Los 270 objetos del mejor piloto

La licencia federativa que hay expuesta presupone que el conductor sabe lo que se trae entre manos. Seg¨²n reza la placa, ¡°al titular de esta licencia se le supone en conocimiento de los Estatutos y Reglamentos de la FIA, FISA, CDI y el reglamento de la FEA¡±. La foto que la acompa?a es de un ni?o de cuatro a?os ¡ªraya del pelo a la izquierda; mirada asustadiza¡ª que, obviamente, no est¨¢ al tanto. Tiene otros problemas. Como llegar a los pedales del coche que le ha fabricado su padre para disputar el trofeo de karts de Ribadesella (Asturias) de 1985. El cr¨ªo tiene hasta la vestimenta; su madre le ha tejido un mono.

El ins¨®lito hecho result¨® a la larga toda una premonici¨®n. Sin saberlo, la Federaci¨®n de Autom¨®viles hab¨ªa acelerado ¡°de manera extraordinaria¡± la carrera del peque?o Fernando Alonso D¨ªaz. El piloto acortar¨ªa m¨¢s tarde su apellido, pero no su progresi¨®n. Esta y otras an¨¦cdotas del corredor pueden verse desde hoy y hasta el pr¨®ximo mes de mayo en el Centro de Exposiciones Arte Canal de Madrid. Adem¨¢s de su primera licencia, hay otros 270 objetos que repasan la trayectoria del mejor piloto espa?ol de todos los tiempos. La muestra est¨¢ organizada por la Comunidad de Madrid, el Canal de Isabel II Gesti¨®n y la Fundaci¨®n Fernando Alonso y ha costado 1,57 millones de euros.

Los 270 objetos del mejor piloto

Quien acuda a ver Fernando Alonso Collection (7 euros general; 3,50 reducida) podr¨¢ contemplar desde sus monos, guantes o botas, a sus cascos y trofeos. Aunque tambi¨¦n el rugir de los motores en la parrilla de salida: la muestra exhibe todos los coches con los que el piloto ha competido: sus karts ¡ªincluido ese primero con los pedales adaptados para poder acelerar y frenar¡ª, sus monoplazas y todos los de F1, como el R25 y R26 con los que se proclam¨® campe¨®n del mundo en 2005 y 2006. El motor del R25 descansa, eso s¨ª, en una vitrina apartada. Toda una reliquia para los amantes del automovilismo. ¡°Mi padre ten¨ªa muchas de estas cosas guardadas en el garaje. Para m¨ª no ten¨ªa mucho sentido, pero hoy lo cobra¡±, explica Alonso.

La sala tiene un tama?o de unos 2.000 metros cuadrados repartidos en seis ¨¢mbitos tem¨¢ticos. El mismo ni?o de entonces posa a la entrada con su mono azul y un casco que le queda grande. Detr¨¢s de sus mofletes se intuyen gran cantidad de pucheros y l¨¢grimas. Antes de conquistar la gloria, Alonso reconoce que tuvo que vivir varias tardes de frustraci¨®n y tener tambi¨¦n una madurez acelerada. La raz¨®n de que se perdiera tantos cumplea?os, fiestas, viajes del colegio o que tuviera que hacer muchas veces los deberes en la parte trasera del coche.

La familia del piloto ha aportado adem¨¢s varias cintas de VHS donde se ven sus primeros pasos. En uno de los v¨ªdeos, el organizador de uno de los muchos torneos que disput¨® el peque?o Fernando, vaticina: "Este ni?o est¨¢ llamado a ser el primer espa?ol con opciones de disputar un campeonato de F¨®rmula 1". No se equivocaba. En 1988, Alonso se alz¨® con el campeonato de Kart infantil de Asturias; gan¨® las ocho carreras. Un a?o m¨¢s tarde, y ya como cadete, se hizo con el de Asturias y Galicia. Y en 1996, cay¨® el campeonato del mundo de Kart Junior. Sab¨ªa, en fin, lo que se tra¨ªa entre manos.