Christie¡¯s subastar¨¢ un banco desaparecido de Gaud¨ª
El mueble pertenec¨ªa a la iglesia de la Colonia G¨¹ell El p¨¢rroco de la Colonia G¨¹ell vendi¨® en 1972 cinco de los 20 asientos de su iglesia Con el tiempo se ha ido conociendo el destino de cuatro de ellos
En 1972 el p¨¢rroco de la iglesia de la Colonia G¨¹ell de Santa Coloma de Cervell¨® (Baix Llobregat), vendi¨® cinco de los 20 bancos que Antoni Gaud¨ª realiz¨® para la iglesia. Eran tiempos dif¨ªciles en el sector textil inmerso en una crisis general que acab¨® con el cese de la actividad de la f¨¢brica al a?o siguiente. A partir de ese momento se les pierde la pista a estas piezas ¨²nicas dise?adas por el arquitecto y creadas por los artesanos que trabajaban a sus ¨®rdenes. Con los a?os, y a cuentagotas, han ido apareciendo en diferentes subastas o se han ido integrando en colecciones p¨²blicas y privadas. El pr¨®ximo d¨ªa 19 de diciembre la sala de subastas Christie¡¯s de Nueva York pone a la venta uno de estos cinco muebles de madera y hierro del genial arquitecto y dise?ador. El precio de salida est¨¢ entre 148.000 y 221.000 euros.
Gaud¨ª, como en todo lo que hac¨ªa, se emple¨® a fondo en estos muebles para los feligreses de la colonia textil en los que innov¨® utilizando el hierro no como elemento ornamental, sino funcional.
El arquitecto encarg¨® en 1913 a los carpinteros de la colonia, Enric y Tom¨¢s Bernat, en un ejemplo m¨¢s del reciclaje de materiales que realizaba siempre, que a partir de los flejes de acero de las balas de algod¨®n americano y egipcio que llegaban a la f¨¢brica y las tablas de roble de los embalajes de la maquinaria, crearan 20 bancos para la cripta. Y para eso les pag¨® 400 pesetas, a raz¨®n de 20 por pieza.
Trabajaron la forja a mano y unieron los hierros mediante remaches, mientras que la madera se acopl¨® con ensamblajes de cola de milano y rayo de J¨²piter. Los ¨²nicos tornillos que se utilizaron fueron para fijar la madera en el soporte met¨¢lico. Estos bancos lit¨²rgicos presentan las caracter¨ªsticas formas sinuosas de Gaud¨ª, pero sin la ergonom¨ªa de otras de sus piezas, no fuera que los feligreses se quedaran pl¨¢cidamente dormidos durante la celebraci¨®n de la misa.
Los bancos aparecen citados en los inventarios y en las fotograf¨ªas de la cripta desde 1915, cuando se consagr¨® el edificio, hasta 1974, cuando ya solo quedan 15. Pero la desaparici¨®n no se debi¨® a un robo. En el archivo parroquial aparece la venta al marchante de arte Pedro Uhart que pag¨® 10 millones de pesetas por ellos, aunque no se ha podido localizar la factura de compra.
El caso es que en 1976 el MOMA de Nueva York ya contaba con una de estas piezas y al a?o siguiente, en 1977, el Centro de Creaci¨®n Industrial de Par¨ªs ten¨ªa otro que adquiri¨®, ¡°de forma desconocida¡± y que pas¨® en 1979 al Museo de Artes Decorativas de la ciudad y en 1993 al Museo de Orsay. En mayo de 2011 Sotheby¡¯s Par¨ªs subast¨® el ¨²ltimo de estos bancos hasta ahora. Alcanz¨® casi 385.000 euros que pag¨® un comprador desconocido. Seg¨²n la sala de subastas, proven¨ªa de la antigua colecci¨®n Kiki y el marchante Pedro Uhart de Par¨ªs que luego lo vendi¨® a una galer¨ªa de Versalles y m¨¢s tarde pas¨® al galerista Jean-Marie Rossi, casado con una nieta de Franco.
Para Luis Gueilburt, uno de los mayores especialistas en la obra de Gaud¨ª, ¡°es bueno que se vendan las obras de Gaud¨ª, porque eso revaloriza su obra en todo el mundo y muestra que est¨¢ en el mercado del arte, como Picasso, Mir¨® o Dal¨ª. No tendr¨ªa que ser noticia que se vendieran sus obras y pasaran de una mano a otra¡±. Lo mismo piensa Manuel Medarde, secretario de la Comisi¨®n de la Colonia G¨¹ell, que la ha estudiado a fondo a partir de la gran cantidad de documentaci¨®n conservada de su construcci¨®n, y que est¨¢ seguro de que el banco alcanzar¨¢ un precio bastante superior al de salida, ¡°porque en el exterior se valora a Gaud¨ª m¨¢s que aqu¨ª¡±.
Medarde advierte de que en el mercado tambi¨¦n circulan otros tres bancos: ¡°R¨¦plicas que se hicieron de los originales¡±. En todo caso asegura que los que se pueden ver en estos museos y los dos que han aparecido en subastas: ¡°Son aut¨¦nticos. No hay color y se comprueba en detalles como la palmeta del asiento donde se ve la mano de un tallador zurdo y de su trabajo desigual con gubia, que en el caso de las copias no, porque se hizo con plantilla y qued¨® uniforme¡±.
Los restantes 15 bancos originales fueron trasladados a los dep¨®sitos del Museo Diocesano de Barcelona, siendo reemplazados por copias. No obstante, en Barcelona, son varios los bancos originales que pueden verse. En el Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC) desde 1991 el arzobispado de Barcelona dej¨® uno en dep¨®sito y se expone en una de las salas. Otro se expone en la Casa Gaud¨ª del parque G¨¹ell y dos en el Espai Gaud¨ª del Diocesano.
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