Un barbado inquietante
Thomas Noon tiene una ajustada idea del tempo coreogr¨¢fico y de la din¨¢mica secuencial.
Con bastante timidez en comparaci¨®n a nuestros vecinos europeos, la danza contempor¨¢nea espa?ola, o que se hace en Espa?a, se ha adscrito a la corriente internacional al uso y a la moda. De un lado, est¨¢n los seguidores de la performance y la no-danza, y de otro, los que insisten en bailar (la corriente denominada danza-danza) lo que les permiten tanto sus posibilidades personales como los recursos humanos de que dispongan a la hora de la creaci¨®n. Thomas Noone (Londres, 1971) se asimil¨® a la realidad de la danza barcelonesa y bail¨® primero en las formaciones de Cesc Gelabert y Ram¨®n Oller antes de hacer grupo propio, ya asentado en Catalu?a; tambi¨¦n ha organizado los festivales DanSAT! A¨²n en su trabajo hay un inter¨¦s por las formaciones complejas y el baile expansivo.
El programa ofrecido en Cuarta pared lo forman tres coreograf¨ªas que, seg¨²n la literatura aportada por la propia compa?¨ªa y el festival madrile?o, ¡°comparten como hilo conductor el amor y las relaciones personales, aunque cada una desde una perspectiva¡±. Y es buena ocasi¨®n para se?alar, o precisar, ciertos aspectos caracter¨ªsticos que alertan sobre lo que se propone.
La primera coreograf¨ªa, Sin, es confusa, carece de inter¨¦s r¨ªtmico y est¨¢ repleta de lugares comunes de taller, no as¨ª las dos de Noone, mejor construidas y presentadas, sobre todo el d¨²o central para dos mujeres, con una primera secci¨®n musical para voz y percusi¨®n singular de aparente compleja escritura y gran efecto ambiental.
Noon tiene una ajustada idea del tempo coreogr¨¢fico y de la din¨¢mica secuencial. Uno de los bailarines llevaba una desconcertante barba de mujik que inspiraba cierto pavor, lo acercaba a un personaje de Gogol y provocaba un discordante efecto est¨¦tico.
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