Ruta por la Valencia er¨®tica del XV
Una agencia de viajes organiza un recorrido por 'la pobla de les fembres pecadrius', el mayor prost¨ªbulo de Europa en el medievo
¡°Imaginaos un monje en la edad media, paseando con los faldones al viento por este callej¨®n de la Lonja donde se ve la g¨¢rgola de ah¨ª arriba: una mujer desnuda con la boca abierta y las manos entre las piernas¡±, dice Vicent Moreno entre un coro de risillas p¨ªcaras de un grupo de visitantes. Est¨¢n recorriendo ¡°la Valencia er¨®tica¡±, una ruta por el casco hist¨®rico de la ciudad que descubre rincones ocultos, pone en valor el patrimonio abandonado y visita el que en el siglo XV era considerado el prost¨ªbulo m¨¢s grande de Europa: la pobla de les fembres pecadrius [el pueblo de las mujeres pecadoras].
¡°De la noblesa de les fembres e la bellesa, ¨¦s que haja en la fembra cuatre coses molt negres, ¨¦s a saber: los cabells, (el cabello) e les celles, (las cejas) e les pestanyes, (las pesta?as) e¡ lo negre dels ulls. ?El negro de los ojos! ?Qu¨¦ os pensabais?¡±, recita Vicent en la puerta de un antiguo convento del barrio del Carme. La ruta por la Valencia er¨®tica, organizada por Viajes Dpm, una peque?a agencia de valenciana, transporta al visitante a la ciudad mediterr¨¢nea de hace seis siglos, donde la religi¨®n ten¨ªa una importancia capital. Su gerente, Ram¨®n G¨®rriz, explica que en un a?o de funcionamiento, la ruta ha sido visitada por m¨¢s de 300 personas, la mayor¨ªa valencianas, que buscan una manera alternativa de ver la ciudad.
En un a?o, la ruta
¡°Se?oras y se?ores, en directo, para todos ustedes¡ ?El lugar donde se instal¨® la primera imprenta en la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica!¡±, dice Vicent Moreno se?alando una planta baja en un callej¨®n del centro: el local de la asociaci¨®n Acci¨® Ecologista-Agr¨®. Este gu¨ªa, licenciado en Arqueolog¨ªa, Historia del Arte, Filolog¨ªa, Periodismo y Doctor en Comunicaci¨®n Audiovisual, es el alma de la ruta. ¡°Soy un provocador cultural¡±, dice sin parar de caminar con 30 personas detr¨¢s. Apasionado del patrimonio, Vicent ofrece una potente amalgama de referentes culturales.
¡°Pensamos que pod¨ªamos hacer una ruta transversal que hable de algo tan atractivo como el sexo, pero al mismo tiempo que hable de la vida de la Valencia urbana desde el siglo XIV hasta nuestros d¨ªas¡±. Conocedor de los libros prohibidos del medievo valenciano y cr¨ªtico con la pol¨ªtica de protecci¨®n del patrimonio, Vicent embelesa al visitante con multitud de lecturas en valenciano antiguo. Una de ellas es el Speculum al forder, una especie de Kamasutra an¨®nimo del medievo valenciano del que solo se conservan dos copias manuscritas en la Biblioteca Nacional.
Adentrarse por la intrincada trama de callejones del barrio del Carme tiene recompensa: ¡°Hemos llegado. Estamos en el centro del solar de les fembres pecadrius y esta casa es muy parecida a las que ellas ten¨ªan¡±, dice Vicent, que cuenta que en el exterior de las casas, un cartel explicaba los dones de la mujer, a menudo relacionados con la cultura. La planta inferior de las casas era el espacio para ejercer su trabajo y la planta de arriba albergaba algo todav¨ªa m¨¢s prohibido en el medievo: una biblioteca.
Por 29 euros se puede hacer la ruta, cenar y asistir a una exhibici¨®n de Shibari, el arte er¨®tico de nudos
La ruta por la Valencia er¨®tica, con un coste de ocho euros, puede tener, por 29 euros, un final a¨²n m¨¢s feliz: una cena con exhibici¨®n de Shibari, el arte er¨®tico de nudos descrito en el libro 50 sombras de Grey.
Antiguos butacones, curiosos sof¨¢s que vibran, argollas en el techo para colgarse, libros, cuadros, l¨¢mparas y una reja de convento anclada a la pared de la que ahora cuelgan un mont¨®n de cors¨¦s con encajes. Esta es la imagen que recibe el visitante de Sessantanove, un espacio a medio camino entre la galer¨ªa de arte y la tienda de art¨ªculos er¨®ticos.
Tentaci¨®n de setas con manzana caramelizada o ensalada fresca de menta y d¨¢tiles son parte de los platos afrodis¨ªacos que cocina el equipo de Tasta¡¯m para la ruta. La experiencia culmina cuando Carla Gonzales, atada meticulosamente con cuerda de c¨¢?amo, gira en el aire colgada de una argolla en el techo: ¡°No duele. Pero se debe tener cuidado con la t¨¦cnica porque es peligrosa. Si tienes confianza en la persona que te ata es muy agradable¡±.
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