Despu¨¦s del cierre de RTVV, ?qu¨¦ vendr¨¢?

Durante muchos a?os, los valencianos hemos sufrido el permanente comentario de nuestros conciudadanos, diciendo ¡°pero, ?qu¨¦ ocurre en la Comunidad Valenciana?¡±.

Muchos mir¨¢bamos con verg¨¹enza c¨®mo llen¨¢bamos portadas de medios de comunicaci¨®n y abr¨ªamos informativos hablando sobre el nepotismo, la corrupci¨®n, el clientelismo, el despilfarro y los gastos suntuosos en contraste al empobrecimiento de una sociedad que sufr¨ªa y sufre los recortes m¨¢s injustos de todo tipo, como ejemplo ve¨ªamos colas de ni?os peque?os andando para ir al colegio por no tener autob¨²s o a los dependientes protestando por la falta de ayudas, tuvimos el accidente de metro m¨¢s grave de la Historia sin que nadie asumiera responsabilidades, o el caso G¨¹rtel (ahora ramificado por toda Espa?a, lo que no sirve mucho de consuelo, sino que aumenta la indignaci¨®n).

Llevamos a?os que todas las semanas son de infarto en nuestra Comunidad, tanto que al final, parece que nos hemos acostumbrado a que los esc¨¢ndalos son parte de nuestro paisaje. Esta misma semana se acumulan las barbaridades: la petici¨®n de indulto al condenado exalcalde de Torrevieja, la condena a Don Carlos y el cierre de RTVV. Pero no hemos parado, en breve tendremos el juicio a Rafael Blasco y m¨¢s cosas que ir¨¢n apareciendo (no se olviden de Ciegsa con una deuda del doble de RTVV).

Fuimos la Comunidad ¡°estrella¡± que creaba eventos, espect¨¢culos e infraestructuras como si plantara patatas en el campo, como si fuera consustancial a esta tierra f¨¦rtil de riqueza y tambi¨¦n de corruptos; todo estaba permitido para sus gobernantes: desde la falta de transparencia hasta la insolencia o la gesti¨®n poco democr¨¢tica. ?Qu¨¦ m¨¢s daba? El PP valenciano se permiti¨® hacer lo que le daba la gana: dilapidar dinero p¨²blico, hundir proyectos car¨ªsimos, pagar cantidades millonarias a los amigos, que sus cargos p¨²blicos defrauden a Hacienda, insultar a la oposici¨®n, comprar voluntades, amenazar funcionarios, aniquilar la administraci¨®n, endeudarse hasta las cejas, y un largo etc¨¦tera que despertaba el sonrojo y asombro de los espa?oles al no entender por qu¨¦ los valencianos lo consentimos.

Y esa es la pregunta que ahora hemos de hacernos. ?Vamos a seguir encogi¨¦ndonos de hombros ahora que los valencianos hemos descubierto que no eran "solo cuatro trajes¡± sino un estilo desp¨®tico de gobernar? El pasado hecho est¨¢ y no tiene arreglo. Solo nos sirve el diagn¨®stico para no repetir errores y aprender de lo ocurrido. Pero ahora, es a la sociedad civil a la que le corresponde decidir si quiere seguir adelante as¨ª y a la oposici¨®n pol¨ªtica ofrecer s¨®lidamente una alternativa.

Lo de RTVV ha sido la puntilla de la aniquilaci¨®n de una Comunidad. Que el PP valenciano no busque ahora ni otros culpables ni otros enemigos. Esto no ha sido problema de la autonom¨ªa, ni de la falta de financiaci¨®n, ni de la crisis econ¨®mica. Y ya no hace falta que expliquemos m¨¢s las cosas, hay datos que son demoledores. Existen m¨¢s de 300 imputados pol¨ªticos en Espa?a, de ellos, 100 est¨¢n en la Comunidad Valenciana. Somos la Comunidad m¨¢s endeudada de Espa?a, m¨¢s de 12.500 millones de euros, y la que m¨¢s imputados por corrupci¨®n tiene por metro cuadrado, por PIB, por habitante, o como quiera usted contar.

Cuando una sociedad como la valenciana, tiene unos problemas enquistados como los que vemos, cuyo origen est¨¢ en el propio gobierno y su gesti¨®n pol¨ªtica, s¨®lo puede solucionarse arrancando de ra¨ªz lo que est¨¢ podrido porque si no volver¨¢ irremediablemente a crecer, ?o alguien piensa que hay prop¨®sito de enmienda en Carlos Fabra, Rafael Blasco o Paco Camps, por citar algunos ejemplos?

La responsabilidad que tiene la oposici¨®n pol¨ªtica es enorme. Debe demostrar que es capaz de sumar, ilusionar, crecer, ofrecer un proyecto que recupere la honestidad y la buena gesti¨®n. No nos enfrentamos a unas elecciones cualquiera, estamos frente al dilema de si es posible ofrecer un modelo completamente alternativo para salvar a la Comunidad Valenciana de la liquidaci¨®n que ha emprendido el PP.

Ana Noguera es miembro del Consell Valenci¨¤ de Cultura