Rita Barber¨¢ no es Copito de Nieve
Me parece del todo injusto, esta repentina e insoportable volubilidad del votante del PP y de toda la vida
Estoy consternado. Acabo de leer que la popularidad de Rita Barber¨¢ est¨¢ cayendo entre sus (y mis) conciudadanos como las acciones de Bankia en un dia de estos y de tiempo atr¨¢s. Formo parte de ese segmento de la poblaci¨®n local que en estas m¨¢s de dos d¨¦cadas del Rita Power City ha tenido que aguantar, elecci¨®n tras elecci¨®n, las mayores de las humillaciones- y harakiri si llegara el caso- a que pueda someterse un votante de izquierdas. Victorias municipales celebradas, todo sea dicho de paso, con el entusiasmo m¨¢s propio de un hooligan que el de una aspirante al cap i casal. Dicho esto, me parece del todo injusto, esta repentina e insoportable volubilidad del votante del PP y de toda la vida.
La verdad es que algo de esto uno ya viene notando de un tiempo a esta parte. Hoy mismo, paseando con mi perro por ¡°el llit del T¨²ria ¨¦s nostre i el volem verd¡± -esto va por la memoria hist¨®rica- un se?or con todo el aspecto de guardar en su cartera el retrato de la se?orita Barber¨¢, me la ha puesto de vuelta y media mientras confraternizaban nuestros respectivos perros. Y eso que solo hemos hablados de perros de compa?¨ªa y espacios p¨²blicos. Ya no les cuento si coges un taxi, entonces el trayecto puede acabar con aquella leyenda urbana que cuenta el d¨ªa que la vieron comiendo en un restaurante de la ciudad con una botella de Johnny Walker como el come con un brick de Don Sim¨®n. A m¨ª, la verdad, es que estas historias me entran por un o¨ªdo y me salen por el otro, y m¨¢s viniendo de un gremio como el de los taxistas que no saben como matar el tedio automovil¨ªstico y con la bilis por las nubes entre embotellamientos y carril bici.
Pero ya les digo, me parece del todo injusto e inmerecido esa veleidad del elector de centro-derecha de toda la vida y que ahora por un S¨ª o por un N¨®os o vete a saber qu¨¦, se tire por tierra la trayectoria pol¨ªtica de una mujer que a juicio de sus votantes lo hab¨ªa dado todo por Valencia. Siempre he cre¨ªdo que despues de sus a?os al frente de la alcald¨ªa su destino era acabar canonizada- ahora con el cambio de Papa la cosa est¨¢ m¨¢s peliaguda- y haciendo compa?¨ªa a Sant Vicent Ferrer. O entronizada en medio de la plaza del Ayuntamiento sustituyendo a esa figura del bel¨¦n tambi¨¦n conocida por Francesc de Vinatea. Todav¨ªa resuenan en mis o¨ªdos como el final de la Noelia de Nino Bravo las palabras de una se?ora en la cola de la caja de Mercadona: ¡°Yo, siempre le voto porque al ser una mujer soltera tiene m¨¢s tiempo para dedicarse a la ciudad¡±. Y como comprender¨¢n no iba a ser yo el que le quitara m¨¦ritos a la Single girl que cantaba la Beyonc¨¦, as¨ª que asent¨ª con la cabeza y le ped¨ª a la cajera que me cobrara el caldo de cocido de Hacendado y dos bolsas peque?as.
Rita como Flaubert, ya puede decir aquello ¡°Valencia, c¡¯est moi¡±. O si lo prefieren, ?Que me quiten lo bailao! Despu¨¦s de m¨¢s de 20 a?os y de haber dejado a la oposici¨®n socialista a la altura del bet¨²n, la identificaci¨®n o simbiosis entre la ciudad y La mujer de rojo ha funcionado a las mil maravillas. Una de las mayores victorias de la derecha conservadora desde que con la ayuda de la izquierda m¨¢s cerril, Ricard P¨¦rez Casado saliera trasquilado del consistorio. Rita como aquella Mamma Roma que ve¨ªa Fellini en la figura de Anna Magnani es la ¡°pescatera¡± que ofrece sus clotxinas en el Mercado Central y la tifosi que anima al Valencia en el Mestalla. A falta de iconos, ella podr¨ªa ser hasta nuestro Copito de Nieve, porque al gorila Tarz¨¢n de nuestra viejo zoo -por decirle alguna cosa a aquella casa de tormentos- le faltaba algo de glamour y branding.
A Rita, como a la mayor¨ªa de los falleros, hasta no le ha hecho falta ni hablar -ya no digo ¡°chapurrear¡±- el valenciano para exhibir su ¨¦pica valencianista. Todo lo m¨¢s, un ¡°Visca el pa, visca el vi¡± y arreando con La manta al coll. Pero no ser¨¢ por falta de dominios de lenguas y conocimientos medi¨¢ticos. Un buen salto en el balc¨®n municipal y tenemos el minuto asegurado de las cadenas de televisi¨®n. Hasta sin querer es capaz de robarle plano a la mism¨ªsima Princesa Letizia aunque esta siempre tiene un pobre (o menesteroso) a mano para la foto del d¨ªa. Me froto los ojos solo de pensar que un d¨ªa la ver¨¦ lanzarse en plan estrella de rock sobre sus admiradores como colof¨®n a su carrera. ?Rita forever young!
No s¨¦ que va ocurrir si su estrella sigue cayendo en picado como los pilotos kamikazes japoneses de la Segunda Guerra Mundial haci¨¦ndose el harakiri. Hasta el pobre de Xavi Castillo tendr¨¢ que buscarse alguna alternativa, y la verdad, a la vista del panorama pol¨ªtico, la cosa no est¨¢ para tirar cohetes. Bueno, siempre tenemos a Alfonso Rus, que casi es tan castizo y temperamental como Rita Barber¨¤ -Xavi pr¨¦stale la peluca a ver que tal le queda¨C y los dos juntos, Rita & Alfonso, podr¨ªan subir al escenario para una nueva versi¨®n de Les xiques de l¡¯entresuelo de don Eduard Escalante a prop¨®sito de la coentor municipal, la est¨¦tica y lifestyle que mejor definen el alma profunda de los valencianos.
De momento, a la vista del horizonte que se avecina, solo se me ocurre aconsejarle, ?Rita, ¨¢tate los machos!
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