Un barrio atemorizado
Los vecinos de una calle de Orcasur denuncian amenazas y tr¨¢fico de drogas y material robado La polic¨ªa reconoce que no puede hacer nada
Parte de los vecinos de Santa Mar¨ªa Reina, en el barrio de Orcasur (Usera), llevan varios meses pasando un suplicio. La llegada a esta barriada de una familia conflictiva que, supuestamente, se dedica a trapichear con droga y a comerciar con material robado les mantiene amenazados y les impide hacer una vida normal. La polic¨ªa reconoce que hay un problema, pero que es ante todo vecinal y de convivencia, por lo que no tienen medios para solucionarlo. Al menos, a corto plazo.
La penuria de los vecinos de Santa Mar¨ªa Reina est¨¢ ¨ªntimamente relacionada con una historia ocurrida el 31 de diciembre de 2006. Ese d¨ªa, todo un pueblo, el de Villaconejos, sali¨® como en Fuente Ovejuna contra un vecino que les ten¨ªa atemorizado. La poblaci¨®n, armada de ganas de venganza y de tomarse la justicia por su mano, incendi¨® la casa de Javier Bernuy P¨¦rez, conocido como El Calvo de Villaconejos. Sus familiares tuvieron que huir campo a trav¨¦s. Un d¨ªa antes, El Calvo hab¨ªa pegado una paliza a un vecino en un bar.
Precisamente, la mujer de El Calvo, R. V. L., se instal¨® junto con otros tres menores en junio de 2012 en Orcasur. Un a?o antes, uno de sus hijos, la hab¨ªa precedido. Los vecinos tuvieron entonces que aguantar los ladridos continuos de un perro que no sal¨ªa nunca a la calle.
¡°Hay gente que
Desde la llegada de Rosa, los problemas han ido en aumento, seg¨²n denuncian los residentes. Es frecuente el trasiego de personas que se dedican a subir hasta su piso, en la cuarta planta, para adquirir estupefacientes en peque?as cantidades, en especial hach¨ªs y coca¨ªna. ¡°Lo hacen a cualquier hora del d¨ªa y cada vez m¨¢s de madrugada. Muchas veces se lo ponen en la propia escalera y dejan todo lleno de orines y de v¨®mitos. Ha habido ocasiones en las que se ha juntado tanta gente que era imposible pasar por la escalera¡±, denuncia un vecino, que prefiere el anonimato.
El tr¨¢fico de drogas no es la ¨²nica actividad il¨ªcita que, supuestamente, realiza esta familia, siempre seg¨²n los residentes afectados. Este verano ha sido frecuente ver llegar alg¨²n coche con el maletero cargado de mercanc¨ªa posiblemente robada. La descargaban a la vista de todos en la vivienda de estas personas, mientras algunos se dedicaban a dar el agua (avisar) por si llegaba la polic¨ªa.
Los vecinos han acudido a todas las estancias que han podido. Lo han denunciado en numerosas ocasiones ante la Polic¨ªa Municipal y ante el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, ante la Junta Municipal de Distrito, en el Defensor del Pueblo, en la Delegaci¨®n del Gobierno... Hasta el momento, algunas reuniones y pocas soluciones. ¡°Han llegado a amenazar a algunos vecinos mayores de que les ten¨ªan que pagar 200 euros si no quer¨ªan que les ocuparan sus pisos. Ha habido gente que se ha marchado del barrio por miedo¡±, mantiene alg¨²n afectado.
¡°La polic¨ªa nos ha dicho que ha metido a personas de paisano para vigilarlos, pero que no ha conseguido nada. De hecho, sospechamos que les han avisado y que han dejado de hacerlo alg¨²n tiempo para que no les descubrieran¡±, destaca una residente. ¡°Cuando se marcha la polic¨ªa, nos amenazan de que nos van a matar y que no somos tan valientes sin los agentes. Estamos pasando mucho miedo¡±, a?ade otro vecino. Algunos ya han acudido a los juzgados para denunciar estas amenazas y coacciones. ¡°Nos han recomendado que, aunque ahora solo sean faltas, acudamos a los tribunales para ver si al final les pueden imputar alg¨²n delito¡±, confiesan los residentes. De momento, ya se ha celebrado alg¨²n juicio, pero todav¨ªa no hay sentencia por parte de los jueces.
La configuraci¨®n de la calle tambi¨¦n ayuda al posible negocio il¨ªcito. Hace a?os, se construy¨® una acera que separaba la calle del Salado de la de Santa Mar¨ªa Reina. La existencia de una iglesia ya desaparecida convirti¨® esta v¨ªa en un fondo de saco. De esta forma, es muy f¨¢cil ver la llegada de la polic¨ªa y acabar con cualquier actividad ilegal. Los vecinos han pedido que se destruya esta acera para que los coches patrulla entren con mayor facilidad, pero hasta el momento la Junta no ha tomado ninguna decisi¨®n. ¡°Se creen que el barrio es suyo. En verano instalaron una piscina hinchable en la zona peatonal y all¨ª se ba?aba todo el mundo. Los ni?os hasta dorm¨ªan la siesta en medio de la acera, sin que se pudiera pasar¡±, a?aden los afectados.
El Grupo Municipal Socialista, a trav¨¦s de su concejal responsable de Seguridad, Pedro Pablo Garc¨ªa-Rojo, ha llevado el caso ante la comisi¨®n del ¨¢rea para pedir explicaciones de lo que se est¨¢ haciendo desde el Ayuntamiento. ¡°Pedimos que incrementen la seguridad y la presencia policial para acabar con este problema. Hasta el momento, no hemos recibido soluciones¡±, critica el edil socialista.
Fuentes de la comisar¨ªa de Usera, del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, reconocen que existe un problema, pero que policialmente no se puede hacer mucho. Los mandos han montado controles y a agentes de paisano durante varias semanas, pero no han tenido resultado. ¡°Sabemos que tratan con delincuentes habituales o personas con antecedentes, pero no hemos podido demostrar que trafiquen o que se dediquen a receptar¡±, a?aden las citadas fuentes. ¡°Detectar algo es muy dif¨ªcil porque toman muchas medidas de seguridad. Nos sentimos a veces impotentes porque no todo lo que denuncian los vecinos es falso. Otra cosa es poder demostrarlo¡±, a?aden fuentes de la Polic¨ªa Judicial.
El coordinador de Seguridad del Ayuntamiento, Emilio Garc¨ªa Grande, califica el problema como ¡°de convivencia¡±, ya que en el inmueble tambi¨¦n han intentado ocupar algunos pisos que estaban vac¨ªos o en los que se hab¨ªan producido desahucios. ¡°Hemos incrementado la presencia policial en la zona y hemos pedido a los vecinos que nos llamen cada vez que vean algo raro o delictivo. Ese es uno de los puntos obligados por los que tienen que pasar los agentes a diferentes horas para controlarlo¡±, mantiene Garc¨ªa Grande, quien a?ade que todos los mi¨¦rcoles se toca el tema en las reuniones de coordinaci¨®n entre las dos polic¨ªas.
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