°No estamos hablando solo de cultura y de urbanismo, estamos hablando de econom¨ªa¡±, dice Esa¨², otro de los fundadores de VIC mientras nos encaminamos a un domicilio de Pozuelo. Abre la puerta Alejandro Mart¨ªn, un chico joven que cuenta en la azotea de su casa en qu¨¦ consiste su iniciativa: con el permiso de sus vecinos, ha puesto una antena o nodo, conectada a otros nodos en Madrid. Lo hace a trav¨¦s de Guifi.net, una red de telecomunicaciones ciudadana que permite ahorrar costes y dar Internet a lugares donde a¨²n no llega a velocidades del siglo XXI. ¡°Guifi.net tiene en Catalu?a 17.000 nodos, en Madrid hemos empezado con 20¡±, dice Alejandro, que ha montado seis de ellos.
De regreso a Madrid, paramos en Lavapi¨¦s, en el Mercado de San Fernando, un lugar que vive una segunda oportunidad tras haber estado a punto de desaparecer. Esa nueva vida viene de la mano de nuevos negocios e ideas como la de La Casquer¨ªa, una tienda de venta de libros de segunda mano al peso. A 10 euros el kilo.
En torno a una mesa en un bar del barrio se juntan los miembros del Vivero con Carolina Le¨®n y Silvia Nanclares, de Bookcamping, una biblioteca digital en la que cada usuario puede descargarse o subir documentos, libros o v¨ªdeos que tengan licencias abiertas y que ha acabado convirti¨¦ndose en una comunidad. Por ahora llevan 9.900 usuarios y la plataforma cuenta con 2.303 referencias entre libros, podcast y material audiovisual. A los pocos minutos de comenzar la charla, vuelve a salir la palabra empoderamiento. No es la primera vez hoy y no ser¨¢ la ¨²ltima. Se habla tambi¨¦n del 15-M, pues Bookcamping naci¨® despu¨¦s del movimiento que tom¨® la Puerta del Sol en mayo de 2011.
Sigue la charla mientras esperamos a Iv¨¢n Villarrubia, otro arquitecto, uno de los impulsores de un mapa de calles tranquilas para andar en bici que acab¨® siendo adoptado por el Ayuntamiento de Madrid. ¡°Durante un tiempo se ha pensado que la Administraci¨®n ten¨ªa que hacer todo para la bici¡±, comenta Villarrubia. El blog En bici por Madrid es una muestra de que eso no es as¨ª. Ah¨ª se publican trucos, necesidades y todo tipo de ideas para circular. Se ha acabado convirtiendo en otra red en la que los ciclistas ense?an a otros qu¨¦ es lo que deben hacer. ¡°Hemos atendido a unas 400 personas a las que hemos llevado por Madrid y les hemos ense?ado a perder el miedo a la bicicleta¡±, dice Villarrubia. Iniciamos un paseo por las calles de Lavapi¨¦s. Vamos por el medio. ¡°Si no hay espacio para dejar pasar a un coche, no pasa nada¡±, insiste Villarrubia, que lleva la ordenanza municipal a mano para ense?¨¢rselas al conductor que se pase de listo.
Llegamos en bici a Makespace, una comunidad de desarrolladores de tecnolog¨ªa e innovaci¨®n. All¨ª C¨¦sar Garc¨ªa comenta en qu¨¦ consisten Air Quality Egg o IntheairMadrid, redes de ciudadanos que desarrollan sensores para medir la calidad del aire. Sale el ejemplo de Sheffield, en Inglaterra, donde un barrio consigui¨® parar la construcci¨®n de un supermercado gracias a los datos obtenidos de ese tipo de sensores.
Luis Elorriaga nos recibe en el espacio Esta es una Plaza cuando ya est¨¢ empezando a oscurecer. ¡°Aqu¨ª nos dimos cuenta de que hab¨ªa un espacio vac¨ªo y nos decidimos a utilizarlo. Llevamos ya cuatro a?os trabajando por este proyecto verde que le hac¨ªa falta al barrio y este a?o estamos trabajando por la renovaci¨®n¡±, dice Elorriaga, que recuerda la importancia que tuvo para este tipo de movimientos el foro de Porto Alegre a principios de 2000.
Casi no queda tiempo para nada m¨¢s. Antes de dejar Esta es una Plaza, hablamos con el profesor de instituto Juan Jos¨¦ Fuentetaja, uno de los socios de Som Energia. Esta cooperativa de energ¨ªas renovables permite consumir energ¨ªa verde gracias a plantas de producci¨®n fotovoltaica en Catalu?a y Levante. ¡°Lo difundimos para el gran p¨²blico, pero puede ser complicado. La mayor¨ªa de nuestros socios viene de las cooperativas, de la energ¨ªa social y en general gente cabreada con las empresas energ¨¦ticas y el peaje que le han puesto al sol¡±.
Los pen¨²ltimos en llegar son ?lvaro Le¨®n y Adriana Turmero. Su iniciativa, Teje la Ara?a, viste mobiliario urbano de tejidos hechos de materiales diversos. Eso a veces hace visibles algunos problemas, otras veces es una mera ocupaci¨®n del espacio urbano. En otras ocasiones, simplemente, un fr¨ªo bolardo en noviembre puede convertirse en un sitio donde apoyarse si est¨¢ vestido de lana.
Bajo un toldo tejido por ellos, otros dos ciudadanos hablan de arreglar su municipio. Son Rub¨¦n Holguera y Javier Taravilla, un ingeniero de telecomunicaciones y un fil¨®sofo, ambos integrantes del partido Izquierda Independiente. Son dos pol¨ªticos que no lo parecen. Ellos pusieron en marcha Arreglasanse, una herramienta que hace un seguimiento en un mapa de todas las demandas de los vecinos de San Sebasti¨¢n de los Reyes.
Su testimonio tiene m¨¢s sentido al final del recorrido. De alguna forma son dos pol¨ªticos que han creado una iniciativa ciudadana. ¡°La gente organizada siempre es m¨¢s inteligente que t¨²¡±, dice uno de ellos, ¡°la informaci¨®n que ellos dan es muy ¨²til para conocer lo que hace el Ayuntamiento¡±.
De nuevo en Atocha, el grupo contin¨²a la conversaci¨®n. Se habla de la desconexi¨®n entre las Administraciones y lo que hacen los ciudadanos. ¡°No se trata solo de recibir dinero para hacer cosas. Se trata de establecer un di¨¢logo con las Administraciones que permita mejorar la ciudad¡±, concluye Miguel Jaenicke.
Se ha hablado tambi¨¦n de ausencia de proyecto, de un relato que marque un nuevo rumbo para la ciudad. Si el Ayuntamiento no sabe qu¨¦ contar, ah¨ª van 11 iniciativas surgidas de la imaginaci¨®n de los madrile?os.
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