Los menores que viv¨ªan en la casa de Castelldans ten¨ªan relaciones entre ellos

Algunos de los menores tutelados que el presunto pederasta David Donet tuvo en acogida en su casa de Castelldans (Garrigues) no solo sufrieron abusos por parte del detenido, sino tambi¨¦n de sus propios compa?eros. As¨ª lo declar¨® ayer ante el juez del caso una de las dos asistentes contratadas por Donet para realizar tareas dom¨¦sticas en la vivienda. A medida que avanza la instrucci¨®n, el caso se est¨¢ convirtiendo en una caja de sorpresas horripilantes. Ayer, adem¨¢s de las dos empleadas de hogar, tambi¨¦n declararon ante el titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 2 de Lleida ocho t¨¦cnicos de la Fundaci¨®n Concepci¨® Juvanteny, entidad a la que el Departamento de Bienestar y Familia encarg¨® el seguimiento y vigilancia de los 14 menores que el acusado tuvo acogidos en su casa desde 1997 hasta su detenci¨®n, a finales del pasado mes de junio.

Una de las mujeres que trabaj¨® durante m¨¢s de cuatro a?os para Donet explic¨® que en cierta ocasi¨®n encontr¨® en los tel¨¦fonos m¨®viles de los menores grabaciones de relaciones sexuales y de abusos entre ellos, principalmente de los mayores hacia los m¨¢s peque?os. La trabajadora tambi¨¦n encontr¨® en los armarios pel¨ªculas de contenido pornogr¨¢fico.

Maria Josefa Soler, abogada de la acusaci¨®n particular, se?al¨® que los v¨ªdeos autograbados ¡°escandalizan¡± y que la empleada dom¨¦stica se limit¨® entonces a avisar a Donet de lo que hab¨ªa encontrado en poder de los ni?os. Este, educador social de profesi¨®n, no le dio importancia al hecho y dijo que era normal porque eran ni?os desarraigados que ven¨ªan de familias desestructuradas.

Soler a?adi¨® que de la declaraci¨®n de los t¨¦cnicos de la Fundaci¨®n Juvanteny, entre ellos su secretario coordinador, se desprende que ¡°no se enteraron de nada¡± de lo que estaba ocurriendo en la casa de Castelldans. Seg¨²n Bienestar Social, el personal de la fundaci¨®n realiz¨® hasta 34 informes de control sobre los menores, sin detectar nunca ninguna anomal¨ªa.

Tras declarar ante el juez, los t¨¦cnicos de la fundaci¨®n salieron del juzgado por una puerta trasera situada en el lado opuesto al que se encontraban los periodistas. Soler manifest¨® que los t¨¦cnicos iban a la casa de acogida tres o cuatro veces al a?o, que avisaban con antelaci¨®n del d¨ªa de la visita y que casi siempre hablaban con los menores en presencia de Donet. A veces tambi¨¦n a solas, pero poco rato. ¡°El seguimiento que hac¨ªan no era exhaustivo ni t¨¦cnico. M¨¢s bien era laxo¡±.

¡°La falta de control era total y absoluta y hubo unos agujeros terribles en los protocolos de control, que fallaron todos e hicieron que ni siquiera se sospechara que en la casa pasaban cosas que no eran normales¡±, afirm¨® la letrada de la acusaci¨®n particular que representa a algunas de las v¨ªctimas de Donet. ¡°No se entiende¡±, a?adi¨®, ¡°c¨®mo se pudo llegar a esta situaci¨®n de descontrol cuando los menores estaban rodeados de sic¨®logos, educadores y trabajadores sociales que, se supone, est¨¢n preparados para detectar esa clase de anomal¨ªas¡±.

El caso se destap¨® a finales de junio pasado con la detenci¨®n de David Donet, de 47 a?os, como presunto autor de un delito de abusos sexuales y posesi¨®n de material pornogr¨¢fico infantil. En ese momento, el detenido, actualmente en prisi¨®n, conviv¨ªa con tres adolescentes de 12, 15 y 17 a?os, que Bienestar y Familia traslado a otro centro de menores.

Los supuestos abusos se produjeron durante 16 a?os en una habitaci¨®n de la tercera planta de la casa, donde Donet hab¨ªa instalado c¨¢maras ocultas para grabar a los menores. Cuando eran adultos, el detenido les ofrec¨ªa mantener relaciones sexuales con sus parejas en esa habitaci¨®n, donde los continuaba grabando.

Hasta la fecha son tres los j¨®venes, ya mayores de edad, y la pareja de uno de ellos los que han denunciado al presunto pederasta por abusos y haber sido grabados sin su autorizaci¨®n.

Bienestar Social y la Fundaci¨®n Concepci¨® Juvanteny se han personado en la causa como acusaci¨®n particular, aunque el juez les ha advertido que pueden acabar siendo declaradas responsables subsidiarias si se demuestra que fallaron los mecanismos de control de la acogida.